Hace unos días, asistí a “Blogueando sin fronteras: las mejores prácticas para un blogueo efectivo”, una entretenida conversación sobre blogs en el BID. Shanta Devarajan, economista principal para África del Banco Mundial, Felix Salmon de Reuters y David Roodman del Centro para el Desarrollo Internacional en Washington, discutieron si bloguear es bueno para las discusiones de economía y política pública.
El mensaje fue claro: hay mucha información dando vueltas y nosotros (los economistas) tenemos que propagar las buenas ideas, aunque estén aún medio crudas. La web puede ayudarnos a cocinarlas. ¿Porqué esperar tres o cuatro años a que alguna idea se publique en una revista especializada, si podemos publicar en línea hoy? Quién sabe, hasta podría salir un libro entero. Quizás sea pasar de la vieja regla académica “publica o muere” al nuevo mundo de “bloguear o no ser escuchado”.
Esto es exactamente lo que dice el profesor de Vanderbilt Andrea Moro en esta divertida presentación hace unos días. O en términos más académicos, un reporte reciente de David McKenzie y Berk Ozler del Banco Mundial sostiene que bloguear es efectivo para los economistas blogueros porque aumenta dramaticamente el número de visitas y “downloads” de sus artículos, mejora su reputación y mejora la imagen de la institución en que trabajan.
Bloguear sí es bueno para los economistas.
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