La pandemia nos tomó desprevenidos. En una época en la que el acceso a agua y saneamiento era fundamental para combatirla, muchos en América Latina y el Caribe carecieron de estos servicios básicos. A su vez, la mayor parte de los entes prestadores no contaba con protocolos de seguridad ni con el equipamiento de seguridad necesarios para sus trabajadores. Asimismo, las medidas de solidaridad económica relacionadas con el pago de las facturas –aunada con la necesidad de abastecer de agua potable a la mayor parte de la población que no tenía acceso a ella– debilitó la situación financiera de las empresas. En efecto, esta pandemia nos recalcó la importancia de contar con servicios eficientes y sostenibles, y la de asegurar que nuestra infraestructura debe ser resiliente, particularmente en un contexto de cambio climático.
Hoy está demostrado que muchos de los efectos del cambio climático son irreversibles y que sus consecuencias –sequías e inundaciones– serán más intensas y frecuentes, afectando principalmente a la población que se encuentra en situación vulnerable. En nuestra región, muchas ciudades han sufrido los embates de fuertes sequías, los efectos de los huracanes, y los deslizamientos de tierras que han cobrado la vida de cientos de ciudadanos y dañado nuestra infraestructura,
Nuestra región es privilegiada con recursos hídricos. Consecuentemente, sequía no debería ser sinónimo de escasez de agua y lluvias torrenciales, como con frecuencia acontece. No debería ser sinónimo de pérdidas humanas o materiales. Tenemos que hacer ajustes importantes en la gobernanza de nuestros recursos hídricos para hacer frente a los efectos del cambio climático y a las crisis externas.
La seguridad hídrica es un tema clave para el futuro de nuestra región. Teniendo un tercio del agua fresca del mundo y dado que gran parte de nuestras principales exportaciones dependen de fuentes confiables de agua, podemos inferir que nuestra economía fluye gracias al agua. En este sentido, es clave destacar la importancia de nuestras cuencas transfronterizas, es decir, compartidas entre dos o más países. El 71 % de nuestras aguas superficiales están en cuencas compartidas y ocupan el 60 % de nuestro territorio, donde habita más del 40 % de nuestra población. En otras palabras, seguridad hídrica e integración van de la mano. En este ámbito estamos apoyando la consolidación de un marco institucional importante en el que se destacan la Organización del Tratado Amazónico, el Trifinio y la Cuenca del Plata.
Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), somos testigos de cambios importantes liderados por nuestros países. Estamos apoyando cambios de paradigma, tanto en la operación de nuestras redes de abastecimiento, al mejorar su eficiencia a través de la digitalización y la innovación tecnológica, como en la adopción de soluciones de saneamiento no convencionales que priorizan el acceso de la población y el impacto ambiental, así como en la seguridad hídrica de nuestras cuencas transfronterizas.
El Congreso Latinoamericano de Saneamiento (LATINOSAN), se lleva a cabo cada tres años y esta vez el Estado Plurinacional de Bolivia asumió ser la sede para su realización y organización. Los cuatro ejes estratégicos de LATINOSAN son la inversión, la gobernanza, la gestión e innovación y la gestión integrada de recursos hídricos. LATINOSAN acogerá a más de 500 participantes, contará con 80 expositores y asistentes presenciales procedentes de organismos gubernamentales, operadores de servicio, organizaciones internacionales, universidades, sector privado, y organismos donantes que serán parte de las 24 sesiones y de los 19 eventos complementarios.
Las sesiones estarán estructuradas para cubrir de manera integral los conceptos de seguridad hídrica. Algunas de las iniciativas que impulsamos desde el BID y serán presentadas son:
– Fuente de Innovación es una alianza del Grupo BID con socios externos para promover el desarrollo y la adopción de soluciones innovadoras en el sector de agua, saneamiento y residuos sólidos para lograr servicios inteligentes, inclusivos y sostenibles, con un foco en los proveedores de servicios en América Latina y el Caribe. Fuente de innovación es financiada por el Gobierno de Suiza a través de su Secretaría de Estado de Economía (SECO), por la Fundación FEMSA, y cuenta con el apoyo del Gobierno de Israel. La alianza se complementa también con contribuciones directas de BID Lab y de la Division de Agua y Saneamiento, y coordina directamente con el Aquafund, el fondo creado con capital del BID y al que contribuyen una amplia gama de socios del sector público y privado.
– Saneamiento óptimo es una iniciativa del Banco que promueve soluciones de saneamiento eficientes y adecuadas a los contextos geográficos y sociales de las comunidades, incrementando el acceso y calidad de los servicios de saneamiento en la región. Saneamiento Óptimo cuenta con el importante apoyo de la Unión Europea y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través del Programa de Cooperación LAIF-BID y los recursos provenientes del Fondo para Inversión en América Latina (LAIF) de la Comisión Europea. Adicionalmente, cuenta con el apoyo de los múltiples donantes que integran el Aquafund.
– Los Fondos de agua son mecanismos financieros, de gobernanza y de gestión que integran a los actores relevantes de una cuenca para promover la seguridad hídrica de una zona metropolitana a través de acciones de conservación (soluciones basadas en la naturaleza o infraestructura verde). En 2011, The Nature Conservancy (TNC), junto con Fundación FEMSA, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM), formaron la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua para promover la creación y fortalecimiento de Fondos de Agua.
– El Observatorio para América Latina y el Caribe de Agua y Saneamiento (OLAS)es una plataforma digital que recopila información relevante del sector de agua y saneamiento en la región y contribuye al monitoreo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados. El OLAS cuenta con la participación de las agencias e instituciones sectoriales de agua y saneamiento de 19 países de la región de América Latina, además del apoyo para su diseño e implementación de las siguientes instituciones: Oficina Regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Agencia de Cooperación Técnica de la Embajada de Suiza (COSUDE) y Saneamiento y Agua para Todos (SWA).
Sigamos entonces avanzando juntos para avanzar en el cumplimiento de los ODS y alcanzar servicios universales, sostenibles, inclusivos, y de calidad para todos.
Este texto fue publicado en el diario Los Tiempos de Bolivia el 13 de octubre de 2022.
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