Sara y su familia experimentan a diario los desafíos del transporte en su comunidad. Residen en un lugar donde a menudo el acceso a servicios fundamentales como educación, salud y provisiones básicas depende del transporte acuático. Sin embargo, las embarcaciones son mayormente antiguas y, en ocasiones, enfrentan la escasez de combustible, lo que dificulta sus desplazamientos. Ante esta realidad, estrategias destinadas a mejorar las condiciones de movilidad, así como alternativas más sostenibles como la electromovilidad en las embarcaciones, prometen tener un impacto positivo en la calidad de vida de las personas.
Tecnologías más avanzadas en el transporte acuático mejorarían la fiabilidad y eficiencia de los desplazamientos de Sara y su familia, y abriría nuevas oportunidades para casi seis millones de pasajeros que se movilizan anualmente por ríos, represas y lagos de Colombia. Con menos dependencia de combustibles fósiles y menos emisiones de gases de efecto invernadero, la implementación de estas medidas no solo abordaría los desafíos actuales del transporte, sino que sentaría las bases para un futuro más sostenible y próspero para la comunidad.
En este contexto, el BID, con recursos de cooperación técnica del Gobierno del Reino Unido (UK-SIP), apoyó los estudios para el “Plan de Modernización, Renovación y/o Ascenso Tecnológico de la flota acuática que presta servicios de transporte en Colombia”. El plan presenta una oportunidad para la optimización de la flota de servicios acuáticos en el país. Adicionalmente, evalúa las condiciones actuales del transporte acuático, y establece cuatro lineamientos clave para su desarrollo y propuestas concretas.
- En primer lugar, reconoce que Colombia se encuentra en una fase inicial de innovación, y que el mercado de movilidad sostenible aún está en su etapa incipiente.
- En segundo lugar, destaca la necesidad de un liderazgo sólido y el fortalecimiento de la institucionalidad para impulsar este cambio.
- En tercer lugar, enfatiza la importancia de proyectos piloto para validar y ajustar estrategias.
- Por último, pero no menos importante, se subraya la necesidad de establecer mecanismos efectivos de seguimiento y mejora continua.
La infraestructura del transporte acuático es necesaria pero no asegura una accesibilidad y conectividad adecuada. Hace falta abordar la combinación de marcos regulatorios desactualizados y la ausencia de una política específica de movilidad fluvial. El plan busca transformar este escenario, avanzando hacia un transporte más equitativo y alineado con las metas climáticas del Acuerdo de París.
Durante la fase de diagnóstico, se identificaron y clasificaron las barreras en las siguientes dimensiones:
- Legal-político-regulatoria
- Social
- Operacional
- Económica
- Ambiental
- Del mercado
- Técnico-tecnológica
El análisis demostró desafíos con los marcos regulatorios desactualizados y la mínima presencia institucional, aunado a la desarticulación de los actores que tienen injerencia en los servicios de transporte acuático. Por otra parte, se suma una baja capacidad de organizaciones comunitarias para la operación y mantenimiento de nuevas tecnologías, sumado a la baja aceptación cultural frente al cambio y la escaza capacitación tanto en el personal a bordo como en tierra.
Por otra parte, existe un desconocimiento del impacto ambiental de las operaciones y otras dificultades relacionadas con la variabilidad de las condiciones climáticas y los cambios climáticos abruptos. Finalmente, el análisis reconoce los altos costos de inversión para la implementación de nuevas tecnologías, así como la necesidad de contar con una infraestructura para la recarga o abastecimiento de energéticos.
Las metas del plan abarcan el corto, mediano y largo plazo. El plan tiene objetivos específicos para el 2050, como se detalla en la figura. Este enfoque estratégico busca superar los obstáculos presentes y establecer un camino sostenible que contribuya al desarrollo equitativo y alineado con las exigencias medioambientales globales. Un futuro donde el transporte acuático en Colombia sea un pilar de movilidad eficiente y respetuosa con el entorno.
El proceso de desarrollo del plan incluye un banco de acciones tanto transversales como estratégicas destinadas a la modernización, renovación y ascenso tecnológico de la flota acuática en Colombia. Es un paso crucial para garantizar que nuestro transporte fluvial esté a la vanguardia y sea compatible con los estándares actuales. A partir de esta base, se han formulado nueve programas estratégicos o metas diseñados para guiar nuestras acciones en áreas clave. Estos programas abarcan aspectos de política pública, dimensiones sociales, operativas e infraestructurales, así como capacitación, difusión de información, incentivos y tecnología.
El plan propone acciones, ejecutables en el corto plazo, que permitirán fortalecer el marco normativo y la institucionalidad de los actores involucrados, con el objetivo de fortalecer y modernizar el transporte acuático. También se contemplan acciones para modernizar la flota, definir lineamientos para la construcción de infraestructura energética en puertos y sistemas de carga de energía para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Finalmente, las acciones buscan promover el uso de tecnologías más limpias y sostenibles.
Estas acciones son fundamentales para promover un mejor transporte acuático, con beneficios tangibles para las comunidades, el medio ambiente y la economía en general.
Autora invitada
Natalia Calderón
Natalia es profesional en ciencias navales y oceanografía física, con un máster en oceanografía y actualmente está realizando estudios de doctorado en la World Maritime University, centrándose en el desarrollo sostenible del transporte fluvial en el río Magdalena. Además, trabaja como asistente de investigación en la misma universidad, colaborando en proyectos relacionados con la descarbonización de puertos y barcos (CHEK y SEANERGY). Tiene experiencia a bordo de unidades flotantes de la Armada Nacional y ha desempeñado diversas funciones en la subdirección de desarrollo marítimo y en la subdirección de marina mercante en la Autoridad Marítima Colombiana, DIMAR.
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