Mejorar los índices de gestión de los residuos sólidos en América Latina y el Caribe (ALC) ayudará a asegurar mejores condiciones de salud pública a la población, aportar a la reducción de la emergencia climática y aportará a la reactivación de la economía y la generación de empleos verdes.
En la División de Agua y Saneamiento (INE/WSA) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nos encontramos actualizando nuestro Marco Sectorial 2021 – 2023, el cual tiene como objetivo identificar los principales desafíos y a partir del estudio de experiencias y lecciones aprendidas definir las líneas de trabajo prioritarias para los países de la Región en el sector de agua, saneamiento y residuos sólidos.
En América Latina y el Caribe, anualmente se generan alrededor de 216 millones de toneladas de residuos sólidos municipales (RSM). De esto 52% corresponde a residuos orgánicos, mientras que el 19% son materiales con mayor potencial de ser reciclados, como papel, cartón, vidrio y metales, adicionalmente, de los plásticos que representan el 12% del total. En términos de prestación del servicio de recolección de RSM, la Región cuenta con una cobertura nominal del 95% para el área urbana y del 76% para el área rural. Asimismo, existe un escaso manejo diferenciado de corrientes y fracciones de residuos. Respecto a la disposición final de los RSM, el 56% son llevados a rellenos sanitarios, mientras que cerca del 40% se disponen inadecuadamente en botaderos a cielo abierto y con escaso control (referidos como vertederos en varios países de ALC) y sólo el 4.5% son reciclados.
Recientemente realizamos un taller virtual, para discutir el sub-sector de residuos sólidos, en el cual contamos con la participación de actores de los diferentes países y durante el cual recibimos sus ideas y aportes. que pueden ver acá
¿Qué desafíos enfrenta el sector para mejorar la gestión de residuos sólidos?
En términos de gobernanza, existen desafíos en cuanto a la planificación de acciones concretas y realizables por gobiernos nacionales y municipales, si bien en muchos países los municipios están obligados a elaborar planes de gestión de residuos, la implementación de estos no siempre está asegurada. También se evidencian dificultades en la identificación y estructuración de soluciones técnicas que mejor se adecuen a las necesidades y capacidades de municipios y regiones. La región necesita instrumentos regulatorios y al mismo tiempo fortalecer los organismos encargados de vigilar, monitorear y asegurar que las normas se implementen. Así mismo, es hora de fortalecer el desarrollo de la reglamentación de la actividad de valorización[1] de residuos, al tiempo que se promueve la economía circular. Los esquemas de responsabilidad extendida y/o compartida del productor están tomando cada vez más importancia en los diferentes países, como Chile, Colombia y Uruguay, donde recientemente se han establecido obligaciones y metas de recuperación de envases a los productores y fabricantes. Se requiere contar con sistemas de información de datos y cifras oficiales que faciliten el monitoreo y la evaluación de la gestión, así como el diseño y la medición del impacto de diferentes iniciativas y programas.
En cuanto a la gestión y financiamiento, es preciso asegurar la sostenibilidad financiera de la etapa operacional de los diferentes proyectos, estudios recientes de la División (INE/WSA) destacan que, en la estructura de costos del servicio actual, el 15% está destinado a la inversión inicial (CAPEX), mientras que el 85% a la operación y mantenimiento (OPEX). Es necesario también mejorar los esquemas de cobro del servicio, considerando que actualmente, las tasas aplicadas cubren menos del 50% de los costos.
En lo que respecta a la sostenibilidad ambiental y resiliencia, la gestión inadecuada de residuos sólidos genera riesgos importantes para la salud pública, el medio ambiente y el desarrollo económico, con mayor impacto en poblaciones vulnerables y de escasos recursos. Aproximadamente, el 10% de las emisiones de CO2eq de la región corresponden al sector de residuos sólidos y a los procesos industriales. Territorios con vocación turística como playas, se están viendo fuertemente afectados por la creciente contaminación de residuos plásticos causada por la falta de gestión de residuos sólidos municipales especialmente en al interior de los territorios, cuyos residuos llegan a las costas y mares a través de los ríos. Adicionalmente, la pandemia por COVID-19 ha incrementado el consumo de plásticos de un solo uso tanto en hogares como en servicios de salud, como consecuencia del uso de mascarillas, guantes y otro tipo de equipos de protección personal (EPP), asimismo, en algunos países, las medidas de prohibición de plásticos de un solo uso han sido reversadas o al menos revisadas y reevaluadas.
¿Cómo superar estos desafíos?
Para empezar, el mejoramiento de la gestión de residuos sólidos municipales impacta positivamente en el cumplimiento de los compromisos establecidos en la agenda 2030, especialmente en las metas enmarcadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (11, 12, 14). Además, es indispensable contar con información y datos de calidad, que le permitan a las administraciones nacionales y municipales, la medición del impacto de las políticas públicas y de las inversiones, así como, la definición de metas y el seguimiento de sus planes y estrategias. Por ejemplo, ¿qué cantidad de residuos genera cada habitante?, ¿cuánto logramos reducir esta cantidad cada año a través de la prevención y la reutilización?, ¿cuánto aumenta anualmente la tasa de reciclaje en una ciudad o un país?, ¿cuántos residuos dejan de disponerse en botaderos a cielo abierto?. Podemos trabajar conjuntamente para contar con esta información. Asimismo, incrementar las inversiones y el impacto de las mismas, al tiempo que se aseguran los recursos financieros para operación y mantenimiento.
