Transcripción del Podcast
Hola soy Anamaría Nuñez y estas escuchando Radio BID, un podcast especialmente diseñado para el Tour Virtual del Banco Interamericano de Desarrollo.
¿Qué te parece si hoy hablamos de higiene? Sí, de higiene menstrual. No, no, no, no, no, no te vayas. La higiene menstrual es un tema muy importante y podemos hablar sin mitos y sin tabúes. ¿Por qué es tan importante? Bueno, en este mismo instante hay más de 300 millones de personas alrededor del mundo que están menstruando. Es un tema clave, entonces, para el bienestar en nuestro planeta.
Hola, Corinne y hola, Verónica. Bienvenidas a Radio BID. Hola. ¿Cómo estás? Mucho gusto a ambas. Hola Anamaría. Les mando un fuerte abrazo muy grande a las dos desde Ecuador y a toda la audiencia, por supuesto. ¿Bueno, tengo tantas preguntas para hacerles, pero qué les parece si empezamos por el principio? Entonces, Corinne. ¿De qué hablamos cuando hablamos de higiene menstrual?
Bueno. A que las mujeres y niñas que están menstruando tengan la posibilidad de utilizar productos higiénicos seguros para absorber o recolectar el periodo. Y también que cuenten con facilidades sanitarias que ofrezcan privacidad cuantas veces fuese necesario durante el periodo menstrual. Corinne Cathala es la representante del BID en Haití. Usando jabón y agua para lavarse las manos, el cuerpo, su ropa y producto sí, higiénicos, reusables y también que puedan disponer adecuadamente de sus residuos.
¿Verónica Cuáles son las principales consecuencias que sufren las personas que no cuentan con la infraestructura de agua y saneamiento adecuada para la gestión de su menstruación? Efectivamente, hay una relación absoluta entre los temas de agua y saneamiento y la higiene menstrual es lo que se refiere a las consecuencias alrededor de la falta de estos servicios.
Una de las principales afectaciones o consecuencias está directamente relacionada con la vulneración de un derecho humano. Verónica Macías Rodríguez es la coordinadora de la parte social y de género de la AECID, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Verónica está a cargo del proyecto de Portoviejo en Ecuador. Un derecho humano a la higiene, a la salud y al adecuado tratamiento de esta higiene y salud relacionado con el ciclo menstrual de las mujeres.
Por ejemplo, según un estudio de UNICEF, se revela que el 95% de las niñas en Perú sienten incomodidad en el colegio durante su menstruación y el 35 de ellas falta el colegio algún día, todos los meses durante su periodo menstrual. En muchos casos esta situación se debe al temor que perciben, sea por el olor a la sangre, el miedo a mancharse por la vergüenza.
Dado que no se puede hablar del tema de menstruación y de la importancia que tiene para el adecuado tratamiento de la misma en las mujeres y las niñas. Tener agua de calidad, tener agua suficiente. Y esto genera, además, de acuerdo a los elementos que están culturalmente establecidos para el abordaje del tema. Mucho temor, vergüenza para hablarlo, para discutirlo. Lo que por supuesto también tiene una afectación en el tratamiento que se da en el proceso.
Pasemos ahora a ver qué pasa en América Latina y el Caribe, particularmente en las zonas rurales, donde los porcentajes de acceso suelen ser mucho menores que en las áreas urbanas. Tomemos como ejemplo a Haití y Ecuador. Corinne, en n Haití, por ejemplo, un estudio a mujeres de comunidades rurales entre 14 y 24 años menciona que 2/3 de las encuestadas tenían necesidades de higiene menstrual insatisfechas y que 3/4 dijeron que faltaban a la escuela debido a la menstruación.
¿Qué estamos haciendo nosotros en Haití? Bueno, Anamaría déjame iniciar por decirte que Haití es el primer país en el cual se incluyó un componente de higiene menstrual en un proyecto de garantía soberana del BID y ahora, en el marco de uno de nuestros proyectos de agua y saneamiento en el norte del país, a través de un componente rural muy importante.
Estamos trabajando junto con UNICEF y hemos logrado que al menos 152 escuelas mercados o centros de salud en las áreas de intervención elegidas tengan acceso seguro a agua, higiene también y un bloque sanitario de nueva construcción o rehabilitado y adecuadamente administrado por una dotación de 1.4 millones de dólares.
En las escuelas, en particular, se hará un hincapié especial en la higiene menstrual con sesiones de promoción de la higiene, se actualizarán los materiales herramientas existentes relacionados con la gestión de la higiene menstrual. Además de eso, en cada escuela se capacitarán a educadoras pares entre las jóvenes en edad de menstruación, en conjunto con los clubes de salud escolares y el personal docente. Todo eso con el fin de fortalecer y mantener la transmisión de conocimiento y consejos a otras jóvenes en edad de menstruación.
También otras acciones se concentran en las letrinas construidas o rehabilitadas en edificios públicos, las cuales deben adaptarse a la higiene menstrual. Esto puede incluir la disponibilidad de contenedores herméticos para las toallas sanitarias usadas que se vaciarán a diario, así como la presencia de una instalación para lavarse las manos dentro de los baños de mujeres y de niñas.
Esta discusión me lleva a que conversemos sobre los componentes específicos de género a la hora de desarrollar los proyectos. ¿En qué consisten? Verónica, Por ejemplo, en el caso de Ecuador, trabajas en un proyecto que cuenta con un componente de higiene menstrual. ¿Nos puedes comentar de qué se trata? Efectivamente, hay un proyecto de agua potable y saneamiento que se está desarrollando en el cantón Portoviejo y este tiene un enfoque global de género que afecta a todo el proyecto.
