Cuando, en 1998, se inició en México el programa Oportunidades –entonces conocido como Progresa– pocos hubieran imaginado lo que esta iniciativa supondría, más de 10 años después, no solo para el país sino para la teoría y práctica del desarrollo.
Este programa pionero de transferencias condicionadas incorporó una innovadora metodología de evaluación de impacto que se ha convertido no solo en un ejemplo demostrado de efectividad en el desarrollo, sino que ha inspirado la creación de programas similares a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe, África y Asia.
En la actualidad, Oportunidades beneficia con sus transferencias condicionadas a 25 millones de mexicanos, contribuyendo a mejorar la nutrición, la salud y los niveles de escolarización. El programa comenzó sus actividades en las zonas rurales del país y desde 2002 se expandió a zonas urbanas, manteniendo siempre la evaluación de impacto como parte integral de su desarrollo.
A lo largo de sus más de 10 años de historia los expertos evaluadores de Oportunidades han tenido la posibilidad de estudiar las historias de vida de familias en similares contextos socio económicos beneficiadas por el programa, frente a otras que no lo fueron.
De estas evaluaciones de impacto se desprenden datos que hablan por sí solos. Los niños que fueron beneficiarios del programa desde al menos los 6 meses de edad, crecieron de media un centímetro más que aquellos que no fueron beneficiados. En zonas rurales, los beneficiarios de Oportunidades también demostraron alcanzar un mejor desarrollo motor, de adquisición del lenguaje y de memoria a corto plazo.
En América Latina y el Caribe, Brasil (Bolsa Família), Ecuador (Bono de Desarrollo Humano), El Salvador (Red Solidaria), Honduras (PRAF), Jamaica (PATH), Nicaragua (Red de Protección Social), o República Dominicana (Solidaridad), son algunos de los programas de transferencias condicionadas similares a Oportunidades, que han probado su efectividad a la hora de reducir la pobreza y de asegurar un mejor futuro para las generaciones venideras.
Por todo esto, no es casualidad que, precisamente esta semana, México se convierta, una vez más, en el centro de discusión más importante en el ámbito de la evaluación de impacto a nivel mundial. Por vez primera, un país de América Latina acoge el evento internacional Reduciendo la brecha: de la evidencia el impacto en las políticas públicas, donde más de 400 responsables de programas de desarrollo, investigadores y gestores de políticas públicas de todo el mundo, se reunirán durante tres días en Cuernavaca para compartir experiencias y, sobre todo, buscar formulas para que estas evidencias en materia de efectividad inspiren políticas públicas que impulsen un desarrollo más efectivo.
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