Uno de los roles fundamentales de las Defensorías del Pueblo es la promoción y protección de los Derechos Humanos, así como en la facilitación del acceso a la justicia. Son instituciones esenciales en los sistemas de rendición de cuentas. Para cumplir con estos mandatos, las defensorías deben funcionar como entidades modernas, orientadas a gestionar por resultados, valiéndose de nuevas herramientas y métodos de gestión tales como el big data, plataformas de visualización, inteligencia artificial y machine learning, entre otras innovaciones.
Ante este desafío, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, Colombia apostó por la eficiencia y eficacia en la gestión institucional de la Defensoría del Pueblo de manera transversal. A partir de un préstamo con el BID comenzó a implementar nuevos modelos y herramientas de gestión, así como acciones para fortalecer la rendición de cuentas y la participación ciudadana en políticas públicas de nivel nacional.
Defensorias del Pueblo y rendición de cuentas
Durante el diseño de este préstamo se han estudiado y consolidado experiencias de defensorías del pueblo en Latinoamérica y el mundo. ¿Cuáles son los elementos centrales que pueden ayudar a fortalecer la gestión institucional de las Defensorías del Pueblo?
1.Enfoque de gestión pública por resultados. Más allá del diseño institucional de las Defensorías del Pueblo, su independencia, liderazgo y gestión organizacional son factores cruciales para su desempeño efectivo. Con respecto a la gestión organizacional, las prácticas administrativas de las DP se han enfocado usualmente en los procesos y servicios prestados y no en la orientación a resultados (con quizá la excepción de la Defensoría del Pueblo de Perú como lo señala la publicación sobre Mejores Prácticas del Ombudsman en Iberoamérica). La mayoría de las DP de la región requieren de una reingeniería de procesos en la cual la planificación estratégica, la asignación presupuestaria, la evaluación de los recursos humanos y la medición de la efectividad se basen en indicadores de resultados.
2.Divulgación de información, apertura de datos y uso de herramientas TICs. El uso de nuevas herramientas TICs, la apertura de datos y la divulgación de información son elementos cruciales para la gestión interna como para la interacción con otras partes interesadas (stakeholders) permitiendo -entre otros- la trazabilidad de las actuaciones de las defensorías, la visualización georreferenciada de la información y la proyección de escenarios futuros, para alimentar lo que se denomina análisis prospectivo.
La tecnología es un aspecto central en experiencias como el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo de Colombia o el Mapa Interactivo de Reporte de conflictos sociales de la Defensoría del Pueblo de Perú. A su vez, los datos recolectados por las defensorías son una fuente crítica de información sobre las demandas de la población y sobre el funcionamiento de ciertos programas y servicios de la administración pública. Estos datos son una mina de información para la formulación de mejores políticas públicas por parte del Estado, así como para la cooperación internacional al momento de consensuar sus estrategias de apoyo al país.
3. El cumplimiento de las recomendaciones. Si bien la mayoría de las Defensorías del Pueblo carecen de poder sancionador, sus actuaciones tienen un importante poder moral y persuasivo. El énfasis reciente en torno a la efectividad de dichas instituciones de control se ha centrado especialmente en torno al cumplimiento de sus recomendaciones por parte de las agencias públicas sujetas a su escrutinio.
La red global de Defensorías del Pueblo aglutinadas en el International Ombudsman Institute (IOI) recientemente publicó un documento sobre diversas prácticas interesantes que abarcan desde el monitoreo al cumplimiento e implementación de las recomendaciones emitidas hasta el reporte sobre los avances en la implementación de recomendaciones. Algunos casos interesantes son el de la Defensoría del Pueblo de Irlanda del Norte, que solicita a las agencias públicas desarrollar planes de acción con fechas concretas para el cumplimiento de sus recomendaciones, o el de la Defensoría del Pueblo de los Países Bajos que mantiene conversaciones tempranas con las agencias públicas para que sus recomendaciones sean viables.
4. Contribución al ecosistema de rendición de cuentas. Dada la multiplicidad y especialización de los diversos órganos de control, un sistema de rendición de cuentas efectivo requiere de su coordinación y cooperación. Esta necesidad la ilustra muy bien el caso de la cooperación entre la Defensoría del Pueblo de Filipinas, la Comisión de Auditoría y el Ministerio de Justicia de este país para la investigación por el clientelismo político en torno la asignación de fondos para infraestructura comunitaria por parte de legisladores en 2012-2013. Pero el control público no se limita al control estatal, sino que también comprende el control social ejercido a través de mecanismos de auditoría social.
En ese sentido son ilustrativas las experiencias de cooperación entre el Procurador de los Derechos Humanos y la ONG CEGGS en Guatemala en torno al derecho a la salud de las comunidades indígenas, y la cooperación entre la Defensoría del Pueblo de Perú, ForoSalud y CARE Perú en torno al derecho a la salud de mujeres de la región de Puno. En otras palabras, la cooperación y uso de los informes de las instituciones de control potencia las recomendaciones para que contribuyan a cambios deseados más amplios. Y si bien resulta un desafío atribuir los logros sobre reformas de gobernabilidad al resultado de una intervención específica, es importante que las Defensorías del Pueblo desarrollen métricas que les permita reportar sobre el impacto y uso de sus recomendaciones.
Sin duda, existe un nuevo paradigma de gestión pública centrado en los ciudadanos, ya no solo como beneficiarios de programas o usuarios de servicios sino como protagonistas en la co-creación de soluciones, y basado en el uso de datos para informar las políticas públicas. Esto no solamente abarca las agencias del sector público encargadas del diseño de políticas sectoriales sino también a las entidades de fiscalización como las Defensorías del Pueblo.
El camino que ha emprendido la Defensoría del Pueblo de Colombia sin duda contribuirá a reposicionar a esta institución central en la relación entre el Estado y la ciudadanía para afrontar uno de los principales desafíos de la región: la inclusión y la equidad en las políticas públicas a partir de evidencia y datos, y centrada en la ciudadanía.
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