Hablar de riesgos relacionados al desarrollo del sector de agua y saneamiento (AyS) en América Latina y el Caribe (ALC) siempre ha sido un desafío, principalmente entre los prestadores de servicios. Por ello, es fundamental reconocer y comprender que la gestión de riesgos no es un componente que debe permanecer oculto o ser tratado de forma opcional, sino que es una parte integral de la gestión de innovación.
En este esfuerzo, actores del ámbito de la gobernanza sectorial como rectores y reguladores, del ecosistema de innovación tal el caso de entidades académicas, centros de desarrollo y emprendedores y del ámbito de la prestación de servicios de AyS abordan a diario riesgos para impulsar soluciones innovadoras. Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) contribuimos a través de Fuente de Innovación, una iniciativa que promueve la adopción de nuevas tecnologías, modelos de gestión y alianzas estratégicas para enfrentar riesgos y convertirlos en motores de cambio en la región.
La publicación “Gestión de innovación del prestador de servicios de agua, saneamiento y residuos sólidos en América Latina y el Caribe: Laboratorio de innovación” forma parte de este compromiso: compartir ideas y experiencias que permitan a los prestadores de servicios transformar los riesgos en verdaderas oportunidades de innovación.
Riesgo y oportunidad: una mirada más allá de lo evidente
Tradicionalmente, riesgo y oportunidad se perciben como conceptos opuestos. El riesgo se asocia a eventos que puedan afectar negativamente los objetivos de una organización, mientras que la oportunidad representa una circunstancia favorable para generar valor. Sin embargo, en muchos casos, ambos convergen y se convierten en puntos de inflexión capaces de generar cambios profundos.
Los prestadores de servicios de agua y saneamiento (AyS) en la región enfrentan una diversidad de riesgos compartidos con otros sectores de infraestructura. Estos incluyen riesgos operativos (fallas en sistemas, roturas, interrupciones del servicio), financieros (pérdida de ingresos, escaso acceso a financiamiento), y tecnológicos (fracasos en implementación, obsolescencia).
Existen también riesgos específicos del sector de AyS, como los derivados de su regulación (posibles sanciones), de eventos climáticos extremos (sequías, inundaciones, contaminación acuífera), y de su reducida escala por causa de la fragmentación en numerosos prestadores. A esto se suman los elevados costos asociados al manejo y traslado del agua -un recurso pesado y escurridizo-, las pérdidas económicas por interrupciones productivas, el posible daño reputacional por deterioro de la confianza de la comunidad, y el riesgo más importante: el sanitario o humano, en caso de suministro insuficiente o inadecuado.
¿Dónde está la oportunidad?
La respuesta está en la innovación para abordar estos riesgos.En términos prácticos,innovar es sinónimo de nuevo valor. Su desarrollo conlleva incertidumbre en cuanto a precisar resultados futuros, ambigüedad para interpretar situaciones, volatilidad en los cambios, y complejidad por la interconexión de múltiples factores.
Para que la gestión de innovación se desarrolle con éxito en los prestadores de servicios y logre su propósito, es crucial gestionar los riesgos inherentes al proceso de forma consciente, sistemática y proactiva. Esto implica identificar, evaluar y mitigar los riesgos de manera integral. A continuación, se presentan algunos de los más relevantes, junto con ejemplos prácticos para abordarlos:
Riesgos asociados a cada proyecto de innovación
- Poca creatividad para generar ideas: Facilitar espacios donde las personas se capaciten y sean parte de talleres que promuevan la interacción de conocimientos y experiencias para estimular la co-creación de oportunidades y el compromiso para hacerlas realidad.
- La estructura organizacional “en silos” del prestador de servicios de AyS provoca que sus integrantes trabajen de manera aislada: Incorporar ámbitos multidisciplinarios que integren perspectivas legales, comerciales, operativas, ambientales y financieras, para analizar conjuntamente los diferentes riesgos y validar en profundidad cada propuesta innovadora.
- Errores funcionales o tecnológicos: Testear en entornos controlados mediante prototipos, pilotos o productos mínimos viables, utilizando metodologías ágiles para comprobar la adecuada performance de la innovación.
Riesgos derivados de carencias organizacionales
- Rechazo a lo nuevo: Fomentar una cultura de innovación basada en valores compartidos y experiencias motivadoras, que contribuyan a un comportamiento dispuesto a la innovación en un entorno propicio.
- Dificultad para acceder a recursos externos: Establecer vínculos con actores clave del ecosistema de innovación, como centros académicos o tecnológicos, emprendedores, etc., lo cual favorece disponer de conocimiento, contactos, equipamiento, entre otros.
- Falta de apoyo de la alta dirección: Alinear la innovación con los objetivos estratégicos de la organización para facilitar su priorización, definiendo expectativas claras sobre su aporte al prestador de servicios y la generación de nuevo valor.
- Urgencia de lo cotidiano desplaza lo importante: Integrar metas e indicadores de innovación en el plan de gestión operativa. De esa forma, se facilita “bajar a tierra” el apoyo en el día a día y se implementan acciones concretas.
Riesgos por insuficiente aprendizaje
- Falta de mejora continua: Implementar mecanismos de seguimiento y evaluación constantes de las actividades, hitos y resultados que se van alcanzando en el corto y mediano plazo, así como su impacto en el usuario.
- Desconocimiento de los aportes individuales: Clarificar roles, funciones y responsabilidades para que todos contribuyan a mitigar los riesgos propios del camino de la innovación.
Innovar gestionando riesgos: una oportunidad para la transformación
La gestión de la innovación no es un apreciado deseo, sino una condición indispensable para avanzar hacia un acceso al agua universal, de calidad, asequible y sostenible. Para contribuir a la calidad de vida de las personas, la adecuada gestión de riesgos debe ser concebida como un habilitador del cambio dentro del prestador de servicios.
Los prestadores de servicios de AyS que mitigan los riesgos operativos asociados a cada innovación y que, además, la “arropan” con dirección y legitimidad organizacional, promoviendo su escalamiento a través del aprendizaje continuo, son quienes lideran la innovación del sector en nuestra región.
Fuente de Innovación es una alianza del Grupo BID con socios externos para promover el desarrollo y la adopción de soluciones innovadoras en el sector de agua, saneamiento y residuos sólidos, con el objetivo de lograr servicios inteligentes, inclusivos y sostenibles, centrándose en los proveedores de servicios en América Latina y el Caribe.
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