La campaña para terminar con la violencia contra la mujer en Argentina, #NiUnaMenos, movilizó a miles de personas el 3 de junio. Mujeres, hombres, niños, ancianos, figuras del espectáculo y las artes, e incluso políticos se concentraron frente al Congreso Argentino y en tantas otras plazas de las ciudades del interior del país reclamando el fin de la violencia contra la mujer.
Esta movilización, que se viralizó en las redes sociales en las últimas semanas, puso la atención de la población argentina en un tema de que poco se hablaba hasta ahora: la violencia contra la mujer y el feminicidio.
En Argentina, las estadísticas oficiales sobre violencia contra la mujer son escasas, como en el resto de América Latina y el Caribe. Un estudio realizado por la Asociación para Políticas Publicas, calculó que entre 1997 y 2010, más de 6.000 mujeres fueron asesinadas. La ONG Casa del Encuentro, por otro lado, estimó que en entre 2008 y 2014, se registraron 1.808 casos de femicidio. Solo en 2014, 277 mujeres y niñas fueron víctimas de feminicidio. Para ponerlo de otra manera: cada 30 horas una mujer es asesinada en Argentina.
El tema ha causado debates de todo tipo, como si la movilización se hubiera tratado de un partido de River vs. Boca. Están aquellos que ponen el acento en que los recientes casos de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas no constituyen feminicidios, sino simples homicidios, hasta aquellos que dicen que las mujeres no son las principales víctimas de la violencia, ya que las estadísticas muestran que son los hombres, y en especial los jóvenes. Esto último es cierto, y no puede negarse. Pero no se trata de saber si mueren más hombres o mujeres como consecuencia de la violencia. Se trata de debatir sobre un tema que es incómodo, que causa reacciones encontradas en mujeres y hombres, pero del que es necesario hablar y al que hoy hay que darle mayor visibilidad.
Bajo la consigna de #NiUnaMenos hay un reclamo concreto, que se resume en los siguientes 9 puntos:
- Instrumentación en su totalidad y con la asignación de presupuesto acorde de la LEY N º 26.485 “Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.
- Recopilación y publicación de estadísticas oficiales sobre violencia hacia las mujeres incluyendo los índices de feminicidios.
- Apertura y funcionamiento pleno de Oficinas de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia en todas las provincias, con el objeto de agilizar las medidas cautelares de protección.
- Garantías para la protección de las víctimas de violencia. Implementación del monitoreo electrónico de los victimarios para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que impone la Justicia.
- Garantías para el acceso de las víctimas a la Justicia. Atención de personal capacitado para recibir las denuncias en cada fiscalía y cada comisaría. Vinculación de las causas de los fueros civil y penal. Patrocinio jurídico gratuito para las víctimas durante todo el proceso judicial.
- Garantías para el cumplimiento del derecho de la niñez con un patrocinio jurídico especializado y capacitado en la temática.
- Creación de más Hogares/Refugio en la emergencia, Hogares de Día para víctimas, y subsidio habitacional, con una asistencia interdisciplinaria desde una perspectiva de género.
- Incorporación y profundización en todos los currículos educativos de los diferentes niveles de la educación sexual integral con perspectiva de género, el tema de la violencia machista y dictado de talleres para prevenir noviazgos violentos.
- Capacitaciones obligatorias sobre violencia machista a funcionarios públicos, a los agentes de seguridad y a los operadores judiciales, así como a profesionales que trabajan con la violencia en diferentes dependencias oficiales de todo el país.
Argentina volvió a gritar, esta vez ni una menos. Pero los 9 puntos son relevantes para toda América Latina y el Caribe.
En el BID, la violencia contra la mujer ocupa un lugar preponderante en la agenda de seguridad ciudadana. Estamos trabajando intensamente en la región, ya sea a través del mejoramiento de las estadísticas sobre violencia contra la mujer y feminicidio, como en el apoyo a programas destinados a proteger a las víctimas de la violencia y brindarles acceso a la justicia. De este modo, contribuimos para que en el futuro no haya #NiUnaMenos en toda la región.
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Los invitamos a leer un segundo post de esta serie sobre feminicidio sobre el caso de Perú y la importancia de la información.
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