Por Milli Legrain
Diseñar políticas de seguridad efectivas es un desafío para muchos países de la región. Uno de los retos clave es la falta de una gestión integral. Es decir que debemos esforzarnos por tener una visión más completa de la situación.
Enfrentar los problemas de seguridad ciudadana con éxito significa involucrar a todos los actores relevantes: desde los ministros de seguridad y justicia hasta los ministros de salud, educación y desarrollo social, desde las instituciones encargadas de controlar la violencia hasta las que buscan prevenirla o remediar sus consecuencias.
Para enfrentar las distintas facetas de un problema tan complejo, es necesaria la participación de todos. En ese sentido países como Chile, Colombia, Panamá, Perú y El Salvador han conformado “gabinetes” o “consejos nacionales” de seguridad ciudadana que incluyen múltiples actores.
En el marco sectorial de seguridad ciudadana y justicia destacamos tres elementos clave para tener una mejor gestión de seguridad ciudadana.
1. Fomentar el diálogo
Pero esto no lo es todo. Se debe contar también con mecanismos efectivos de coordinación horizontal entre los actores relevantes. ¿Esto qué significa? Es necesaria una verdadera articulación entre las instituciones públicas y privadas para que trabajen juntas por los mismos objetivos. En esta línea Chile está diseñando una estrategia de seguridad pública apolítica y de largo plazo (hacia el 2030) en consulta con 50 expertos de universidades y organizaciones de la sociedad civil. Entendieron que una política efectiva debe ir más allá del gobierno de turno.
También hace falta una coordinación vertical entre niveles de gobierno, entre lo federal, lo regional y lo local. En muchos países de la región, aunque los gobiernos locales tengan un mejor conocimiento de sus territorios y de las necesidades específicas de sus comunidades, la seguridad cae bajo la responsabilidad directa del ámbito federal. La falta de sensibilidad a realidades socioculturales locales puede ser un grave obstáculo para la legitimidad de las acciones y por lo tanto de su efectividad. En este sentido algunos países como Brasil han legislado para facilitar la coordinación entre los niveles federales y locales.
2. Obtener datos
Otro elemento esencial para la seguridad ciudadana es la información de calidad.
En América Latina, las estadísticas criminales son fragmentadas e inconsistentes. Las principales agencias encargadas del manejo de estadísticas criminales y de delito (policías y ministerios públicos) producen estadísticas basadas en metodologías distintas. Es más, la manera de recolectar datos puede variar de año en año, lo cual afecta la confiabilidad y la identificación de tendencias. En los peores casos, el gobierno no es transparente con la información o simplemente las estadísticas no existen.
También existe una falta de información sobre la propia eficacia de las políticas que se implementan. ¿Cómo diseñar e implementar una estrategia de intervención sin saber lo que ha funcionado hasta ahora?
- Basarse en un conocimiento real del problema antes de asignar responsabilidades, establecer metas y definir indicadores.
- Definir resultados para evaluar y rendir cuentas son elementos clave no sólo para asegurar la efectividad de las políticas sino también para asegurar su legitimidad. Las experiencias de Colombia y Chile basadas en modelos europeos de rendición de cuentas han sido muy prometedoras.
3. Invertir más Dinero
Por último, la calidad de los servicios de seguridad ciudadana también depende de la efectiva asignación de recursos humanos y financieros. En América Latina la ausencia de una inversión sostenida ha sido un obstáculo para atraer a personal cualificado. Así ha sido la experiencia de Ecuador, cuya tasa de homicidios bajó de 22 por cada 100.000 habitantes en el 2011 a solo 8,1 en el 2014.
¿Cómo lo consiguieron? Aumentando la inversión en seguridad. Esto se reflejó en parte en los salarios de los policías. Hoy, un policía ecuatoriano gana cerca de US$1.000 al mes, uno de los sueldos más altos de América Latina.
La gestión de la seguridad ciudadana es uno de los ejes transversales del área de Seguridad Ciudadana del BID. Sus programas buscan que los propios gobiernos puedan hacer una mejor gestión de la seguridad ciudadana por medios de políticas públicas que encajan con las necesidades de su país.
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Foto crédito: Flickr CC Michael Carson
Basarse en un conocimiento real del problema en este caso corresponde contar con un grupo permanente de personas comprometidas en la politica de la seguridad ciudadana de su comunidad. No todo lo pueden hacer los miembros del orden del estado.
La ciudadania también puede implementar aspectos que ayuden a tener una seguridad adicional, no esta de más.