Si te gustan los trenes, te tiene que fascinar leer a Paul Theroux. Como todos los buenos escritores de crónicas de viajes, Theroux logra un equilibrio entre el mal humor, la curiosidad y el encantamiento. Uno de sus mejores libros es Dark Star Safari en el que describe sus viajes a través de las venas arterioscleróticas – trenes, carreteras, ríos – de África. Theroux recorre el Nilo en tren y en barco, cruza el Sudán en tren y taxi artesanal, usa los transbordadores para cruzar el lago Victoria. Y cuando llega a Maputo se sorprende con su estación de ferrocarril:
La terminal de trenes de Maputo, que data de 1910, me pareció la estación más bella de África. La estación, con su cúpula de hierro fue diseñada por Gustave Eiffel y es fácilmente tan elegante como su torre en París, y posiblemente tan impráctica.“
Hermosa, pero ” impráctica ”
Este no es el mensaje de Chaves, Engerman y Robinson (versión anterior aquí) para la Costa de Oro, Nigeria y Sierra Leona:
Una de las grandes interrogantes de la historia económica del África Sub-Saharariana es que el transporte rodante prácticamente no se usaba en el período colonial. El transporte era a pie. […]
En este trabajo se han realizado algunos cálculos preliminares para examinar los beneficios económicos de la introducción de métodos modernos de transporte en las colonias británicas de África occidental de la Costa de Oro, Nigeria y Sierra Leona en los inicios del siglo 20. […]
La principal pregunta que nos hacemos es si la construcción de los ferrocarriles fue económicamente racional en comparación con el transporte de mercancías y pasajeros a pie. Abordamos este problema de dos maneras. En primer lugar, utilizando el enfoque de ahorros sociales de Fogel (1964) y en segundo lugar mediante el cálculo de la tasa social de retorno. Nuestros resultados son muy contrarios a la sabiduría convencional. Si bien es cierto que los ahorros sociales creados por los ferrocarriles fueron modestos en comparación con estimaciones del ingreso nacional, la tasa social de retorno del capital fue muy alta. En el caso de Nigeria presenta un promedio de aproximadamente 100% por año lo que sugiere que los ahorros sociales en un año eran suficientes para cubrir la totalidad de los gastos de capital.
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