La gestión transparente e íntegra es fundamental para la sostenibilidad del sector de agua y saneamiento (AyS). Pero, claro, es más fácil decirlo que hacerlo, y lograrlo implica afrontar diversos desafíos.
Maria Fernanda Sampedro, Alejandro Minatta, y Jacopo Gamba son coautores de este blog.
Primero, las instituciones deben estar comprometidas a ello, y segundo deben motivar para que los actores del escenario en el que operan, compartan y apliquen ese compromiso o por lo menos se encaminen hacia ese propósito.
El soborno es un fenómeno generalizado que socava un buen gobierno, obstaculiza el desarrollo y distorsiona la competencia. En el sector de AyS que demanda altos niveles de inversión, los riesgos de incurrir en prácticas corruptas es relevante, motivo por el cual decidir y actuar en consecuencia, para afrontar los riesgos de soborno y corrupción es una obligación. Si no se actúa, los principales afectados son los ciudadanos, a quienes finalmente se les restringe el derecho a contar con servicios públicos de calidad y asequibles.
Existen diferentes herramientas y sistemas que permiten evaluar y orientar el desempeño de las empresas prestadoras, entes reguladores del servicio de provisión de agua y saneamiento, así como otras entidades vinculadas a ellas, desde diferentes perspectivas, lo que permite identificar tanto oportunidades de mejora como debilidades estructurales y organizacionales.
El Análisis Mundial y la Evaluación del Agua Potable y el Saneamiento, los Indicadores de Gobernanza del Agua de la OECD, la Red Internacional de Comparaciones para Empresas de Agua y Saneamiento y el Sistema de Evaluación y Caracterización para Prestadores de Servicios de Agua y Saneamiento AquaRating, son parte de las herramientas específicas para el sector de AyS, a la cuales se pueden sumar estándares internacionales como las Normas ISO: 9001 (Sistemas de Gestión de la Calidad), 26000 (Guía sobre Responsabilidad Social), 37001 (Sistemas de Gestión Antisoborno), 24510 (Actividades relacionadas con los servicios de agua potable y de agua residual, directrices para la evaluación y la mejora del servicio a los usuarios), y la 24512 (Actividades relacionadas con los servicios de agua potable y de agua residual – directrices para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua potable y para la evaluación de los servicios de agua potable).
En particular, la Norma ISO 37001 proporciona una guía para que las organizaciones establezcan, implementen, mantengan, revisen y mejoren un Sistema de Gestión Antisoborno, a fin de prevenir, detectar y enfrentar el soborno en la gestión institucional que desempeñan. Al igual que otros estándares internacionales esta Norma puede ser aplicada a toda la organización o a una parte de ésta, independientemente del tipo, del tamaño y de la naturaleza de la actividad, ya sea en los sectores público, privado o sin fines de lucro. Si bien esta norma guarda en su estructura y en varias de sus cláusulas, elementos ya conocidos para sistemas de gestión, a la presente fecha, cuatro años desde la emisión de la norma, es difícil encontrar organizaciones que hayan sido o tengan la voluntad de certificarse bajo este paraguas.
En el contexto antes descrito y como ejemplo de buena práctica, cabe mencionar el caso del Banco de Desarrollo de Ecuador B. P. (BDE B.P), que desempeña un rol fundamental en el financiamiento de infraestructura y servicios básicos, en particular en el sector de agua y saneamiento (que representa casi el 40% de sus operaciones a lo largo de más de 40 años existencia).
En marzo de 2019 el BDE B.P. tomó la decisión de emprender la implementación y certificación de su Sistema de Gestión Antisoborno (SGA) con base en la Norma ISO 37001:2016, dando muestra del valor que le asigna a la transparencia e integridad de su gestión.
A través de esta certificación, el BDE B.P. no solo busca mejorar su gestión, sino que también procura agregar valor y motivar a todos sus clientes para poner en práctica acciones concretas de lucha contra el soborno y la corrupción. Como parte del SGA en septiembre de 2019 el BDE B.P. suscribió un convenio de cooperación interinstitucional con la Secretaría Anticorrupción y la Asociación de Municipales del Ecuador (AME) con el objetivo de facilitar recursos para la implementación y certificación del SGA en los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) Municipales del país, que forman parte de los principales clientes del Banco.
