Por Helio Bertachini
Terezinha administra su propio pequeño negocio de venta de churrasquinho (un tipo de pincho de carne) en Pindamonhangaba, una ciudad al interior del estado de São Paulo, Brasil.
Terezinha necesita obtener crédito para ampliar su operación, pero hasta hace poco su acceso a esta forma de financiamiento era muy limitado.
Al igual que ella, millones de propietarios de pequeños negocios informales en toda América Latina y el Caribe carecen de acceso al crédito.
Estos emprendedores, procedentes en su mayoría de los sectores más pobres de la población, optan a menudo por soluciones inadecuadas y onerosas para financiar su actividad, como recurrir a prestamistas informales, costosas tarjetas de crédito y cheques al descubierto, todas ellas sujetas a tasas de interés exorbitantes.
Entre tanto, la falta de capital operativo y las dificultades logísticas asociadas los obligan a manejar pequeños inventarios y a efectuar múltiples compras en períodos cortos.
En un esfuerzo por cerrar esta brecha de financiamiento en Brasil, en el año 2011 el BID otorgó a Tenda Atacado (una distribuidora mayorista) un préstamo por US$10 millones para ampliar su programa de crédito, conocido como VoxCred.
El préstamo se complementó con un financiamiento no reembolsable de US$270.000 del Fondo Coreano para la Reducción de la Pobreza administrado por el BID, destinado a financiar un programa de capacitación para fortalecer la capacidad de gestión financiera de los microempresarios.
Desde entonces, más de 190.000 microempresarios, entre ellos Terezinha, se han beneficiado del programa de crédito.
El límite de crédito actual de Tenda Atacado es de R$517 (unos US$146), aunque en promedio los préstamos no llegan a la mitad de esa suma. La tasa de reembolso es elevada, y los préstamos no redituables representan el 5,67% de la cartera.
El programa está mitigando los problemas que afrontan los microempresarios brasileños. Para Tenda Atacado, ampliar el acceso de sus clientes a crédito y reforzar sus habilidades financieras es una estrategia en la que todos salen ganando.
Para los clientes, un mayor acceso a crédito les permite hacer inversiones necesarias para expandir sus negocios.
Tenda se beneficia en la medida en que atrae y retiene nuevos clientes, incrementa sus ventas y hace más rentable su cartera de préstamos.
Como señaló uno de sus directivos, “lo que Tenda busca con este programa de crédito no es vender a los clientes, sino crear valor compartido con las personas que visitan nuestras tiendas”.
Esta historia forma parte de las evaluaciones de impacto del Panorama de la Efectividad en el Desarrollo, una publicación anual que resalta las lecciones y experiencias de los proyectos y evaluaciones del BID.
Acerca del autor:
Helio Bertachini es consultor en gestión y estrategia en la División de Efectividad en el Desarrollo de la Corporación Interamericana de Inversiones.
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