Johnny era un humilde trailero que transportaba mercancía entre México y Estados Unidos. Un día iba en su camión sin cinturón de seguridad cuando unos niños peatones se atravesaron una luz en rojo y Johnny, por esquivarlos, se metió en el otro carril, por donde venía un conductor ebrio en la dirección opuesta. El siniestro lo dejó a enfrentar una discapacidad por el resto de su vida, postrado a una silla de ruedas.
Este drama novelesco es mucho más común de lo que parece. Las lesiones causadas en el tránsito son un asunto de salud pública. En ocasiones se les refiere como “la epidemia silenciosa”, pues a pesar de las alarmantes cifras de daños que causan, siguen recibiendo poca atención, tanto en inversión como en medidas preventivas. Estas, para ser efectivas, deben de ser sistemáticas, integrales y multisectoriales.
Accidentes en el camino, una epidemia global
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en América Latina y el Caribe los accidentes de tránsito son una epidemia que cobra más de 150 000 vidas cada año. Esto representa el 11% de las muertes por esta causa a nivel global. Además, actualmente son la principal causa de muerte en niños de entre 5 y 14 años y adultos jóvenes de entre 15 y 29. El 93% de estas lesiones fatales se producen en países en desarrollo y esto, a su vez, genera pérdidas de entre el 1 y 5% del PIB.
Las cifras levantan una bandera roja para redoblar esfuerzos. No basta con implementar campañas de comunicación que promuevan comportamientos seguros. También hay que invertir en infraestructuras seguras para todos los usuarios y trabajar en mejorar las normativas y su implementación.
No caer en la estigmatización
El costo de este tipo de campañas e intervenciones de política no puede ser la dignidad de las personas con discapacidad. Muchas historias como la de Johnny muestran a la discapacidad como un castigo, perpetuando estereotipos negativos hacia esta comunidad. Estos estereotipos están profundamente arraigados y frenan los avances en el tema, ya que la discapacidad es un movimiento de derechos civiles que busca, sobre todo, una transformación cultural. Las personas con discapacidad no son personas enfermas; no hay nada que “curar”. La discapacidad no es algo que la gente tenga dentro de su cuerpo, sino la interacción entre una deficiencia y barreras en el entorno de la persona. Hay una Convención de Naciones Unidas que define a la discapacidad de esa manera y le da un mandato a todos los países que la ratificaron para que eliminen esas barreras y hagan ciudades verdaderamente accesibles para todos.
Así las cosas, para librar una batalla cultural y transformar mentes y corazones hay que utilizar las herramientas de la cultura. En la región una herramienta fundamental en el imaginario cultural han sido las tenelovelas. Por ejemplo, una publicación del Banco Interamericano de Desarrollo examina el efecto de tres décadas de exposición de telenovelas en los patrones de fertilidad en Brasil. Hay una influencia evidente de los medios de comunicaciones en nuestro comportamiento.
Innovación en la acción
Nada mejor para derribar los estereotipos de las telenovelas que valerse de esa misma herramienta para hacer lo contrario. Es por ello que durante la X Semana De Seguridad Vial de Ecuador, que se celebró en Quito del 18 al 22 de noviembre 2019, el BID lanzó una iniciativa conjunta para hacer, justamente, un fragmento de una novela que mostrara el problema de utilizar estereotipos negativos de discapacidad para prevenir siniestros de tránsito. Con una producción costo eficiente, un talento actoral digno de una telenovela latina y un guión más melodramático que el de “Rosa Salvaje”, expertos del BID en discapacidad y seguridad vial preparamos un corto video abogando por la importancia de prestar atención a este tipo de detalles y, sobre todo, de romper mitos y estereotipos. El resultado no pudo ser mejor. La gente rompió en asombro disfrazado de risa durante la conferencia viendo esta parodia de novela latina y, aún más importante, entendió una temática densa y compleja de una manera pedagógica e innovadora. Según el Viceministro de Transporte, “fue una forma creativa y efectiva de pasar el mensaje”.
Esta experiencia se suma a otras iniciativas que el BID está impulsando para visibilizar el valor de la diversidad en general y la inclusión de personas con discapacidad en particular, como la reciente publicación “Somos Todos”. Esta publicación, con un lenguaje simple, un diseño atractivo y una serie de videos cortos y muy divertidos, profundiza sobre el movimiento de derechos de personas con discapacidad. ¡Recomendadísimo! Y como verán, en estas piezas y las que siguen… se nota la pasión de gavilanes que sentimos por la inclusión y queda claro que es mucho lo que podemos hacer para tener sociedades más equitativas y entornos más seguros.
¿Conoces iniciativas creativas para derribar estereotipos y generar consciencia sobre las barreras que enfrentan las personas con discapacidad? Compártelas en la sección de comentarios o menciona a @BIDgente en Twitter.
Es maravilloso en este bello camino de aprendizaje constante encontrar personas como Juan Pablo ,un ser humano maravilloso e integral, éxito y bendiciones para ti que sientes , que amas lo que haces igual que yo !
Bien dicho la incapacidad no es una enfermedad si no ocasionado por accidentes que tal se pudieron evitar si se haya una concientización de nivel multisectorial de un estado y la sociedad en su conjunto para tener una calidad de vida mucho mejor habiendo una cultura de seguridad en todo nivel. Saludos.