El sector Transporte Automotor de Carga (TAC) es uno de los más dinámicos en la generación de empleo a nivel de América Latina. Sin embargo, tradicionalmente, las empresas y asociaciones del sector han sido poco receptivas a la participación de las mujeres en puestos de responsabilidad.
Por regla general, la incorporación de mujeres al sector se ha limitado a funciones administrativas o de apoyo a la actividad principal, aunque, progresivamente, han ido ocupando puestos de mayor responsabilidad, convirtiéndose en líderes de empresas o de varios gremios transportistas en la región.
La actividad con menor presencia femenina es la de conducción de vehículos pesados. Si bien no se dispone de estadísticas formales, las consultas realizadas en el marco del programa DIGITAC-HUB permiten estimar que la participación de mujeres conductoras se sitúa en promedio en un 2% en casi todos los países de la región, aunque en México ya representan el 11.4% del transporte automotor de carga (datos INEGI, 2022).

En los últimos cuatro años, la situación generada por el COVID-19 y el marco post pandémico ha transformado significativamente al sector, creando nuevas oportunidades para la participación de la mujer.
De hecho, la pandemia alteró la dinámica laboral del transporte de carga en Europa y Estados Unidos, y la escasez de conductores resultantes ha motivado una fuerte emigración de mano de obra especializada de América Latina, atraída por sueldos superiores y mejores condiciones laborales.
La menor disponibilidad de conductores en países como México, Costa Rica o Ecuador ha incentivado la incorporación de mujeres a la conducción de vehículos pesados. En numerosos casos, las mujeres se han encargado del negocio familiar, o han visto el mercado de transporte como una salida laboral atractiva.
La realidad actual es que el peso de las mujeres en el transporte de carga es creciente, y son un recurso cada vez más buscado por los cargadores y empresas transportistas, aunque aún debe garantizarse la igualdad de oportunidades y las mismas condiciones salariales en todos los países y segmentos de la carga.
Retos y prioridades
A pesar de la creciente concientización social, la inclusión de género sigue siendo uno de los retos que menos consenso generan entre el sector público y el privado. La figura 1 sintetiza la información relativa a la identificación y jerarquización de los desafíos del transporte de carga, realizada a través de entrevistas a los gremios y una amplia encuesta a los transportistas en cinco de los países que conforman el programa DIGITAC-HUB (Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México y República Dominicana).
El resultado de las consultas permitió identificar los doce retos más relevantes actualmente para el conjunto de los agentes públicos y privados, observándose importantes diferencias en cuanto a la prioridad otorgada a cada uno. Estas diferencias son particularmente significativas para el reto referido a las “barreras de inclusión y equidad de género en el sector transporte de carga”, en el que el sector público lo sitúa entre los cinco desafíos más importantes a abordar, mientras que los agentes privados lo colocaron en la última posición.

Estos resultados revelan que la inclusión de género aún es una tarea pendiente en el sector, que no debe verse postergada por otros retos de carácter social – como la mejora de las condiciones laborales de los conductores – o de tipo económico y profesional.
¿Por qué es importante apostar por la inclusión de género en el sector transporte de carga?
La inclusión de genero no debe contemplarse únicamente desde la perspectiva de garantizar la igualdad de oportunidades, sino que también se ve justificada por los aportes diferenciales que pueden ofrecer las mujeres para el fortalecimiento del sector, entre los que destacan:
- Mayor interés por pertenecer a empresas de transporte formales o a formalizar su negocio propio.
- Alto compromiso con el cumplimiento de plazos y horarios.
- Protección de los ingresos familiares.
- Conducción responsable y respetuosa con las normas de tráfico: la incidencia de accidentes es un 50% menor.
- Menor consumo de alcohol y sustancias estupefacientes.
- Una mayor propensión a la capacitación: las mujeres cuentan con mayores tasas de formación formal antes de iniciarse como conductoras.
- Poseen las mismas capacidades en la aplicación de conocimientos de mecánica o solución de averías de los vehículos que los hombres.
Como resultado de las ventajas anteriores, un número creciente de los cargadores están solicitando conductoras femeninas para los desplazamientos regulares de mercancías de alto valor entre México y Estados Unidos.
Iniciativas como las de Scania en Argentina que desde 2019 capacita a mujeres para operar sus camiones, marcando un hito en el sector cuando en su primera edición más de 5,000 mujeres se inscribieron a la lista de espera del programa. Este tipo de programas nos sirve de inspiración para complementar las herramientas y mejorar la competitividad del mercado.
La digitalización como entorno inclusivo
El avance hacia la digitalización en el sector de transporte de carga en los países latinoamericanos se está revelando como un proceso lento, con un número notable de imponderables y fricciones, condicionando su potencial en corto, mediano y largo plazo.
Las nuevas tecnologías de atención virtual constituyen una oportunidad para mejorar la comunicación entre los operadores de transporte de carga y el Sector Público y por medio de la plataforma de crowdsourcing del DIGITAC-HUB recientemente lanzada, impulsamos la identificación e implementación de herramientas de digitalización que apoyen las funciones básicas en materias de: registro, tramitación, fiscalización, equidad de género, transición ecológica, capacitación, y seguridad; centradas a la actividad del sector público en relación al transporte de carga.

plataforma de crowdsourcing: DIGITAC-HUB
La digitalización del TAC constituye una herramienta clave para potenciar la inclusión de género en el sector y asegurar la sostenibilidad de los cambios a largo plazo. Entre las soluciones digitales más relevantes pueden mencionarse las relativas a la seguridad personal, las asociadas al vehículo y a la gestión de la flota, y las que reconocen las aportaciones de la mujer al sector TAC.
En conclusión, puede afirmarse que la tecnología constituye una herramienta importante para generar un entorno inclusivo y favorezca la participación de las mujeres en el sector TAC. Sigue siendo necesario profundizar en el reconocimiento de las ventajas que implica la inclusión de género y en que se asegure la igualdad de oportunidades.
Autor Invitado
José Enrique Pérez Fiaño. Consultor especialista en logística, transporte y facilitación del comercio. Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Master en Transporte, Urbanista. Su experiencia durante los últimos 30 años se ha centrado en la dirección de estudios de consultoría en las áreas de tráfico, simulación de redes de transporte urbano y logística de mercancías, habiendo participado de más de 400 proyectos en diferentes países de Europa, Asia, África y América Latina; incluyendo el Plan de Plataformas Logísticas de Colombia y México, los planes logísticos de los países de Mesoamérica y el PDSLT de Perú, la estrategia logística de Ecuador, Uruguay y Bolivia, y los planes de logística y comercio exterior de Bulgaria, Etiopía, Vietnam y Zambia.
Leave a Reply