Cuando le preguntaron al Premier chino Zhou En Lai sobre el impacto de la revolución francesa, supuestamente contestó que es demasiado temprano para saber. Para un banco de desarrollo como el BID que presta más de 12 billones de dólares al año, nunca es demasiado pronto para saber qué impacto tienen los proyectos que financia o cuáles políticas tienen mejores posibilidades de funcionar.
¿Y por qué importa? Porque como dice Esther Duflo, una de las economistas jóvenes más influyentes en el mundo, importa porque más de mil millones de personas en el mundo viven con menos de un dólar al día, importa porque más de nueve millones de niños y niñas mueren anualmente antes de cumplir cinco años y porque la mayoría fallece de enfermedades que son fácil y completamente tratables.
Este blog es un espacio para saber, por ejemplo, que:
- Para un niño mexicano, tener un piso de cemento puede significarle un incremento de su capacidad cognitiva del orden de 30%
- Una niña colombiana que tenga un voucher para financiar parcialmente la matrícula de un colegio privado tiene un 10% de probabilidad adicional de terminar octavo grado.
- Un hijo de un agricultor pobre argentino recibe más educación si su padre cuenta con un título formal de propiedad.
Este es un blog que quiere con el más alto rigor profesional conversar sobre cómo hacer inversiones efectivas, para evitar que nos embarquemos en ellas o repetir los errores. Lo que no se mide no se sabe y lo que no se sabe, se malgasta.
Concuerdo con esta primer perspectiva que están poniendo sobre el tapeta, ya que los proyectos de desarrollo que financian ustedes o cualquier otro organismo multilateral de crédito tienen impactos positivos en el largo plazo y muchas veces en los países de la región no se los percibe fundamentalmente porque no se socializan los beneficios que los mismos han tenido en la población objetivo.