Flickr CC JR Ferrer Paris
Todo padre experimenta temores durante la crianza de sus hijos e hijas. Desde que son infantes y pueden caerse de la cuna, tropezar bajando unas escaleras o la posibilidad de ahogarse en el mar o en una piscina. A todos los padres nos preocupa que manejen vehículos y sufran un accidente de tránsito.
Sin embargo, no todos los padres somos conscientes de los peligros que las pandillas pueden representar para nuestros hijos. Pensamos que nuestro nivel socioeconómico o educativo no es el más común para el objetivo de las pandillas. Pensamos que el lugar donde vivimos no tiene problema de pandillas. Pensamos que en el colegio donde asisten nuestros hijos no operan las pandillas.
Gran error. ¿Sabías que hay pandillas desde metrópolis como Bogotá o Buenos Aires hasta en zonas rurales, agrícolas y ganaderas en Honduras, República Dominicana y Perú? ¿Sabías que hay pandillas en barrios pobres y también en algunos de los vecindarios y condados más ricos y lujosos de California y Nueva York? ¿Sabías que la mitad de las pandillas incluyes niñas y mujeres como integrantes?
Aunque no lo creas, tu hijo o hija pueden ser reclutados para unirse a una pandilla. Como padres y madres, es nuestro deber saber por qué los niños y adolescentes deciden unirse a las pandillas. Las razones son diversas y van desde interés de agruparse y ganar respeto ante los niños del sexo opuesto hasta deseo de ganar dinero por las vías que fuera, incluyendo ilegales. Este video le brinda una explicación.
Por otra parte, si piensas que todos los pandilleros se iniciaron siendo unos tipos rudos de 18-25 años, con el cuerpo cubierto de tatuajes estás equivocado. La iniciación en una pandilla puede comenzar a temprana edad, incluso en la escuela primaria. Con frecuencia, niños de tan sólo 7-8 años de edad son forzados a realizar algún tipo de trabajo para las pandillas. Tampoco creas que la conducta de tu hijo cambiará de la noche a la mañana (convirtiéndose de manso cordero a león rugiente) luego de entrar en contacto con una pandilla. Los cambios ocurren paulatinamente y esto hace a veces que sea más difícil el diagnóstico por parte de los padres y madres.
A continuación te presento un cuadro que te ayudará a evaluar si tu hijo o hija corre el riesgo de ser reclutado por una pandilla o si ya ha tenido contacto directo con alguno de sus miembros:
Primeras señales |
Señales de alarma |
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Algunos dirán que las conductas arriba mencionadas describen a casi todos los adolescentes, en un momento u otro. Eso es cierto. Sin embargo, vale más prevenir que lamentar.
Como padre puedes hacer varias cosas para evitar que las pandillas lleguen a tu hogar.
Habla con franqueza con tus hijos sobre las consecuencias del crimen y la violencia, las drogas y la vida sexual. Consulta internet e investiga acerca de pandillas en tu ciudad, los logos y colores que usan, las palabras claves y otras informaciones relevantes. Escucha las preocupaciones de tus hijos. No te dediques solamente a decirles lo que tú piensas, sino que debes permitir que ellos te digan lo que ellos piensan y lo que pasa en sus vidas. Saca tiempo para conocer a los amigos de tus hijos. Haz esfuerzos para que tu hijo tenga distintas actividades supervisadas en su tiempo libre (cultura, deporte) en lugar de tiempo ocioso sin supervisión.
Al final, te invito a ver este video que ha sido preparado como herramienta para prevenir el involucramiento con pandillas. Espero que te sea útil cuando hables con tus hijos sobre este tema.
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