Uruguay ha iniciado la limpieza de la Bahía de Montevideo desde su origen. Invertir en redes de saneamiento y una planta de aguas residuales que ya no contaminarán el medio ambiente.
El Cerro, un barrio en los suburbios al oeste de Montevideo, toma su nombre del cerro sobre el que se erigió. La creciente comunidad rebosa de niños y hay un verdadero sentido de solidaridad. Shirley Maneiro, una antigua vecina del Cerro, dice que su pueblo es único. “Cruzas el puente al Cerro [desde Montevideo] y es como entrar a un pequeño país. Vivir en la periferia implica enfrentar una realidad diferente. Los problemas cotidianos son otros”, dice.
El Cerro, como muchos barrios periféricos de Montevideo, carecía de infraestructura de saneamiento integrada. “[Cuando] las aguas cloacales corren por las calles y cunetas, es realmente insalubre”, afirma Alejandra Bergeret, funcionaria pública de la Intendencia de Montevideo. Muchos vecinos del Cerro contaban con tanques sépticos que en ocasiones se desbordaban. Cuando Shirley tenía un tanque séptico, le preocupada que su hija jugara afuera. Y con justa razón. La exposición a aguas residuales está ligada a enfermedades severas transmitidas por el agua.
Cuando Shirley supo que la conectarían a la red de saneamiento gracias a un proyecto del BID, finalmente se sintió parte de la ciudad. “[Ahora] cuento con un servicio básico que toda la gente en el mundo debería tener, como debe ser”, sostiene. La historia de Shirley es solo un ejemplo entre 300.000 residentes al norte y este de Montevideo, que recientemente han obtenido acceso a infraestructura de saneamiento a través de un proyecto del BID.
Pero formar parte de la red de saneamiento no es lo único. Actualmente, las aguas residuales de la mitad occidental de Montevideo aún se vierten directamente en la bahía, sin tratamiento previo. Como resultado, la Bahía de Montevideo y las playas circundantes están en peligro. Héctor Núñez, un guardavida desde hace más de 30 años en la playa del Cerro, fue testigo del cambio en la salud ecológica de la bahía. Cuando era más joven, veía cómo los pescadores iban al Cerro a practicar pesca deportiva. En los últimos tiempos, sin embargo, pocas personas pescan allí. Núñez toma la disminución en la cantidad de peces como un indicador: “si vives en un área donde hay bastantes peces, eso quiere decir que las aguas son saludables. De lo contrario, existe un problema”, advierte. Esta contaminación también amenaza a otros ecosistemas, ya que es transportada por el Río de la Plata.
El BID ha estado trabajando activamente con el gobierno de Montevideo en su saneamiento desde la década de 1980. En 1995, la ciudad definió prioridades de inversión en saneamiento hasta 2035. Junto al BID, desarrollaron múltiples planes integrales de saneamiento urbano para extender la red de saneamiento y reducir la contaminación de los cursos de agua. Entre estos planes, se incluyó el tratamiento de las aguas del este de Montevideo. Ahora el BID está apoyando esfuerzos locales para el tratamiento de aguas residuales en el oeste de la ciudad, donde viven Shirley y Héctor.
En septiembre de 2020, Montevideo presentó su proyecto de saneamiento más ambicioso de los últimos 40 años: un sistema que recoge, trata y desecha la mitad de las aguas residuales de la ciudad. Este sistema toma el lodo, vinculando todos los puntos de descarga, y lo entrega a la planta de pretratamiento en Punta Yeguas. Luego, el agua tratada es canalizada a través de un emisario subterráneo para ser liberada y diseminada de modo tal de no poner en riesgo a los ecosistemas aledaños.
Gracias a este proyecto, la bahía de Montevideo ya no recibirá lodo sin tratar de toda la ciudad, transformando a la capital uruguaya en una realidad en la que todos los vecinos cuentan con acceso a saneamiento.
Héctor Núñez vaticina una cadena de eventos positivos una vez que el proyecto se encuentre completamente operativo: “la calidad del agua mejorará significativamente. Las personas podrán nadar sin preocuparse y vendrán más turistas a pescar o disfrutar de la playa”. Al concluirse el proyecto, más del 90 por ciento de la población tendrá acceso a saneamiento, un logro que otras ciudades de América Latina aún tienen por delante.
Esta historia está llena de lecciones aprendidas. Próximamente publicaremos una nota técnica con los detalles de esta experiencia desafiante e inspiradora. ¡Sigan atentos!
¡Excelente noticia! Las redes de saneamiento y una planta de aguas residuales que no contaminen el medio ambiente se convierten en un aspecto fundamental para las ciudades, por eso empresas como Lintek que crean soluciones para el sector de los servicios públicos permiten ejecutar esos sistemas de la mejor forma, optimizando estos servicios .