El metano es el segundo gas de efecto invernadero (GEI) más abundante en la atmósfera, después del dióxido de carbono (CO2), pero además tiene una capacidad potencial de atrapar 80 veces más el calor del sol que el CO2.
Este compuesto no tiene olor ni color, y se genera tanto de forma natural como por actividades humanas. Aunque el metano ha tomado relevancia en los últimos años, sus emisiones se han duplicado desde la era preindustrial, lo que ha contribuido significativamente al cambio climático y a la contaminación del aire, que aún puede empeorar.
Entre mayores son las emisiones de metano, más aumenta la temperatura en el planeta y si no lo atendemos a tiempo:
- Acelerará el deshielo de polos y glaciares y la subida del nivel del mar, que causará el desplazamiento de poblaciones en zonas costeras.
- Se perderán hábitats naturales para las plantas y animales
- Afectará la infraestructura por eventos climáticos adversos como las sequías e inundaciones extremas.
- Pondrá en peligro la seguridad alimentaria.
- Incidirá en la salud pública de la población.
Gestión eficiente de residuos, una solución efectiva en el corto plazo para combatir el cambio climático
Para mitigar el cambio climático hay que incluir acciones para evitar y reducir las emisiones de metano. Este gas es de vida corta, lo que significa que, con toda acción que hagamos ahora, podremos tener cambios positivos significativos en menos de 15 años, a diferencia de otros gases que permanecen en la atmósfera por periodos más largos.
Son varios los sectores que generan metano en el mundo, dentro de estos la gestión de los residuos sólidos y las aguas residuales ―sector responsable de 20% de la generación de emisiones a nivel global― es el sector con mayores áreas de oportunidad para poner en práctica acciones que den resultados positivos a corto plazo para disminuir las emisiones de este gas, además de los múltiples beneficios sociales, ambientales y económicos.
En dicho sector, el metano se genera por la descomposición de residuos de alimentos y otros desechos orgánicos en rellenos sanitarios o los botaderos a cielo abierto, cuando no hay presencia de oxígeno. Estas emisiones ocurren a diario: cuando ordenamos comida y no consumimos todos los alimentos, ni buscamos que sean aprovechados, o cuando empleamos materiales plásticos, los cuales requieren la explotación de combustibles fósiles para ser fabricados.
La gestión de residuos sólidos nace porque como usuarios originamos desechos. Aplacar sus efectos en las emisiones de metano y, por ende, en el cambio climático, es un proceso que empieza desde nuestras casas al modificar nuestra forma de manejar los desechos y adoptar hábitos responsables de consumo.
Además, los residuos se deben recoger de manera diferenciada para evitar que estos lleguen a los sitios de disposición final. A su vez, los rellenos sanitarios existentes deben instalar sistemas para capturar el metano, ya que este puede ser aprovechado como combustible para vehículos e industrias, e incluso para generar electricidad.
Implementar estas medidas requiere del compromiso de los gobiernos, organismos multilaterales y, sobre todo, de los ciudadanos, demandando una buena gestión de residuos y haciéndola nuestra práctica.
5 consejos para contribuir a disminuir las emisiones de metano en nuestra vida diaria
- Reduce el desperdicio de alimentos en tu hogar y compra los productos de forma más consciente. En la medida en que consumimos y desechamos más, incrementamos la generación de residuos.
- Separa los residuos: lo orgánico, lo reciclable y lo que no se puede aprovechar.
- Puedes hacer composta con los residuos orgánicos de manera que puedan ser aprovechados como abono.
- Aminora el uso de plásticos, recíclalos adecuadamente y llévalos a sitios especializados junto con materiales como el cartón, vidrio o papel.
- Promueve que el gobierno o representante de tu localidad, o tu prestador de servicio de limpieza, implementen rutas de recolección diferenciada para los residuos orgánicos.
Convocatoria de Propuestas
El BID invita a los gobiernos subnacionales o nacionales, y a los operadores públicos o privados de sistemas de gestión de residuos sólidos de los 26 países miembros prestatarios a presentar propuestas para la elaboración de los estudios de proyectos de residuos sólidos municipales que permitan mitigar o evitar las emisiones de metano y permitan avanzar hacia la economía circular. La convocatoria, anunciada durante el Foro Global del Metano, busca financiar estudios de pre-inversión para proyectos tales como:
- Prevenir la generación de residuos sólidos municipales. Evitar la disposición de residuos sólidos municipales mediante la prevención de la generación en la fuente, el tratamiento y valorización (como compostaje, digestión anaeróbica, procesamiento, etc.).
- Cierre de sitios de disposición final inadecuada con proyectos de mitigación de emisiones de metanos. Erradicar la disposición final inadecuada de residuos sólidos municipales mediante el cierre de botaderos a cielo abierto y la desviación hacia sistemas la valorización y gestión adecuada y en donde se incluya la captura activa del de biogás y preferiblemente su utilización.
- Capturar y utilizar el biogás de rellenos sanitarios. La captura activa y utilización del biogás de rellenos sanitarios implica recolectar y reutilizar el biogás que se genera por la descomposición de residuos orgánicos y emplearlo como fuente de energía.
- Digitalizar la infraestructura del sector de residuos sólidos. Implementar inteligencia artificial, inteligencia empresarial u otras tecnologías para actividades de gestión de residuos (recolección, transporte, valorización, etc.) que demuestren que con su implementación se logrará evitar o mitigar las emisiones de metano generadas en los sistemas de gestión de residuos sólidos respectivos.
¡Aplica hoy!
Visita el sitio web del BID para enviar tu propuesta y ser parte de la solución:
Hasta el 17 de junio de 2024.
Too Good to Waste: El BID se compromete con la disminución de emisiones de metano
Desde 2021, más de 150 países –entre ellos 18 de América Latina y el Caribe– han firmado el Compromiso Global por el Metano (GMP, por sus siglas en inglés), un esfuerzo que tiene como meta disminuir 30 % de las emisiones de metano para 2030.
El BID ha incorporado este compromiso a su trabajo, tanto con iniciativas a lo interno y externo de la institución como con la aprobación de créditos de operaciones de gestión de residuos sólidos.
En este sentido, una de las iniciativas más destacadas aprobadas en 2023 por el BID es Too Good To Waste, cuyo objetivo es apoyar a los países miembros con el financiamiento y la ayuda para la implementación de proyectos que persigan mejorar la gestión de los residuos sólidos y contribuir a la meta del GMP.
En el mundo también se están desarrollando esfuerzos muy interesantes para detectar fugas de metano en tiempo real usando satélites como por ejemplo el sistema MARS – Methane Alert and Response System de IMEO, la iniciativa MethaneSAT con el satélite de EDF, Carbon Mapper, GHGsat con SRON, entre otros. Se destaca el trabajo en conjunto del Global Methane Hub con Google.org, GHGsat, SRON y Carbon Mapper quienes lanzaron en la COP28 el Waste MAP, donde se pueden ver las plumas de emisión de metano generadas en los sitios de disposición final de residuos sólidos. Adicionalmente, el pasado 4 de marzo fue puesto en órbita el MethaneSAT y pronto entrarán en operación dos satélites adicionales de Carbon Mapper.
¡Lograr el objetivo es tarea de todos! Te invitamos a conocer en detalle las buenas prácticas para reducir las emisiones de metano en el primer episodio del podcast “Claro como el agua”.
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