por Fidel Enrique Mondragón Garcia*
El pasado mes de junio, tuve la oportunidad de participar durante una semana en el encuentro mundial de jóvenes líderes ambientalistas Global Power Shift, que se realizó en Estambul, Turquía. El evento tuvo como objetivo definir una estrategia mundial para lograr economías libres de carbono a través de impulsar movimientos nacionales de jóvenes innovadores que cambien la forma de emprender campañas ambientales. Durante el evento presencié de todo, desde colegas de las islas del sudeste asiático haciendo el ritual Haka para mostrarnos que están en pie de lucha contra el cambio climático, hasta largas reuniones discutiendo cuál debería ser la esencia de nuestros esfuerzos a nivel mundial.
Eventos como este son un espacio fresco para que jóvenes de todas las latitudes lleven a cabo sus más locas ideas—esas que cambian al mundo. Son un espacio en donde aprendemos entre pares, donde crecemos profesional y personalmente; pero sobre todo, son un espacio que nos permite soñar juntos. Este espacio no sería posible sin las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y los miles de jóvenes voluntarios que participan en ellos años con año.
Muchas veces la sociedad, sobre todo la latinoamericana, ve al voluntario como alguien que regala su trabajo. La realidad es que no hay mejor forma de empezar a posicionarte en el mundo “real”, fuera del aula de clases, que siendo voluntario en una OSC. Las posibilidades entonces son infinitas. Es un estilo de vida que te hace crecer en lo profesional (más del 60% de las personas que inician como voluntario terminan recibiendo un sueldo) y en lo personal. Ser voluntario no solo te forma, también te brinda la oportunidad de conocer a cientos de personas que comparten el mismo objetivo que tú; esto te llena de motivación y te demuestra que cumplir un sueño no se trata de suerte sino de trabajar en equipo.
Global Power Shift es solo una muestra de que las causas tienen personas en todo el mundo trabajando y que, por tanto, al sumarte te estás sumando a un equipo. La pregunta entonces es ¿quieres ser parte de este equipo? Si es así, empieza por acercarte a las organizaciones locales o inicia la tuya. Los jóvenes como sociedad civil organizada podemos lograr que los sueños y anhelos de una época se vuelvan realidad.
* Fidel Enrique Mondragón estudió Política y Administración Pública teniendo como principal línea de investigación los diseños institucionales para la administración del agua y las políticas públicas entorno al recurso. Cuenta con 8 años de experiencia colaborando en diversas iniciativas de la sociedad civil joven a nivel nacional e internacional. Es fundador del Movimiento Agua y Juventud México, del cual es coordinador nacional y parte de la coordinación para América Latina de la organización. Actualmente dirige el Centro de Ideas y Acciones Locales por el Agua.
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