Finalmente, como resultado del apoyo que el BID ha venido prestando, el pasado 12 de octubre del 2020, la Société Générale de Surveillance (SGS) otorgó al BDE B.P. la certificación de su SGA, conforme al cumplimiento de los requisitos de la Norma ISO 37001:2016, cuyo alcance es integral y completo, pues comprende la gestión de financiamiento, gestión de asistencia técnica, desarrollo e implementación de productos y programas, gestión de fondos, captaciones e inversiones, incluyendo sus procesos estratégicos y de apoyo, a nivel nacional.
La naturaleza del servicio del BDE B.P. y la experiencia y asesoría que ahora puede otorgar a sus clientes son un ejemplo que a través de su diseminación, deben ser replicados por el resto de participantes del sector de AyS, pues cada uno cumple un rol fundamental en favor de la transparencia e integridad.
Entre las lecciones aprendidas del proceso de implementación de este tipo de iniciativas, cabe destacar las siguientes: blindar su puesta en marcha mediante su inclusión en el plan estratégico de la organización y su efectivo mantenimiento a través de su validación por parte de las máximas autoridades; diseñar su implementación sustentado en las capacidades de la organización y mejores prácticas de gestión de proyectos (PMP); mantener una comunicación clara basada en un discurso común día tras día; gestionar la colaboración de entidades con incentivos comunes en el fortalecimiento de la transparencia e integridad; institucionalizar la medicación periódica de la percepción de la transparencia en la gestión del Banco por parte de sus funcionarios y socios de negocio, como medio para capturar oportunidades de mejora o desviaciones a más del canal de denuncias definido para el efecto: transparencia@bde.fin.ec; reclutar de manera exhaustiva los socios técnicos para su puesta en marcha, con experiencia efectiva en sistemas de gestión y a costos razonables; e implementar un sistema que cubre a toda la organización, a pesar de ser un mayor reto y requerir más tiempo de implementación.
El BID ha venido realizando diversas acciones en conjunto con su socio de largo plazo la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con Aquafund y el Fondo de Transparencia. Diversos operadores de servicio de agua y saneamiento han recibido apoyo en la temática de integridad, como por ejemplo CEA de Querétaro (México) y AySA de Buenos Aires (Argentina), así como también reguladores como es el caso de ERSSAN en Paraguay.
Si bien resta mucho esfuerzo para seguir avanzando y consolidar una gestión de integridad plena en la región de América Latina y el Caribe, afortunadamente más y mejores ejemplos emergen anualmente en América Latina y el Caribe. Todo lo anterior contribuye a generar modelos de rol, allanar obstáculos, así como incentivar e impulsar a otros a sumarse y recorrer el mismo camino.
Para conocer más, consulte nuestra publicación “Control y gestión de la integridad en el sector de agua y saneamiento a través de los sistemas de evaluación del desempeño”.
Valentina dice
Como ustedes lo mencionan, la gestión transparente e íntegra es fundamental para la sostenibilidad del sector de agua y saneamiento, es importante que se regule de la forma adecuada y que se busque aquellas instituciones que puedan favorecer estos procesos y lleven un excelente seguimiento, optimizando los procesos y que impacten a través de sus herramientas tecnológicas en estas gestiones.
Gloria Almeyda dice
Me gustaría participar en este curso. Actualmente soy, como ciudadana, de la Veeduria del Agua, Medio Ambiente y EOT (Esquema de Ordenamiento Territorial) del municipio (rural) Barichara (departamento de Santander), Colombia. Es una comunidad rural de unos 7000 habitantes. El área urbana de unos 3.000 residentes y el área rural el resto. Es un municipio con graves problemas de agua por mala gestión de las instituciones responsables que se añade a un problema de escacez de agua.