Y aparte hay componentes específicos para abordar esta cuestión. Por poner algunos ejemplos, los programas del Fondo trabajan para incorporar de forma efectiva a las mujeres en el programa en los espacios de las tomas de decisiones que están relacionados directamente con agua y saneamiento. Pensamos que este tema es clave para que tengan en cuenta sus criterios y necesidades singulares en el ámbito de saneamiento.
Además, se realizan procesos de sensibilización en cuestiones de género y se promueve su participación en los proyectos de capacitación y formación en todos los aspectos relacionados con la gestión integrada del recurso hídrico. Así, por ejemplo, una de las iniciativas más exitosas ha sido la Escuela de Formación Comunitaria de Mujeres, que se ha implementado en diversos países como Panamá, Nicaragua y Ecuador.
¿Y por qué les digo esto? Porque hablar del tema de la higiene menstrual o del tema de género requiere necesariamente trabajar de manera específica con las mujeres, porque hay que romper mitos, estereotipos, temores alrededor de hablar de su sexualidad, de su proceso y su ciclo menstrual, para que ellos sean capaces de participar en la toma de decisiones que se generan alrededor de los proyectos del agua.
Y no solamente las decisiones que hay respecto de la obra de infraestructura, sino, sobre todo, que sean capaces de plantear sus necesidades, sus intereses, sus demandas para suplir estas carencias que a veces existen alrededor del servicio, que requieren necesariamente tener una perspectiva de género y un aporte de las mujeres alrededor del agua y del saneamiento.
Corinne retomando lo que nos comentaba sobre el proyecto de Haití en el norte, específicamente sobre los servicios de agua y saneamiento en escuelas, ¿Qué más podemos hacer en esta línea?
Desde la perspectiva del derecho humano al agua y saneamiento, toda mujer o niña menstruando debe de tener acceso a un espacio seguro, limpio, privado, para poder manejar su periodo con dignidad. Y esto incluye el hogar, así como los establecimientos laborales, educativos o de esparcimiento. Y también contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, particularmente el número cinco, que está enfocado en la igualdad de género y el número seis también enfocado en agua y saneamiento.
Si nos concentramos en las acciones, es posible que en agua, saneamiento e higiene en las escuelas vemos que, junto a la dotación de los centros educativos de acceso a servicios equitativos y sostenibles, se deben incorporar componentes de educación sobre higiene general y femenina. Toda intervención debe de ser culturalmente adaptada para favorecer la adopción de comportamientos adecuados tanto en los estudiantes como en los docentes y los demás profesionales de los centros, independientemente del género.
En ese sentido, contar con una fuente de agua segura en las escuelas es algo esencial para crear un entorno propicio para la promoción de buenas prácticas de higiene femenina. Idealmente, todas las unidades sanitarias deberían de contar con algún tipo de acceso de agua que sea una llave o un recipiente rellenado periódicamente. Pero desafortunadamente, más de la mitad de las escuelas en países de media o baja renta no cuentan con suficientes instalaciones sanitarias para las estudiantes o sus enseñantes.
Y en caso de que haya alguna, esta es limitado tanto en número como en calidad, además de insegura por falta de agua, separación de los cuartos de baño o facilidad desde de disposición de residuos. Las niñas pueden entonces ser sujeto de burlas y se manchan o de acoso si no pueden gestionar su higiene íntimamente, lo cual explica que algunas opten por la deserción escolar, y muy poco sabemos finalmente sobre el acceso de las niñas y docentes a un suministro de productos higiénicos apropiados y asequibles sobre todo en comunidades remotas, vulnerables o marginalizados.
¡Wow! Y todo esto acoplado a la falta de acceso o a la mala calidad de los servicios de agua y saneamiento pone en riesgo el bienestar de las personas. ¿Ahora, volviendo a Verónica, ¿qué podemos hacer desde las instituciones de desarrollo y los gobiernos para impulsar la sensibilización sobre la importancia de atender la higiene menstrual? Bueno, a mí me parece que ya la cooperación, los organismos internacionales, al estar impulsando proyectos de este tipo y ser muy fieles a garantizar o exigir que los proyectos contemplen el enfoque de género, que los temas de higiene menstrual guíen la intervención. Hay un aporte significativo a los procesos de desarrollo que se implementan desde los diferentes gobiernos a nivel mundial. Los proyectos deben incorporar, necesitan incorporar presupuestos y componentes ligados al tema social, al como al componente de comunicación en los programas. Esto significa o permitiría avanzar en propuestas que trabajen con las poblaciones locales para ofrecer información ligada directamente. Romper mitos y tabúes alrededor de la sexualidad.
Es importantísimo, además, considerar una financiación adecuada que permite establecer partidas económicas en los programas para el trabajo relacionado con higiene menstrual.
Lastimosamente hemos llegado al final de nuestra discusión del día de hoy. Al tratarse de una responsabilidad compartida entre todos, debemos seguir rompiendo mitos y tabúes para un mundo más igualitario e inclusivo.
Gracias, Corinne. Gracias, Verónica, por esta charla tan interesante. Muchas gracias, Anamaría. Muchas gracias, Corinne por invitarnos a participar de este espacio, por permitir que las voces de las mujeres sigan tejiéndose alrededor del agua y el saneamiento. Muchas gracias a ustedes por haberme dado la oportunidad de hablar sobre esos temas y de Haití en particular. Gracias por escuchar Radio BID, un podcast especialmente diseñado para el tour virtual del Grupo BID.
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