Por Reinaldo Fioravanti y Alejandro Fros
El 23 de octubre de 2012, cuando aún se estaba reponiendo de los efectos del catastrófico terremoto de 2010, Haití fue azotado por el huracán Sandy, el más letal y destructivo de la temporada de huracanes de ese año en el Atlántico.
El fenómeno causó enormes daños en el país, dejando un saldo de 19.000 personas desplazadas y más de 27.000 viviendas averiadas o destruidas. Las lluvias torrenciales causaron deslizamientos de terreno, erosión de riberas fluviales y daños en la infraestructura de transporte, aislando a muchas comunidades. Los departamentos meridionales de Grand’Anse, Nippes, Sud y Sud-Est fueron los más afectados.
Tras el paso del huracán, el gobierno declaró el estado de emergencia y solicitó apoyo del BID para iniciar las tareas de reconstrucción.
Menos de dos meses después del desastre, el Banco respondió aprobando el Programa de Emergencia para la Rehabilitación de Caminos, una operación no reembolsable por US$17,5 millones que apuntaba a restablecer el acceso a servicios básicos, la conectividad vial y el flujo normal de intercambios económicos y ayuda humanitaria. Se esperaba que el programa beneficiara a unas 651.000 personas.
El principal objetivo de este esfuerzo era reparar, estabilizar y proteger la infraestructura vial dañada por las inundaciones. Sin embargo, el diseño de proyectos en Haití en situaciones de emergencia como esta entraña diversos desafíos.
El primero de ellos era la falta de información detallada sobre el grado y la ubicación precisa de los daños, lo cual hizo difícil elaborar una lista completa de las intervenciones requeridas.
Un desafío adicional era que existía la necesidad imperiosa de actuar de forma efectiva y rápida para neutralizar cualquier otra crisis humanitaria.
En tales situaciones de emergencia, suele ser más rápido desplegar recursos locales que traer contratistas externos.
La entidad de gobierno encargada de ejecutar el proyecto —una unidad del Ministerio de Obras Públicas, Transporte, Energía y Comunicaciones que por ende estaba habituada a operar en circunstancias políticas, técnicas, sociales y ambientales exigentes— propuso encomendar las tareas de reconstrucción a compañías locales.
Esta estrategia resultó acertada, ya que permitió movilizar simultáneamente múltiples equipos para adelantar las obras con mayor agilidad, aunque por otro lado el tiempo adicional necesario para la identificación y certificación de compañías locales produjo algunas demoras en los procesos de licitación.
En suma, la estrategia de usar compañías locales dio resultados globalmente positivos, y las obras de rehabilitación vial completadas excedieron las metas del programa.
Durante un período de 22 meses se logró reconstruir casi 70 km de vías, reparar y estabilizar ocho puentes, reconstruir nueve estructuras hidráulicas, limpiar y reparar más de 40 cunetas, alcantarillas y otras instalaciones, y mejorar 30 puntos críticos adicionales a lo largo de la red nacional de carreteras.
La conclusión de estas obras permitió restablecer la normalidad en términos de conectividad y tiempos de desplazamiento en las zonas afectadas.
El proyecto también benefició a la economía local. Como parte del programa se identificó a un gran número de empresas haitianas con capacidad de presentar ofertas y ejecutar contratos de construcción de mediana magnitud.
Asimismo, estas empresas pudieron adquirir mayor experiencia en proyectos y fortalecer su capacidad administrativa a medida que se familiarizaban con los procesos formales de licitación.
De hecho, cerca de la mitad de las empresas que participaron en la reconstrucción fueron contratadas posteriormente en proyectos financiados por el BID.
Esta historia forma parte de las evaluaciones de impacto del Panorama de la Efectividad en el Desarrollo, una publicación anual que resalta las lecciones y experiencias de los proyectos y evaluaciones del BID.
Acerca de los autores:
Reinaldo Fioravanti es especialista senior en transporte en la División de Transporte del BID.
Alejandro Fros es especialista líder en transporte en la misma División.
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