Los especialistas están innovando en agua y saneamiento, aún durante la pandemia. Las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial (4RI) poseen un enorme potencial para mejorar los servicios y brindar infraestructura de lavado de manos y saneamiento para todos.
Los desafíos de agua y saneamiento son significativos en América Latina y el Caribe (ALC). A pesar de que la región posee alrededor de un tercio del agua potable mundial, muchos países luchan por alcanzar la seguridad hídrica universal. Solamente el 75% de la población de ALC cuenta con agua potable gestionada de manera segura, y tan solo el 31% goza de saneamiento gestionado de manera segura. Las sequías persisten en múltiples naciones, particularmente en el Corredor Seco y en Chile.
A nivel mundial, los países deberían invertir US$114.000 millones al año para extender los servicios de agua y saneamiento de calidad a toda la población para 2030. Mientras que estos recursos no están disponibles en ALC, “existen soluciones innovadoras que pueden ayudarnos a cerrar la brecha, brindando servicios mejores, más veloces y a menores costos” afirma Marcello Basani, Especialista del Sector Agua y Saneamiento del BID. La innovación se encuentra en el núcleo de las soluciones a este problema y puede ayudar a que los países alcancen el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS6), que persigue garantizar el acceso universal a agua y saneamiento y poner fin a la defecación al aire libre para el año 2030.
¿Cómo puede la innovación rediseñar el agua y saneamiento en ALC?
El BID ha estado activamente involucrado en la difusión de innovación en ALC trabajando de manera directa con nuevos emprendimientos y lanzando varios productos “caseros”, incluyendo HydroBID, AquaRating y modelos de nexos agua-energía-alimentos. Según el recientemente publicado informe titulado “Desarrollo en las Américas” (DIA 2020), los avances en digitalización y tecnologías ofrecerán a los usuarios más control sobre el suministro, la calidad y la generación de los servicios de agua. Los “prosumidores” (a la vez productores y consumidores) podrán definir los horarios y cantidad de suministro que requieran, y a su vez notificar defectos de la infraestructura, en tiempo real.
Las innovaciones tecnológicas pueden mejorar la gestión de los recursos hídricos, evitando su derroche y atendiendo las fugas, lo que impulsaría el crecimiento económico. La innovación facilitará el acceso igualitario y eficiente a recursos hídricos a los más pobres de la región, asegura Tomás Serebrisky, Asesor Económico Principal del Departamento de Infraestructura y Medio Ambiente del BID.
La Cuarta Revolución Industrial (4RI) introdujo tecnologías que fusionan las esferas físicas, digitales y biológicas, impactando en todas las disciplinas, economías e industrias, incluso desafiando qué significa ser humano. Entre ellas, la Inteligencia Artificial, Big data, la Internet de las Cosas (IoT), Blockchain, Drones, Sensores Remotos y Realidad Virtual y Aumentada están transformando el sector de agua y saneamiento en términos de respuestas a fugas, gestión de recursos, oferta de acceso y desarrollo de resiliencia.
Combatir las fugas. En el terreno de la Inteligencia Artificial, WatchTower Robotics lanzó robots para que exploren las tuberías en busca de fugas de hasta 1 galón por minuto y con un margen de error de 1 pie de distancia, y simultáneamente realicen mapas 3D de las redes de tuberías. Recientemente, Anglian Water empleó drones de escaneo térmico para identificar fugas basándose en la diferencia de temperatura entre el agua que sale de las tuberías y la tierra a su alrededor. Esto puede dar lugar a impactos positivos significativos, ya que hasta el 20% del agua potable mundial se pierde por fugas. Retener este agua ayudaría a mejorar el acceso, especialmente en zonas afectadas por sequías.
Gestionar recursos. La herramienta HydroBID del BID apoya la gestión y planificación de recursos en toda la región, midiendo los efectos de diferentes escenarios climáticos, de uso de las tierras y de población sobre las reservas de agua. Los especialistas del agua pueden utilizar esta inmensa cantidad de información para definir patrones y diseñar mejores políticas, afirma Basani. En Uruguay, CTAgua se basa en Internet de las Cosas y Big Data para ayudar a que empresas, institutos técnicos y universidades puedan enfrentar los principales desafíos hídricos del país.
Brindar acceso. Banqu emplea tecnología de blockchain para conectar a personas en condiciones de extrema pobreza con cadenas de suministro mundiales. Se les otorga a las personas más necesitadas del mundo identidades económicas probadas e identificables que les permiten realizar un seguimiento de sus transacciones a través de internet. AquaRating, otra herramienta desarrollada por el BID, ofrece una evaluación de desempeño completa de los servicios tomando indicadores, mejores prácticas e información fiable. En 2019, 90 empresas en 27 países de ALC utilizaron AquaRating. Al asociarse con DroneDeploy, Techo, una compañía brasileña, fue capaz de mapear y contabilizar la cantidad de familias en un asentamiento específico, para garantizar que tuvieran acceso a agua dulce.
Generar resiliencia. En Singapur, MeshMinds trabajó junto al artista André Wee para crear una experiencia inmersiva en un océano virtual con criaturas plásticas, de manera que los participantes lo “limpiaran”. A raíz de esto, el público tomó conciencia de la magnitud del desafío de combatir los residuos marinos. El BID también ha trabajado junto a universidades para crear modelos de nexos agua-energía-alimentos que puedan apoyar mejores tomas de decisiones en estos sectores.
Cada una de estas tecnologías facilita la toma de decisiones de agua y saneamiento basada en datos y promueve la resiliencia climática en toda la región. Sin embargo, todo gran paso implica también grandes desafíos. El principal es cómo proteger estas nuevas redes. La privacidad, propiedad y seguridad de los datos se están volviendo cada vez más importantes. Asimismo, muchas poblaciones de escasos recursos carecen del acceso a las tecnologías necesarias para el uso de estas herramientas.
En palabras de Marcello Basani, “aún tenemos mucho trabajo por delante”. Muchos servicios en ALC aún no están automatizados o conectados a redes en línea para el control de pagos o calidad. Para que funcione la innovación tecnológica, debe ir acompañada de transformaciones sociales y organizativas. Estas tres áreas se deben apoyar recíprocamente. Sergio Campos, Director de la División de Agua y Saneamiento del BID, concuerda: “el desafío será implementar infraestructura hídrica inteligente” para satisfacer la demanda del futuro, afirma. El BID continuará apoyando a la región para que pueda hacer frente a los obstáculos, implementando proyectos y ofreciendo herramientas de conocimiento e innovación.
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Walter Santos dice
Excelente documento
Estevan Gomez dice
Me parece muy buena la actualizacion de información, saludos cordiales