Escrito por María Pérez Urdiales y Roberto Martínez-Espiñeira
En el corazón de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por los países miembros de las Naciones Unidas, se encuentra el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, dedicado a garantizar la disponibilidad de agua limpia y el saneamiento para todos. Dentro de este objetivo esencial, se destaca la Meta 6.1, que establece: “Para 2030, asegurar el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos”. Este enunciado subraya no sólo la importancia del acceso, sino también de la asequibilidad del agua, un recurso vital que debe estar al alcance de cada individuo, sin representar una carga financiera desproporcionada.
Pero antes es crucial abordar un punto llamativo y es que el indicador vinculado a este objetivo sólo monitorea la proporción de la población con acceso a una fuente de agua gestionada de forma segura, omitiendo considerar el aspecto de la asequibilidad. Es decir, considera únicamente la proporción de la población que utiliza servicios de suministro de agua potable gestionados sin riesgos.
Y este punto es importante porque, sin un indicador que mide esa meta, ¿cómo podemos evaluar nuestro progreso? o ¿cómo determinamos cuán lejos estamos de cumplirla? Es, por ende, un indicador insuficiente, pues se ha obviado el cómo se va a registrar el avance hacia el logro de parte de esta meta: si existe o no la capacidad de pagar por el agua en relación con los ingresos.
Una característica que es necesario añadir y que diferencia estos objetivos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) es la universalidad. Es decir, estos últimos solamente se enfocaban en países en vía de desarrollo mientras que los ODS consideran que todos los problemas tienen una relación entre sí, y que se deben de encarar desde todos los países.
Y ¿por qué es clave lo anterior? Porque a falta de un claro indicador de la Meta 6.1. que incluya la perspectiva de asequibilidad, se están generalizando los indicadores recientemente estudiados en la literatura económica tanto para el mundo desarrollado como para los países en vía de desarrollo.
¿Cómo medimos la asequibilidad?
Si nos fijamos en cómo se mide la asequibilidad, el enfoque más habitual está basado en el ratio de gasto en agua de red, normalmente identificado mediante su factura, sobre ingresos. Sin embargo, este indicador puede no reflejar la realidad de millones de personas en países en vías de desarrollo.
Esta discrepancia ha sido el punto de partida del estudio Water Affordability Measures Under Multiple and Non – Exclusive Sources in Latin America and the Caribbean (En español, Medidas de asequibilidad del agua bajo múltiples fuentes no exclusivas en América Latina y el Caribe) que hemos realizado desde el Banco Interamericano de Desarrollo sobre asequibilidad en América Latina y el Caribe (ALC) y en el que se comparan tres Ratios de Asequibilidad para cada hogar.
El primero de todos, el AR1 es el estándar del mundo desarrollado, centrado en cuánto se paga por la factura de agua de red y que, por tanto, implica tener acceso a este servicio, de calidad y de forma continua.
¿Tiene sentido aplicarlo en países donde parte de la población no está pagando facturas mensuales porque no tiene acceso al agua de red o dónde una familia puede acceder a ella durante menos de 2 días por semana y por una duración inferior a 9 horas al día? Lanzamos esta cuestión porque se hace necesario que, para medir la asequibilidad de agua en países en vías de desarrollo, se contemplen otros elementos como el gasto en fuentes alternativas; consideradas éstas como necesarias por los problemas de calidad del servicio de red.
Y es aquí donde entran los otros dos indicadores que hemos propuesto en este estudio:
- AR2 incluyendo el gasto de agua embotellada y de agua en red
- AR3 incorporando el gasto de los camiones cisterna más todo lo anterior.
Así de todo ello se desprende que ese indicador estándar, o AR1, no contempla situaciones habituales de países como los de América Latina y el Caribe (ALC) y donde los indicadores se deberían personalizar o adaptar según la situación o contexto de cada territorio.
Pero para poder calcular los indicadores adicionales propuestos de manera generalizada, existe una necesidad clara de tener unos datos fiables, comparables y que incluyan información sobre el gasto en todas las fuentes de agua, como los que hemos utilizado en este estudio mencionado anteriormente, gracias a la participación de la División de Agua y Saneamiento del BID en la encuesta AmericasBarometer 2020/2021.
Esperamos que todo esto sirva como punto de partida para avanzar en la medición de la Meta 6.1 y poder conocer así cuál ha sido el progreso de esta región no sólo en lo referente al acceso adecuado al agua, sino también en si es asequible o no para todos. Y ello es importante porque se estaría reafirmando una de las características intrínsecas de los ODS que hace relación a que “nadie se quede atrás”, garantizando un acceso justo y equitativo a este recurso.
Lea nuestra publicación
Le invitamos a leer la investigación Water Affordability Measures Under Multiple and Non – Exclusive Sources in Latin America and the Caribbean (En español, Medidas de asequibilidad del agua bajo múltiples fuentes no exclusivas en América Latina y el Caribe).
Standard water affordability measures that only account for expenditure on piped water are unlikely to adequately capture the situation of all consumers in developing countries, who often experience water service quality issues and must rely on coping strategies. We construct and compare a series of water affordability ratios including coping costs, and we also adjust these ratios by normative judgements about the need for coping strategies. We use nationally representative household-level data from 18 countries in Latin America and the Caribbean, providing, for the first time, a regional perspective on water affordability. We show that the share of income devoted to water expenses substantially increases when we consider coping costs, particularly affecting the bottom 20% of the income distribution. These findings should be of interest to policy makers aiming at promoting access to safe and affordable water as we also identify the characteristics associated with water affordability issues.
Autor invitado
Roberto Martínez-Espiñeira es catedrático de Economía en la Memorial University (Canadá). Es doctor en Economía Ambiental por la Universidad de York (Reino Unido) y una de sus principales líneas de investigación pasa por la estimación de funciones de demanda de agua. Ha publicado extensamente en una variedad de revistas internacionales sobre temas relacionados con la demanda, el precio y la conservación del agua, así como también sobre la equidad en la fijación del precio del agua y la asequibilidad del agua.
Zeev Wainmann dice
Estimada Srita Perez Urdiales, un verdadero placer.
La/los felicito por vurestra periodica actividad para con AMLAT en los diversos segmentos de la vida e infraestructuras, especialmente en lo que respecta al agua y sus aledanos.
Me presento, Me llamo Zeev Wainmann, cuento con mas de 40 anos de trabajo y experiencia en segmentos tecnologicos (tecnologia aeronautica, naval, aeroespacial) y cuento con 12 anos de experiencia en Intl. Marketing para estos segmentos.
En el ano 2015 me retire y pase a investigar el tema del agua hacia un futuro no tan prometedor.
Hoy soy enargado de Apertura de Mercados para paises Hispanoparlantes para un portafolio de tecnologias totalmente disruptivas para el segmento de agua.
Me gustaria dialogarlas con Uds.
Desde ya muy agradecido y deseandole el mejor de los EXITOS!