Hace unos años, vivía en un complejo de apartamentos cerca de Washington, DC. en el que tener un suministro de agua intermitente era una cosa impensable. Un día, la administración informó a los residentes que el servicio de agua debía interrumpirse para llevar a cabo algunas reparaciones necesarias en las tuberías. Los inodoros no podían descargarse por falta de agua, por lo que nos dijeron que podíamos ir a la piscina comunitaria para buscar agua para llenar los tanques del inodoro. Los niños pensaron que sería divertido llevar agua de la piscina al apartamento. Sin embargo, después de dos de esos viajes, comenzaron a sentirse cansados y se negaron a ir más a la piscina.
Lo que comenzó como una situación divertida se convirtió en una tarea ardua para ellos. Todos nos dimos cuenta de que tener agua en el apartamento es una gran comodidad, y a menudo olvidamos que tenerla en nuestra casa es un lujo en muchos países alrededor del mundo. Disponer de agua las 24 horas del día es aún más un lujo en otros muchos países del planeta. No tener acceso a agua en el hogar o tener acceso a ella de vez en cuando puede ser extremadamente perjudicial para las actividades familiares, como el trabajo y la escuela, y tener consecuencias negativas, incluso cuando se restablece el servicio.
Se estima que la escasez de agua afecta a más del 40% de las personas en todo el mundo, una cifra alarmante que se prevé que aumente con el aumento de las temperaturas globales. Se estima que el 60% de los hogares de América Latina con agua corriente tienen un suministro intermitente de agua, lo que significa que reciben agua durante mucho menos de 24 horas durante el día.
En Brasil, por ejemplo, alrededor del 40% de los hogares con una conexión de agua sufren interrupciones continuas del servicio de agua. En las áreas rurales de la región de América Latina, alrededor del 53% de las comunidades no tienen acceso al agua las 24 horas. En las zonas urbanas, la situación es muy similar, donde uno de cada cuatro hogares no tiene un servicio de agua continuo.
De hecho, es difícil imaginar que hayamos enviado personas a la luna, pero no hemos podido proporcionar agua a todos en este planeta de forma continua. En la era de las innovaciones tecnológicas, este es un problema aún no resuelto para millones de personas en todo el mundo.
No existe una solución universal que se pueda aplicar en todos los casos. Administrar un servicio de agua intermitente y mejorar el nivel de servicio en una empresa a menudo incluye la renovación de la infraestructura, la gestión adecuada de la presión del agua y la capacitación del personal de la empresa para que sepan cómo responder de manera efectiva bajo varios regímenes de suministro intermitente de agua (IWS por sus siglas en inglés).
La gestión de las pérdidas de agua en un entorno de IWS podría implicar la gestión de diversas tecnologías y enfoques disponibles, así como la gestión de la operación y el mantenimiento en tales circunstancias.
Es fundamental recopilar más información sobre la red de agua intermitente con las lecciones aprendidas del funcionamiento de esos sistemas en diferentes países. Tales estudios de caso serán muy valiosos para enseñarnos cómo avanzar de una situación de IWS al siguiente nivel, trabajando y produciendo un enfoque para la mejora sostenible del nivel de servicio al cliente.
La división de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación Internacional del Agua (IWA) están trabajando juntas para crear conciencia sobre este tema en todo el mundo a través del grupo de trabajo de IWA sobre el Suministro de Agua Intermitente.
Rosaura Socarrás Ordaz dice
Este es un tema a tener en cuenta ya que un servicio intermitente, además de no brindarle seguridad al cliente, implica mover un mayor volumen de agua y mayor tiempo de permanencia en los depósitos, provocando en algunos casos la contaminación del preciado líquido.
Además ante la inseguridad que presenta el cliente, cada vez requieren cisternas con mayor volumen, lo que atenta contra la mantención de una buena presión en el sistema de abasto.
Victor dice
Disculpe, cuales serian las desventajas de tener el servicio de agua intermententes.
Gustavo V. Vives Jiménez dice
La mejora a la eficiencia hidráulica por sectorización es un programa que ayuda mucho a recuperar los gastos hidráulicos de forma segura y rápida, economiza mayores inversiones y reduce los costos en energía. Un punto importante en mejorar el gasto de agua realmente producida contra la facturada, evitando fugas y robos del liquido en líneas. En México hace falta una reforma a la ley de Aguas nacionales que realmente ponga orden al consumidor y libere a los organismos operadores del cacicazgo político que implica ese orden por el cambio de votos electorales. Ojala pronto se de solución a estos temas y podamos hacer mas con lo que tenemos para mejorar el reparto efectivo del agua a la población.
El buen reparto del gasto implica dotar a mas población de forma continua evitando “tandeos” o intermitencia de suministro del agua.
SISARP - Instituto de Desenvolvimento e Gestão do Saneamento Rural dice
Há mais de 40 anos, a Região Metropolitana do Recife (RMR), no estado de Pernambuco, Brasil, convive com o fornecimento intermitente de água. A Companhia de Água oferece, diariamente, cerca de 15 metros cúbicos por segundo para uma população de aproximadamente 3,5 milhões de pessoas.
Esse cenário desafiador é resultado, entre outros fatores, da falta de priorização de investimentos em saneamento pelas autoridades públicas, altas perdas na distribuição, baixa eficiência gerencial e escassez hídrica. Contudo, em vez de se resignarem, os moradores da RMR demonstram uma notável criatividade e capacidade de adaptação diante dessa realidade.
Famílias, comerciantes, empresários e engenheiros projetistas desenvolveram soluções engenhosas para lidar com a intermitência no abastecimento. Uma das soluções mais difundidas e eficazes é a instalação de caixas d’água em cada imóvel, com capacidade para armazenar o equivalente ao consumo de três a cinco dias.
É importante destacar que o consumo médio na RMR gira em torno de 100 a 120 litros per capita. Isso permite que as caixas d’água, apesar de essenciais, não precisem ser grandes ou pesadas, podendo ser instaladas tanto em residências simples quanto em estruturas mais robustas. Em resposta à demanda, a indústria local passou a fabricar e comercializar, em larga escala, caixas d’água de poliuretano com capacidades que variam de 250 a 5.000 litros, disponíveis em qualquer loja de construção da região.
Após quatro décadas de experiência, muitas famílias já não percebem mais as interrupções no sistema de abastecimento. Hidraulicamente, essa solução é crucial, pois mitiga os impactos das variações nos dias e horários de maior consumo. Além disso, a Companhia de Água faz esforços contínuos para manter a produção confiável e ininterrupta, garantindo o reabastecimento das caixas d’água individuais durante cada ciclo de rodízio.
Assim, a engenhosidade dos recifenses, combinada com a resposta da indústria e da comunidade, transformou um problema crônico em uma oportunidade de inovação e resiliência, demonstrando que a adversidade pode ser enfrentada com soluções criativas e colaborativas.