El BID y la SABESP consolidan una operación de conversión de deuda por US$ 495 millones, para apoyar la estabilidad financiera del mayor operador de agua y saneamiento de América Latina y el Caribe.
Por Gustavo Méndez y Tiago Pena*
El impacto financiero de la pandemia del coronavirus ha sido enorme, pero está apenas comenzando a tomar forma en el sector de agua y saneamiento. En los Estados Unidos, los resultados de una evaluación preparada por la American Water Works Association indican que el impacto financiero agregado del COVID-19 en los servicios públicos de agua potable será de aproximadamente US$ 13.9 mil millones, lo que representa un impacto global del 16.9 por ciento de los ingresos del sector de agua potable. Estos impactos son el resultado de las medidas de emergencia adoptadas por los operadores, entre ellas la eliminación de los cortes por falta de pago, el aumento de la morosidad como resultado de las altas tasas de desempleo, reducciones en la demanda de agua no residencial, los ingresos resultantes de los aumentos en el consumo residencial compensados por los no facturados, y el menor crecimiento en el número de usuarios.
Las compañías operadoras de los servicios de agua y saneamiento de Brasil no están ni estarán exentas de estos efectos, toda vez que han tomado medidas similares, incluyendo además el no pago por los servicios por parte de la población vulnerable, para apoyar el combate a la pandemia causada por el COVID-19. En efecto, la Compañía de Agua y Saneamiento del Estado de São Paulo (SABESP) estima que sus ingresos por facturación se verán reducidos y, en este sentido, ya divulgó que realizará ajustes contingenciales en su presupuesto del 2020, reduciendo sus gastos operacionales en R$ 360 (US$ 73.5) millones (equivalente al 3.84% del presupuesto de gastos operacionales de 2019) y postergando inversiones en R$ 300 (US$ 61.2) millones (equivalente al 8% de la inversión prevista para 2020). De igual manera, la Asociación Brasileña de Empresas Estatales de Agua y Saneamiento (AESBE) ha verificado al 30 de abril de 2020 (comparando el volumen de recaudación ocurrido con la expectativa a esa fecha en situación sin Pandemia), una morosidad media aproximada de 19,89% con porcentajes variando entre 2,06 y 42,06% (6 empresas con porcentajes menores a 10%; 7 empresas con porcentajes entre 10 y 20% y 8 empresas con porcentajes mayores a 20%). La AESBE informó que de las 26 empresas asociadas que cubren un 70% de la población urbana de Brasil, 21 respondieron la encuesta. Esta situación, en el marco del combate a la pandemia causada por el COVID-19, genera un círculo vicioso porque reducciones importantes en los ingresos de las compañías aumentan el riesgo para una prestación de servicios de calidad para los usuarios de los servicios de agua, los mismos que son esenciales para el combate a la pandemia causada por el COVID – 19, especialmente para la población más vulnerable.
Los impactos se tornan aún más críticos para aquellas empresas brasileñas que mantienen deudas en moneda extranjera como el dólar estadounidense, debido a la alta volatilidad de la tasa de cambio en el país, que en los últimos 10 meses experimentó una variación de más de 50%. Con ese panorama, las compañías públicas del sector deben adoptar estrategias y medidas para mitigar estos riegos financieros, y así sostener y mejorar los niveles de sus servicios de agua y alcantarillado. En este sentido, la Facilidad de Financiamiento Flexible (FFF) del BID ofrece soluciones financieras que fortalecen la capacidad de los prestatarios en el manejo de riesgos en proyectos, programas de préstamo y gestión de manejo de deuda. Para ello, pueden elegir entre una gama de opciones integradas en los contratos de préstamo que permiten adaptar a sus necesidades los términos financieros de los préstamos con garantía soberana.
Una de las opciones disponibles es el financiamiento en moneda local (ML) que fortalece la capacidad de los gobiernos para manejar las exposiciones de riesgo ante fluctuaciones del tipo de cambio y proyectar de mejor manera los flujos de caja de los proyectos en ejecución. El financiamiento en ML está disponible al momento del desembolso de los préstamos o mediante la conversión de saldos denominados en dólares y se otorga dependiendo de la disponibilidad en el mercado de la moneda a convertir. En este marco, en abril del 2020, la SABESP y el BID realizaron la conversión de dólares a reales de los saldos deudores pendientes del préstamo que financió el Programa de Descontaminación del Río Tieté Etapa III, que ascendían a US$495 millones. Esta es una de las mayores conversiones a moneda local realizada recientemente por el Banco.
Según la SABESP, esta conversión de moneda redujo la exposición cambiaria de la Compañía, estimada con base en los números divulgados del 1er trimestre de 2020, de 55% para 38%. Esta reducción, en este momento de incertidumbre sobre la facturación de la empresa y del comportamiento de la economía y sus efectos sobre el dólar, es fundamental para traer más previsibilidad en la ejecución del presupuesto y, consecuentemente, en sus operaciones. Adicionalmente, la reducción de la exposición cambiaria implica una menor volatilidad en los resultados de la compañía en lo referente a sus métricas de endeudamiento, ayudando en la reducción de la percepción de riesgo ante sus acreedores.
El BID tiene una alianza estratégica de más de 25 años con el Estado de São Paulo para apoyar el saneamiento ambiental sostenible de su región metropolitana. En ese periodo se invirtieron y se están invirtiendo más de 1,75 mil millones de dólares que han permitido a la SABESP brindar más y mejores servicios de alcantarillado sanitario a más de 13,5 millones de paulistas, así como mejorar la resiliencia climática con programas de conservación y protección de los ecosistemas naturales del Rio Tieté (Várzeas) para que por sí mismos se constituyan en las mejores defensas para combatir las inundaciones. Ese financiamiento está posibilitando también la mejora de sus políticas públicas e instrumentos de gestión de los recursos hídricos para el combate a las sequias. El BID también está apoyando la modernización de la SABESP que cada vez más incorpora la innovación tecnológica abierta en sus operaciones. En este contexto, mediante la operación de conversión de deuda, el Estado a través de la SABESP y el BID, una vez más trabajan juntos, esta vez para mejorar la sostenibilidad financiera los servicios de agua y saneamiento.
*Tiago Pena es especialista de la División de agua y saneamiento en Brasil.
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