Por Leticia Donoso
El montaje de un proyecto de desarrollo es a la vez emocionante y extenuante. A veces, cuando ya ha quedado atrás la etapa de las negociaciones, el proyecto está ejecutado y solo falta entregar los informes finales, nos vemos obligados a mirar retrospectivamente y recordar la cuestión fundamental: ¿Cuál era el objetivo de desarrollo que intentábamos alcanzar? ¿Qué resultado pretendíamos obtener? Por último, ¿mejoramos las vidas de la población a la cual queríamos servir? ¿Qué aprendimos?
La mejor manera de asegurarnos de que tenemos una respuesta a estas preguntas es formularlas mucho antes de que haya que entregar los informes de cierre de proyecto. Más precisamente, es esencial formularlas cuando diseñamos el proyecto. Tener claro qué tipo de proyecto se va a financiar, qué acciones se van a tomar y para qué, son aspectos clave para poder evaluar un proyecto y aprender de él.
Desde 2011, el Banco Interamericano de Desarrollo, a través de su Oficina de Planificación y Efectividad en el Desarrollo (SDP), asumió el reto de fortalecer la capacidad de evaluación de proyectos en América Latina y el Caribe. Hasta la fecha el BID ha dirigido más de 45 talleres de diseño de evaluación de impacto, y ha trabajado desde las etapas de diseño de los proyectos hasta su implementación para fortalecer sus marcos de evaluación. Este trabajo ha sido una realidad gracias al trabajo conjunto de especialistas en evaluación del BID y consultores académicos externos que apoyan a los equipos de proyectos en esta importante tarea.
Un evento que se ha convertido en uno de los cursos más importantes del BID es la Semana de diseño de evaluación de impacto. Durante el otoño pasado, respondiendo a la invitación por parte del Departamento de Países del Caribe (CCB), nueve evaluadores del BID aterrizaron en Kingston, Jamaica para facilitar una edición en inglés del Taller, dirigido a más de 65 participantes de Bahamas, Barbados, Guyana, Jamaica y Surinam. El taller, que duró una semana, permitió al personal del BID y a las contrapartes de los gobiernos preparar el diseño de una evaluación para cada una de las 10 operaciones del BID seleccionadas para el curso.
Los 10 proyectos participantes fueron nominados por las Oficinas del BID en cada uno de estos países y abarcan una diversidad de sectores, como la rehabilitación de caminos en Barbados, un proyecto de reforzamiento de la seguridad en Jamaica y un programa para mejorar la salud materno infantil en Guyana, por nombrar unos pocos. Tanto el personal del BID como las contrapartes de los gobiernos unieron sus fuerzas para aplicar en sus proyectos los conceptos y métodos aprendidos y, al final de la semana, partieron con una propuesta de evaluación de impacto adaptada a las circunstancias particulares de sus operaciones.
La participante Latoya Clarke, de Jamaica, afirmó que se sentía más empoderada para aplicar los métodos aprendidos en su propio trabajo, lo que incluía los recursos del BID (como el Portal de evaluación) de cuya existencia no tenía conocimiento. Otros destacaron la modalidad de aprendizaje práctico, qué les brindó la oportunidad de trabajar con un equipo experimentado de evaluadores en casos de la vida real.
Además, como suele ser habitual en estos cursos, el personal especializado del BID que dirigió el taller aprendió incluso más que los propios participantes sobre la diversidad del portafolio de proyectos en el Caribe como semáforos inteligentes que ayudarán a los ciudadanos a ahorrar un 40% en el consumo de gasolina, hasta apps diseñadas para informar sobre delitos que mejorarán la vigilancia comunitaria.
Después de una semana muy intensa, los equipos presentaron sus propuestas de diseño y recibieron retroalimentación y comentarios de sus pares e instructores. Al final, el taller fue una oportunidad para construir un caso de evaluación de impacto, reflexionar sobre los resultados de desarrollo que los proyectos intentan alcanzar y cómo podemos proceder a medir estos resultados. Esto, a su vez, sigue construyendo una cultura de evaluación en nuestra región y aumentando el corpus de conocimientos que necesitamos para adoptar políticas públicas basadas en evidencia.
Si desea descargar el material del curso o aprender más acerca de evaluación de proyectos, visite la página del curso o el portal de evaluación del BID.
Acerca de los autores:
Leticia Donoso es consultora en evaluación de impacto de la Oficina de Planifiación Estratégica y Efectividad en el Desarrollo del Banco Interamericano de Desarrollo.
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