Es una realidad que la integración laboral de la mujer ha mejorado desde la celebración del primer Día de la Mujer en 1911. La última edición del informe Panorama Laboral de la OIT sobre Latinoamérica y El Caribe destacó que la tasa de participación de las mujeres en la fuerza laboral había llegado al 49.5%. Esta cifra es todavía muy inferior a la tasa masculina del 71,3% pero muestra un constante aumento en los últimos años.
Sectores como la sanidad, la educación o el turismo cuentan con una buena representación de mujeres entre sus trabajadores. Sin embargo, existen otros sectores considerados “masculinos” donde las mujeres siguen encontrando dificultades para ser empleadas.
Por ejemplo, en el sector de las energías renovables el porcentaje de mujeres empleadas no supera el 20-24% del total. Tratándose de un sector que en 2014 alcanzó los 7,7 millones de empleos directos e indirectos, que tuvo un crecimiento del 18% respecto al año anterior y que ofrece salarios muy competitivos, es fundamental lograr que la tasa de participación femenina aumente de manera considerable.
Son muchas las razones que se esgrimen para argumentar esta desigualdad en el empleo. Entre ellas están: la escasa participación de las mujeres en determinadas áreas de la educación superior técnica y; la existencia de estereotipos de género, que generan discriminación hacia la mujer tanto en los procesos de contratación como en la remuneración por su trabajo.
Una excelente oportunidad para superar estos estereotipos es trabajar con una perspectiva de género en proyectos de energías renovables como la puesta en marcha de una planta eólica o una central geotérmica.
¿Cómo hacerlo? Promoviendo la contrataciones de mujeres durante la construcción, operación y mantenimiento de las infraestructuras.
Algunas recomendaciones para lograrlo:
- impartir capacitaciones que incluyan mujeres,
- impulsar candidaturas femeninas,
- mejorar el ambiente laboral,
- crear instalaciones adecuadas para mujeres como baños separados,
- y/o crear un ambiente libre de acoso sexual.
Además, también se pueden ofrecer becas para promover el acceso a las mujeres en carreras técnicas con salidas profesionales en el sector de las energías renovables, promover programas de prácticas en empresas para estudiantes mujeres o apoyar la retención del talento femenino con programas de conciliación familiar y laboral.
Puedes encontrar estas y otras recomendaciones sobre cómo incorporar a las mujeres de manera efectiva en los proyectos de energías renovables en la guía sobre Género y energías renovables publicada por el BID. La guía incluye temas como consultas, compensaciones por tierra, repartos de beneficios, seguridad y reasentamientos.
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