La baja participación de mujeres en el sector de la construcción de infraestructuras es una constante a nivel mundial. En Australia, la situación no es diferente. Los estereotipos y normas sociales que asocian estas carreras con el género masculino, así como los ambientes laborales poco amigables para mujeres se mantienen. A ello se suma la prevalencia de sesgos inconscientes y discriminación en los procesos de contratación y ascensos. Y la baja matriculación de mujeres en carreras STEM.

Australia’s Gender Equality Scorecard, Key results from the Workplace Gender Equality Agency’s Employer Census 2021-22. (Workplace Gender Equality Agency, 2022) https://www.wgea.gov.au/publications/australias-gender-equality-scorecard.
En este escenario, el Gobierno del Estado de New South Wales (NSW) ha diseñado la Estrategia Mujeres en la construcción con un presupuesto de $13.517.840 dólares americanos para tres años de trabajo. Esta iniciativa busca distribuir de manera más equitativa los beneficios de las inversiones en infraestructura a través del aumento del número de trabajadoras calificadas y de la creación de puestos de trabajo para incentivar una industria de la construcción más diversa, inclusiva, y segura para las mujeres. El objetivo es triplicar el talento femenino en el sector[2]. El programa, liderado por el departamento de educación, contempla cuatro pilares:
Una de las iniciativas de esta estrategia es el Programa Legado de Habilidades en Infraestructura (Infrastructure Skills Legacy Program-ISLP), obligatorio para todos los contratistas de proyectos mayores a $66 millones.
El programa plantea acciones para a) aumentar las habilidades en el sector de la construcción a través de oportunidades de aprendizaje[4]; b) aumentar la diversidad en la fuerza laboral (duplicar la participación de mujeres, y de participación de jóvenes[5] y población nativa); y c) Garantizar que los trabajadores de las zonas aledañas a los proyectos obtengan formación y empleo[6]. Gracias a esta iniciativa, a la fecha se han incorporado 3.830 mujeres en trabajos no tradicionales, lo que significa en promedio un 4% del total de trabajadores de los proyectos[7].
El proyecto Sydney Metro City and Southwest fue uno de los primeros pilotos del ISLP. Este proyecto en 2019 empleaba una fuerza laboral de 15.958 personas, y planteó como meta lograr que el 4% (648) de los trabajadores sean mujeres que se desempeñen en oficios no tradicionales, en comparación con el 1% vigente[8]. El proyecto trabaja a partir de la articulación de actores involucrando al gobierno local y federal, la industria, empleadores y capacitadores. Y cuenta con tres programas:
- plan de estudios de la industria del metro
- programa de preempleo
- programa de aprendizaje
Otra de las acciones es el Programa de Innovación de Mujeres en la Industria de la Construcción (Women In Construction Industry Innovation Program – IIP).
Este proyecto otorga subvenciones entre $20.000 y $200.000 a empresas, sindicatos o asociaciones que cuenten con iniciativas para fomentar la participación laboral femenina (capacitación, proceso de contratación sin sesgos, actividades de mentoría), la construcción de una cultura de trabajo inclusiva y apoyo en las tareas de cuidado, y el fomento del liderazgo femenino. Para participar, la organización debe contar con mujeres que trabajen en oficios no tradicionales, y demostrar la sostenibilidad y posibilidad de escalamiento de la iniciativa.
El Programa de Prácticas en Infraestructura[9] (Infrastructure Traineeship) es una iniciativa para que estudiantes que terminan el colegio ganen experiencia laboral y se capaciten en oficios de la construcción.
Consiste en pasantías pagadas supervisadas por una entidad del estado, con una duración de 2 años. Durante este tiempo, los estudiantes participan en algunas de las obras de infraestructuras más grandes del estado y trabajan en tres empresas. La formación incluye un certificado en negocios, gestión de proyectos, adquisiciones y contrataciones. Además, reciben capacitación en primeros auxilios, comunicación, salud mental, y cuentan con apoyo en alfabetización, aritmética, entre otros. El 38,75% de participantes son mujeres[10].
Con la conmemoración del día del trabajo, resaltamos este tipo de iniciativas que son fundamentales para preparar al sector y abrir caminos a que más mujeres puedan incorporarse en él en igualdad de condiciones. Este tipo de programas demuestran una perspectiva a mediano y largo plazo al combinar acciones de formación, la creación de empleo, así como establecer obligaciones e incentivos al sector. Tomando como base el objetivo de lograr una mayor inclusión de mujeres en un sector tradicionalmente masculino y con altas perspectivas a futuro.
[1] Australian engineering higher education statistics 2010–20. (Australian Council of Engineering Deans, 2022). Australia’s Gender Equality Scorecard, Key results from the Workplace Gender Equality Agency’s Employer Census 2021-22. (Workplace Gender Equality Agency, 2022) https://www.wgea.gov.au/publications/australias-gender-equality-scorecard
[2] NSW Government pledges $20 million to increase women in construction. (Elite Agent, 2022).
[3] Women in Construction Innovation Program
[4] La meta es lograr que el 20% de la mano de obra total del proyecto sean ‘learning workers’, y que un 20% sean aprendices de oficios. NSW Government Action Plan: A ten point commitment to the construction sector, 2018.
[5] Se buscar garantizar que al menos el 8% de la fuerza de trabajo sea menor de 25 años. Ídem.
[7] Ídem.
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