¿No estamos entendiendo nada?
Hace unos veranos mi mujer y yo fuimos a California, al valle de Napa, donde es inevitable encontrarse con muchos amantes del vino. Entre copas, nos resultó divertido aprender la fascinante jerga relacionada con la degustación de los vinos. “Descriptores del vino”, lo llaman.
Fue así como supimos que un vino puede ser aterciopelado, como un láser o angular (el vino angular es como poner un triángulo en la boca, tal cual). Puede ser correoso o saber a gasolina (en estos días esos son particularmente baratos, eh) o inclusive “orina de gato” (de verdad, ¡en serio!).
Aunque todo esto me parece bastante divertido, interpreto que el nivel de ingenio de los descriptores solo refleja el nivel de sofisticación que hemos alcanzado en la industria del vino.
No obstante, tuve sentimientos encontrados cuando me topé con este tipo de términos durante competiciones de cata de agua… Bueno, primero, deberían quedar impresionados con el número de eventos que hay de este tipo (¡la mayor competición del mundo es en breve!) ¡Incluso hay los juegos olímpicos para el agua embotellada! Segundo, probablemente les pille por sorpresa saber que el agua puede ser expresiva, explosiva o rejuvenecedora o, como mi novia del instituto, voluptuosa (entiéndase provocadora y sexualmente seductora).
¿Esto va en serio?
En 2013, 783 millones de personas no tienen acceso al agua potable y casi 2,5 mil millones no tienen acceso a un saneamiento adecuado. El agua es un recurso escaso y lo es cada vez más en muchas ciudades de todo el mundo. Desde Estados Unidos hasta la India, una de cada cuatro ciudades en el mundo tiene estrés hídrico. La falta de acceso a agua potable y saneamiento mata niños a una tasa equivalente a la de un jumbo estrellándose cada cuatro horas.
Solo piénselo. Para muchas personas en este mundo, el agua es necesaria. Punto.
Soy un chico *suave y *dulce, un poco *reticente para hacer juicios *decisivos. Prefiero expresar opiniones *estructuradas, *consistentes y ocasionalmente *sutiles. Aunque *apetecible e intelectualmente *refrescante, esos descriptores para el agua me parecen *flojos, *sucios y decididamente *agrios.
Todos estos términos *sabrosos son los usados por las industrias del vino y del agua. Dejémoslos para el vino, ¿les parece?
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