Como en el caso de muchas grandes urbes de América Latina y el Caribe, la movilidad urbana representa uno de sus grandes desafíos. Y más en estos tiempos de incertidumbre, donde moverse de forma segura impone, como definen los matemáticos, unas “condiciones de borde”, adicionales y desafiantes. El caso del Distrito Nacional y su área metropolitana en República Dominicana no es una excepción.
De acuerdo con Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) [1] para el Gran Santo Domingo, en esta zona se realizan más de 3 millones de viajes diarios, de los cuales un 42% son en transporte privado, otro 20% a pie y el restante 36% en transporte público.
Con respecto al transporte público, la operación se caracteriza por tener velocidades promedio entre 8 – 10 km/hr en hora pico; y tiempos de viaje cercanos a 1 hora y 15 minutos entre los principales orígenes y destinos.
La flota vehicular del transporte público, a excepción del Metro, Teleférico y la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses, está compuesta principalmente por guaguas (autobuses) y conchos (carros). Bajo una estructura sindical atomizada para la asignación de rutas; con vehículos de 23 años de edad en promedio que circulan en condiciones muy deficientes; tanto por la calidad del servicio que prestan (hasta 7 ocupantes en un vehículo sedan); como por las elevadas emisiones contaminantes y los siniestros de tránsito que provocan, reportando más de 2.000 por año. En el Gran Santo Domingo el 20% de la emisiones de CO2eq corresponden al transporte.

En 2017, la Ley de Movilidad 63-17 y la creación del INTRANT marcan un punto de inflexión en 2017. En los últimos años se han dado pasos importantes, destacando avances en los siguientes ámbitos:
- normativo-regulatorio;
- esquema institucional del INTRANT a través de sus Direcciones Técnicas y la puesta en marcha del Observatorio Permanente de Seguridad Vial;
- aspectos operativos y de planificación, como el propio PMUS, el Plan Estratégico de Electromovilidad, el plan de peatón seguro ; la plataforma de costos referenciales de transporte de mercancías; entre otras.
En 2020 con la llegada de la pandemia, la ciudad vivió un hecho insólito. Una interrupción inesperada dentro de la burbuja efervescente y el bullicio que la actividad diaria imponía en la ciudad: calles vacías, aire limpio y silencio inaudito.
Un momento para pensar e impulsar algunos cambios sin retorno: la implementación de 10 nuevos kilómetros de ciclorrutas; la instalación de ciclo-parqueaderos en las entradas a las estaciones de metro y teleférico; o mejorar algunos procesos de planificación en pro de la movilidad sostenible; algunos de ellos, mencionados en este podcast:
En 2021, producto del proceso de transformación liderado por INTRANT, Ministerio de la Presidencia, Banco de Reservas y con el apoyo del BID en su estructuración técnica, legal y financiera, tiene lugar uno de los hitos que marca un antes y un después de la movilidad de este país como parte del Sistema Integrado de Transporte Público de Santo Domingo: la puesta en operación de un nuevo corredor de transporte masivo: 30 autobuses de 90 pasajeros sobre 10,8 kilómetros de longitud y una demanda de 8.000 pasajeros por día, como parte de un proceso de formalización de una sección del sindicato en empresa operadora del Corredor Núnez de Cáceres de Santo Domingo; generando 90 empleos directos (con las debidas coberturas y prestaciones sociales) y ofreciendo la posibilidad de ser accionarios dentro de la nueva empresa.
El proyecto incorpora un fortalecimiento del esquema de gobernanza y de su gestión operacional y financiera que servirá para marcar unos protocolos estandarizados para los futuros corredores; previstos que sigan un proceso similar entre los años 2021 y 2022.
En adición, y como parte esencial de este proyecto, cabe destacar un componente tecnológico muy relevante:
- Centro de control de flota y semafórico, favoreciendo el flujo prioritario de autobuses.
- la implementación del ecosistema electrónico interoperable[1] de recaudo en transporte público, a través del Fideicomiso de Movilidad y Transporte (FIMOVIT), la nueva tarjeta integrada de transporte público “SD-GO”, tarjetas de crédito y débito sin contacto (contactless), contando con VISANET como principal adquiriente, proyecto apoyado por el Banco que recibió el premio internacional del XX Congreso ITS España 2020, basado en una metodología que recoge las lecciones aprendidas de otras ciudades a nivel mundial y mejores estándares internacionales.

Un nuevo paradigma en la movilidad de Santo Domingo y su área metropolitana se vislumbra, hoy más que nunca, alcanzable bajo la incierta realidad de la pandemia, marcando la hoja de ruta de un cambio transformador extensible al resto del país; más corredores de transporte masivo, promoción de la movilidad activa, digitalización y transformación hacia tecnologías más limpias. El BID seguirá apoyando estas iniciativas emprendidas por el Gobierno en un momento histórico. Hacia una mejora en la prestación de los servicios de movilidad y la dotación de un parque de transporte moderno, accesible, seguro y sostenible.
[1] Apoyado por la Agencia Francesa de Desarrollo y la Unión Europea (2019), siguiendo la metodología internacional Mobilize your City
[1] INTRANT como propietario del estándar tecnológico, mapa de datos y una futura Interfaz de Programación de Aplicaciones (API); permite la conectividad segura y abierta de múltiples operadores, públicos y privados y donde hoy coexisten ya Metro, Teleférico y OMSA.
Leave a Reply