A medida que los mercados laborales globales se hacen cada vez más verdes, los países de América Latina y el Caribe (ALC) podrían aprovechar una oportunidad única. Los países de ALC albergan abundantes recursos renovables para la energía sostenible, ecosistemas que absorben carbono y una fuerza laboral dinámica para el cambio.
La transición verde está proyectada para generar hasta 15 millones de empleos netos en la región para 2030. La OCDE estima que el empleo en sectores verdes de ALC pudiera crecer en 15% para 2030 – respecto de una línea de base- si los países implementan políticas verdes de alto impacto. Sin embargo, la creación de empleo no será uniforme en todas las ciudades y regiones. Por ejemplo, la proporción de empleos verdes ya es del 11% en la región central de Costa Rica y del 7% en el área metropolitana de Santiago en Chile, según una próxima investigación del BID. En los países de la OCDE, los empleos verdes tienden a concentrarse en las zonas urbanas. En Colombia, los municipios concentran más del 26% de las inversiones en proyectos de adaptación y mitigación del clima, lo que genera mayores necesidades de habilidades en ciertas áreas.
Se calcula también que crecerán los empleos verdes vinculados a los sectores primarios de ALC con fuerte presencia áreas rurales. En un escenario en el que los países de ALC cumplan con las metas de emisiones de la COP para 2030, se espera que los empleos en sectores como agricultura, alimentos basados en plantas y electricidad renovable aumenten en un 54% y 22%, respectivamente.
Las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza y los esfuerzos de protección de la biodiversidad en toda ALC también impulsarán nuevas necesidades ocupacionales. En total, se estima que el 13% de los trabajadores de ALC podrían formar parte de la economía verde, según evaluaciones del BID de empleos con tareas verdes en 11 países.
Mientras tanto, otros empleos están en peligro. Se espera que el empleo en la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles se reduzca a la mitad para 2030. El aumento de las temperaturas y los eventos climáticos extremos también amenazan el empleo, con zonas costeras expuestas a inundaciones, la agricultura expuesta a la sequía y todas las zonas expuestas a una menor productividad y condiciones laborales más peligrosas. Mientras tanto, la degradación de los recursos naturales amenaza los empleos en sectores de ALC que hacen uso de materias primas como la agricultura, la pesca y la silvicultura, que dependen en gran medida de los servicios ecosistémicos.
El crecimiento del empleo sectorial cambiará a medida que ALC se descarboniza conforme a los objetivos de la COP
Porcentaje de ganancias y pérdidas de empleo por sector para 2030 en ALC – Escenario de descarbonización relativo a un escenario de altas emisiones
Si no se revisan, estas tendencias amenazan con ampliar las desigualdades existentes. En los países de ALC, los empleos verdes se concentran entre los hombres (74,9%) de 25 a 49 años (63,1%) que viven en zonas urbanas (83,5%). Más del 80% de los trabajadores en empleos no verdes, que son similares a empleos verdes en LAC, tendrán que hacer tres o más transiciones para pasar a un trabajo verde, requiriendo nuevas rutas de aprendizaje para adultos. Esto contrasta con los Estados Unidos, donde 8 de cada 10 trabajadores en empleos no verdes pueden hacer la transición directamente a un empleo verde, aunque ésta transición es rara para aquellos que trabajan en trabajos intensivos en carbono.
Debido a las diferencias espaciales en la ubicación de los empleos verdes y no verdes, los cambios de carrera verde también pueden requerir que los trabajadores se desplacen, se muden o aprovechen opciones de trabajo remoto.
Readaptación de las habilidades en LAC
Para maximizar los efectos positivos de esta transición, ALC necesita ponerse en marcha.
Primero, los gobiernos de ALC necesitan alinear las políticas ambientales y de mercado laboral para abordar el desajuste y la escasez de habilidades durante la transición verde. La colaboración efectiva entre los ministerios responsables de las políticas medioambientales y los responsables de las políticas de habilidades y de mercado laboral garantiza que se diseñen reglamentos y sistemas de incentivos tomando en cuenta la disponibilidad de habilidades y las implicaciones para el mercado laboral. En 2022, Costa Rica creó un Comité de alto nivel sobre la transición justa, reuniendo al Ministerio de Medio Ambiente y Energía, el Ministerio de Trabajo y otros organismos públicos. El comité identifica las esferas de interés sectoriales para políticas de transición justa, incluyendo las formas de alinear estratégicamente los programas de capacitación laboral.
El sector privado también tiene un papel que desempeñar en el desarrollo de programas de capacitación verde. Invertir en habilidades verdes es esencial para maximizar la creación de empleos a partir del desarrollo de sectores verdes. Por ejemplo, como parte de un proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo en Chile, los actores de los proyectos de Hidrógeno Verde (GH2) en Antofagasta y Magallanes desarrollaron una hoja de ruta para el desarrollo de capital humano. Como parte de la hoja de ruta, una mesa redonda de coordinación de alto nivel reúne a los interesados públicos y privados para alinear las necesidades del sector con el desarrollo de la fuerza laboral.
En segundo lugar, los responsables de la formulación política de ALC necesitan información de mercados laborales oportuna y precisa sobre el impacto de las políticas ambientales en la oferta y demanda de habilidades actuales y futuras. La adaptación de habilidades requiere datos desglosados y específicos de cada región para ayudar a los trabajadores a ajustar sus carreras y decisiones, y a las empresas a adaptar decisiones de inversión y procesos productivos. En Belice, la Cámara de Comercio e Industria, con apoyo del BID, preparó una hoja de ruta para la capacitación laboral incluyendo datos regionales que combinan perspectivas cuantitativas y cualitativas para identificar el potencial de creación de empleo y la demanda de competencias, a medida que las empresas desarrollan una actividad turística más sostenible.
Tercero, las instituciones de educación y formación técnica y profesional (TVET) en ALC pueden desarrollar una capacitación adaptada a las necesidades verdes de las pequeñas y medianas empresas (pymes) que tienen recursos limitados para la capacitación. En la provincia de Manabí, Ecuador, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), el Ministerio de Urbanismo y Vivienda (MiDUVi) y otros actores apoyan un programa de Escuela Taller que ofrece capacitación para la construcción sostenible del bambú, un sector estratégico para el desarrollo sostenible en Manabí. Los graduados de las escuelas taller están en buenas condiciones para participar en actividades de construcción comunitarias o cooperativas, incluso dentro de comunidades indígenas.
ALC está full de talento
Los gobiernos nacionales de la región ALC deben trabajar con todos los ministerios y con sus territorios, con sus contrapartes sociales y los sistemas de educación profesional para desarrollar políticas laborales que promuevan una transición verde inclusiva. Muchos países ya están adoptando políticas previsoras para convertir los desafíos climáticos en oportunidades. Sin embargo, ahora todo el mundo está en una carrera contrarreloj para aprovechar ese talento antes de que se eliminen los combustibles fósiles.
¿Quieres saber más sobre las tendencias de desarrollo de la fuerza laboral en América Latina y el Caribe? Mira la charla Desarrollo de la fuerza laboral e inversiones locales verdes: un enfoque en América Latina y el Caribe, una sesión conjunta del BID y la OCDE organizada durante la Semana de Habilidades Locales de la OCDE 2024.
La versión original en inglés de esta se publicó en el blog de la OCDE, COGITO, el 12 de agosto de 2024. Te invitamos a leerla acá.
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