En lo que va del 2017, los escándalos de corrupción en América Latina han profundizado aún más la brecha de desconfianza de los ciudadanos hacia los gobiernos. Al mismo tiempo, la caída del valor de las materias primas reduce el espacio que pueden tener los gobiernos para suavizar el descontento con políticas expansivas. Como señalamos con Martin Walter, Consultor del BID, esta es una combinación peligrosa, por ser doblemente negativa. ¿Pero, puede ser evitada?
La transparencia es un buen primer paso para reducir la desconfianza, sobre todo cuando se acopla con esquemas de gobernanza multi-actor, donde la sociedad civil, gobiernos y empresas pueden discutir y generar consensos.
Con este fin, la República Dominicana comenzó a trabajar con asistencia del BID en 2016 para implementar la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI). ¿Qué es EITI?. El EITI es un estándar internacional que promueve la divulgación de información sobre la gestión y el uso de los recursos que provienen de las industrias extractivas: petróleo, gas y minería. Hoy el estándar EITI está siendo implementado en más de 50 países.
¿Por qué le importa esto a la RD? La RD cuenta con importantes reservas de oro y con prospectos prometedores para hidrocarburos mar adentro, así como reservas de plata, níquel bauxita, mármol, piedra caliza y granito, entre otros minerales. (Base Nacional de Datos de Hidrocarburos)
Además, la Iniciativa EITI permite que se ajuste el cumplimiento del Estándar al contexto institucional propio de cada país. Por ejemplo, Perú se destaca por el desarrollo del EITI a nivel subnacional, Estados Unidos lo hace por su portal interactivo de datos y Honduras por sistematizar su registro minero.
El objetivo de la República Dominicana es ambicioso. El país se comprometió a transparentar los contratos de exploración y explotación firmados por el Estado con empresas mineras, así como la rendición de cuentas sobre el uso de los ingresos provenientes de este sector. El país también ha iniciado la expedición de normatividad en el sector de hidrocarburos, buscando promover la inversión extranjera.
El primer resultado tangible de esta iniciativa será la publicación en agosto de 2017 del primer reporte EITIRD. Ello implicó el establecimiento de los requisitos del Estándar que se cumplirán, y la identificación de los pagos a reportar y cotejar por parte de la Comisión Nacional EITI en el país, grupo multi actor dónde están representados el Estado, las empresas y la sociedad civil.
La RD deberá trabajar en cuantificar lo recaudado por las provincias y municipios para aplicar el concepto de la regalía del 5% sobre los beneficios netos de las empresas que explotan los recursos naturales. Por otro lado, en materia de transparencia fiscal se prevé que se divulguen datos equivalentes a 13 mil millones de pesos dominicanos (aproximadamente USD 275 millones) sobre los pagos que realizaron las empresas mineras a, entre otros, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y la Dirección General Minera (DGM), para el año fiscal 2015.
¿Que información saldrá a la luz gracias a esta iniciativa?
Gracias a esta iniciativa los Dominicanos tendrán la oportunidad de conocer por primera vez la información detallada sobre los recursos que genera el sector. Este es el primer paso para que las organizaciones de la sociedad civil – uno de los principales actores de estos procesos – puedan exigir rendición de cuentas sobre los recursos del sector extractivo. Este proceso se acompañará además de una contextualización de la información, algo crucial para que los ciudadanos no familiarizados con estas actividades puedan entender lo que está pasando. Concretamente, el Informe EITIRD permitirá visibilizar la información esencial para realizar un efectivo control social en el sector de las industrias extractivas y dinamizar el diálogo con la sociedad civil por medio del “aplatanamiento” dominicano del lenguaje técnico a un idioma entendible para todas las partes.
Pero no todo termina aquí. Una vez publicado el informe de agosto, la Comisión Nacional que coordina la implementación del EITI tiene el reto de identificar una hoja de ruta con las reformas institucionales que pudieran ser requeridas y para presentársela al gobierno. Asimismo, deberá desarrollar un nuevo Plan de Trabajo EITI para expandir progresivamente la implementación del Estándar y adaptarla al contexto nacional.
Lo anterior es particularmente importante cuando se trata de hacer diseño y análisis de políticas públicas en base a diagnósticos reales del sector en el terreno. Los resultados de los procesos de validación y la evaluación de cumplimiento, demuestran que aquellos países que enfocaron introdujeron la implementación del estándar EITI en la agenda de políticas públicas nacionales tuvieron resultados más robustos.
¿Que tiene que ver esto con la confianza? Un reciente informe sobre el impacto del EITI concluye que éste estándar ha sido efectivo cuando actores no-gubernamentales (sociedad civil y empresas) participan como socios en el proceso de toma de decisiones, especialmente en la delimitación del alcance del ejercicio de transparencia y rendición de cuentas en el país. En otras palabras, se refuerzan unos mecanismos comunes y claros de acción colectiva. Asimismo, el informe identifica que, cuándo los representantes de organizaciones de la sociedad civil cuentan con el conocimiento técnico y existe un compromiso político visible, se propician reformas para fortalecer los mecanismos de gestión pública.
Un país como la República Dominicana, que vive de las riquezas naturales que tantos turistas atraen cada año, también tiene en la actividad minera uno de sus puntales de crecimiento. Y para que esta actividad se realice de manera responsable y sostenible, apuesta a la transparencia. Quedará en mano de los ciudadanos el hacer uso de esta información y en mano de los gobiernos la responsabilidad de escuchar a los ciudadanos y utilizar esta retroalimentación para continuar mejorando la institucionalidad del sector.
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