Si bien muchas de las estrategias y planes buscan reducir la cantidad de residuos sólidos llevados a disposición final, como lo son los programas de economía circular y consumo responsable, hay que atender las tareas pendientes y completar el cierre de basurales a cielo abierto, así como garantizar la existencia de una base de infraestructura mínima que asegure la disponibilidad de disposición final adecuada de los residuos que no sean valorizados. Debe buscarse la regionalización de los sistemas de disposición final adecuada, con el fin de generar economías de escala que favorezcan la reducción de costos, esto siguiendo el ejemplo de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón y Colombia. Para fomentar y fortalecer las actividades de valorización en la región, es indispensable contar con incentivos que promuevan la creación y la consolidación de mercados para los recursos recuperados de los residuos.
La mejora de la gestión de residuos en la región debe ir de la mano de la búsqueda e implementación de soluciones asociadas a la innovación, tecnología y eficiencia. Un mecanismo para lograrlo es hacerlo por medio de Cooperación Sur-Sur para identificar buenas prácticas, casos de éxito y fortalecer los programas de capacitación y entrenamiento del personal del servicio. Indudablemente otra parte fundamental, es la generación de cambios de comportamiento en productores y consumidores, para ello se deben generar programas de incentivos, educación y sensibilización que le den herramientas a la ciudadanía para contribuir activamente a la solución.
Todos estos aportes recibidos durante el taller nos permitirán afianzar nuestras líneas de acción para ser el mejor aliado de los países y acelerar el desarrollo de la gestión de los residuos sólidos en la región.
[1] Para este caso específico, valorización incluye procesos de reciclaje, compostaje y de generación energética.
Rafael Garcia Torregrosa dice
Buenos días, he podido ver el taller virtual sobre residuos sólidos urbanos, y en relación a este tema me gustaría compartir con ustedes nuestra solución a este problema global, ya que desde el año 2017 Solve ha estado trabajando en el desarrollo de tecnologías para la valorización de residuos plásticos mixtos, y actualmente disponemos de las tecnologías necesarias para su transformación en hidrocarburos de calidad comercial.
Solve inventó y desarrolló el concepto de una red europea de plantas de seis reactores de Plastic Adiós, cada planta de seis reactores puede recibir más de 36.000 toneladas de residuos plásticos y reciclarlos en 23.000 toneladas de combustible diesel y nafta, así como eco-clústeres de Plastic Adiós para ayudar a construir una infraestructura ambiental nacional o regional. Cada eco-clúster puede recibir hasta 140.000 toneladas de residuos plásticos de la UE y reciclarlos en 98.000 toneladas de combustible diesel de calidad Euro 5. La estandarización del diseño, las tecnologías y los procesos permiten a Solve implementar eco-clústeres en todo el mundo en un tiempo récord.
Solve está abriendo proyectos de plantas o eco-clústeres, en función de las necesidades o posibilidades de cada proyecto, con cerca de 150 proyectos en más de 47 países de Europa, África, LAC, Eurasia y Asia, lo que nos ha llevado a la necesidad de disponer de una mini planta de demostración a una escala más reducida, con un máximo de 1 tonelada por proceso, y de 3.000 toneladas anuales, que nos permitirá transportarla allí donde sea necesario hacer demostraciones in situ.
Este nuevo modelo nos permitirá también cubrir un segmento del mercado del reciclado de residuos plásticos mixtos, allí donde no es factible la instalación de plantas o eco-clústeres por diferentes motivos, como pueden ser algunos países de África, Asia y LAC, pero que sin embargo, son países donde son más necesarios por la grave contaminación plástica que sufren estos países en sus ríos y mares, y que acaban afectando al medio ambiente de una manera global.
Al mismo tiempo, esta solución al problema de los residuos plásticos de estos países, pueden suponer una fórmula para su desarrollo económico, energético, etc, al diseminar estas mini plantas por las zonas donde se pueda disponer de la materia prima necesaria para alimentar la planta, transformando sus residuos plásticos locales en hidrocarburos, que pueden ser utilizables como fuente de energía, combustible para transporte, etc.
Quedo a su disposición para ampliar cualquier información, y estudiar las diferentes formulas de colaboración que pudiera surgir para los diferentes proyectos, tanto actuales como futuros.
elidio Fonseca S dice
excelente información me gustaría crear un contacto con ustedes.
botar escombros dice
Que buen comentario, que rico que todos los humanos fuéramos consientes de todos los residuos que producimos diario, esto nos ayudaría a tener un gran impacto al momento de consumir o comprar algo, llevar nuestras propias bolsas reutilizables para empacar las compras tarar de disminuir el pastico los pitillos las bolsas que se demoran siglos en descomponerse ayudémosle a nuestro planeta y a nuestra sociedad a vivir mejor.
elidio Fonseca S dice
buenas
nosotros pertenecemos al municipio de Pérez Zeledón en Costa Rica, y desde el 2011 hemos trabajado fuerte mente en una separación de residuos desde la fuente, al principio fue un poco difícil pero al pasar los años se han visto reflejados los frutos, nuestros porcentajes en la recolección de forma separada a alcanzado niveles muy favorables, por ejemplo en el tema de material orgánico se a podido llegar a hasta un 29% en comparación con la totalidad de los residuos, y en este momento se trabaja en un proyecto denominado ampliación de rutas distritales con el que se pretende avanzar a la recolección de forma sostenida a la totalidad del cantón.