Por Gabriela Vega
Noelia es salvadoreña, tiene 38 años, cinco hijos y una nueva vida. Y todo porque encontró el valor necesario para dejar a un marido que la maltrataba a ella y a sus hijos, que le hacía sentir que no valía nada. Su fuerza la llevó hasta Ciudad Mujer, un centro de atención integral donde encontró la ayuda que necesitaba para salir adelante y dejar atrás el miedo.
El suyo es sólo uno de los millones de rostros de mujeres que en América Latina y el Caribe son víctimas de la violencia de género, aquella ejercida contra ellas sólo por el hecho de ser mujer. Según los países, entre el 8% y el 53% de las mujeres de la región han sufrido abuso físico o sexual por parte de su pareja en algún momento de sus vidas.
¿Qué hubiese sido de Noelia de no haber llegado a Ciudad Mujer? Imposible de saber. Lo cierto es que los recursos al servicio de las víctimas de violencia contra la mujer en la región son, en general, escasos y de poca calidad. Las mujeres que enfrentan una situación de violencia no sólo necesitan protección contra sus agresores, asesoramiento legal o apoyo psicológico. También necesitan independencia económica y control de su salud sexual y reproductiva a fin de incrementar su capacidad de tomar decisiones libres de temor.
Es decir, necesitan una respuesta integral porque sufren un problema complejo y con múltiples aristas.
Y eso es lo que ofrece Ciudad Mujer, un proyecto que ya está mostrando resultados prometedores, puesto en marcha por el Gobierno del Salvador con el apoyo técnico y financiero del BID y en el que otros países de la región han puesto sus ojos como referente. Ciudad Mujer ofrece servicios de atención a la violencia contra la mujer, autonomía económica y salud sexual y reproductiva. El programa entrega atención de alta calidad para las mujeres bajo un mismo techo, en un ambiente cálido y seguro e incluye cuidado infantil para que aquellas usuarias que llegan con hijos pequeños participen con tranquilidad.
Ojalá el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, muchas otras ciudades de las mujeres hayan abierto sus puertas. Ojalá muchas más mujeres víctimas de violencia puedan decir lo mismo que Noelia:
“Soy una mujer nueva, ya no soy la misma que era llanto, sólo era lágrimas. Soy una mujer nueva y sí, valgo mucho”.
Gabriela Vega es Especialista Principal en Desarrollo Social en la División de Género y Diversidad del BID. Puede visitar a Ciudad Mujer en un tour virtual.
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