Durante más de tres décadas, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha estado a la vanguardia del desarrollo de políticas públicas y las inversiones del sector público fomentando el desarrollo económico azul y las zonas costeras resistentes al riesgo en la región del Caribe. Mediante el uso del marco de gestión integrada de zonas costeras (ICZM por sus siglas en inglés), y más recientemente la incorporación de consideraciones basadas en los ecosistemas, el Banco ha podido refinar su enfoque técnico a lo largo del tiempo. Como prueba de ello, el ‘Environmental Business Journal International’ otorgó al Banco recientemente un premio al mérito del proyecto para Infraestructura Resistente al Cambio Climático por su Plan de Manejo Costero (SMP por sus siglas en inglés) para Corozal, Belice. La estrategia de desarrollo del SMP del Banco define un enfoque sostenible y una metodología relevante para replicar en toda la Región.
Contexto de gestión económica y costera de Belice
El capital natural costero (servicios y recursos naturales de la zona costera) está integrado en el PIB nacional (BID 2016). Los corales, los pastos marinos y los manglares proporcionan materias primas para las industrias, amortiguación de olas y vientos, proporcionan hábitat y remueven el dióxido de carbono entre sus muchos beneficios económicos. Por ejemplo, el valor anual de los servicios que los arrecifes de coral brindan al Caribe se promedia en USD $ 312 millones para la pesca, USD $ 2.1 mil millones para el turismo subacuático y USD $ 2.2 mil millones para la protección de la costa (Simpson 2010).
En Belice muchos pueblos y sectores económicos azules, particularmente el turismo, están ubicados dentro de la zona costera y dependen del capital natural costero estable para crear condiciones propicias para su sostenibilidad. Sin embargo, su zona costera es muy vulnerable a los huracanes que históricamente han afectado al país cada tres años, lo que ha costado pérdidas anuales promedio de USD $ 5 millones, aproximadamente el 0,5% del PIB (Banco Mundial, 2010). El Gobierno de Belice (GOB) ha reconocido esta situación y tomado acciones importantes: (i) estableció la Autoridad e Instituto de Gestión de la Zona Costera (CZMAI por sus siglas en inglés) en 1998; (ii) señaló el turismo sostenible como crítico para su Estrategia de Crecimiento y Desarrollo Sostenible (GSDS por sus siglas en inglés, 2016); y (iii) legalizó el Plan de Gestión Integrada de la Zona Costera de Belice (ICZM) en 2016.
A solicitud del Gobierno en 2016, el Banco desarrolló el estudio “Mejorando la resistencia a desastres y al clima en el turismo sostenible” en el distrito de Corozal, Belice, dado su potencial turístico y sus altos niveles de riesgo costero. Trabajando en colaboración con el CZMAI y el Ministerio de Turismo y Aviación Civil, el estudio entregó un SMP destinado a reducir el riesgo climático y aumentar la contribución del sector del turismo al PIB nacional.
Un enfoque técnico de vanguardia

El primer paso del desarrollo de SMP fue comprender de manera integral las condiciones humanas y naturales de la zona costera de Corozal. El Banco trabajó con Jacobs International Inc. para aplicar métodos innovadores y recopilar datos relevantes, entre ellos: (i) el despliegue de las sondas Doppler Acústicas de Corrientes para recopilar datos de olas, mareas y corrientes; (ii) uso de drones para evaluar las condiciones y mapear las estructuras construidas, así como el capital natural costero; y (iii) examen de imágenes satelitales para levantar datos de uso del suelo, calidad del agua, hábitats marinos y terrestres, batimetría y topografía (Figura 1). Los datos se compilaron en SANDS, una ‘GeoBase de datos’ con aplicaciones específicas para la costa.
El segundo paso involucró el modelado de la erosión y el riesgo de inundación dentro de la zona costera de Corozal. Los datos recopilados en el paso anterior y el escenario más probable de cambio climático del IPCC para Belice se utilizaron para simular los impactos actuales y futuros de los riesgos naturales en la zona costera. El software de modelado ‘Mike 21’ y el ‘modelador de inundaciones de Jacob’ se usaron para simulaciones.
El tercer paso se centró en el desarrollo del SMP integrado y resistente al cambio climático para Corozal. Los SMP generalmente involucran políticas de Protección, Adaptación, Control o Prevención. Para adaptar estas políticas a las necesidades de desarrollo sostenible y las vulnerabilidades frente al riesgo climático de Corozal, se consideraron los resultados del modelado y una serie de datos, en particular del uso de la tierra, hábitats, morfología y exposición al riesgo. Los lineamientos del plan ICZM nacional de Belice y los aportes de una serie de reuniones con colaboradores locales del proyecto también fueron vitales.
El análisis dio como resultado que a las secciones de litoral con riesgos y condiciones socioambientales similares se les asignó políticas específicas de SMP, denominadas “Unidades de políticas”. El frente costero de la Bahía de Corozal se dividió en 17 Unidades de Políticas (Figura 2) que reflejan los diferentes objetivos de desarrollo costero y las necesidades de gestión del riesgo climático. Se propuso una combinación de gobernanza, políticas y recomendaciones de infraestructura para implementar las recomendaciones de SMP.

Protección costera basada en la naturaleza
Sobre la base del SMP, se seleccionaron cuatro sitios para su protección debido a su alto potencial de crecimiento turístico que estaba siendo socavado por una alta exposición al riesgo climático. Los diseños conceptualizados para estos sitios se basaron en la naturaleza y propusieron la reintroducción de los manglares como el hábitat natural, revirtiendo así años de remoción de manglares. Los diseños se construyeron en condiciones favorables para fomentar el establecimiento de manglares y la resistencia a los riesgos climáticos mediante: (i) la selección de especies endémicas de manglares; (ii) la incrustación de estructuras de roca para plantar propágulos de manglar y desviar la energía de las olas; y (iii) la definición de una geometría estable (Figura 3).

Adicional a la ampliamente documentada eficacia de los manglares para brindar una protección costera equivalente a la proporcionada por la infraestructura tradicional de ingeniería dura, un análisis económico “ex-ante” mostró que las recomendaciones de uso de infraestructura verde:
- Mejorarán las locaciones turísticas con una costa verde.
- Reducirán los costos de mantenimiento y posibles reconstrucciones a medida que las soluciones basadas en la naturaleza se vuelvan más sólidas y resilientes con el tiempo; y
- Aumentarán la biodiversidad, el almacenamiento de carbono, los hábitats y la filtración de agua con el establecimiento de manglares.
Al hacerlo, el SMP de Corozal evoluciona a partir de enfoques de gestión costera centrados en soluciones de ingeniería dura típicos de la región a soluciones de infraestructura verde, que, si se utilizan como una guía de mejores prácticas, tienen un enorme potencial para abordar directamente el desarrollo económico azul y las necesidades de gestión ambiental para las economías de zonas costeras en América Latina y el Caribe.
Imagen por Bishnu Sarangi desde Pixabay
Este blogpost es parte de la Campaña “Rumbo a COP25” del Grupo BID. COP25, bajo la presidencia del Gobierno de Chile, tomará lugar en Madrid del 2 al 13 de diciembre de 2019, con apoyo logístico del Gobierno de España.
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