Vivo en el Estado de Virginia, y cada día recorro 64 km de ida, y 64 km de vuelta para llegar al trabajo, en el centro de Washington D.C., 3.200 km al mes. Cuando uno vive tan lejos necesita idear un plan estratégico para llegar lo más rápido y de la manera más eficiente y segura posible o de lo contrario, optar por encontrar un empleo más cerca.
“Slug” significa babosa en inglés. Pero además en el área metropolitana de Washington es todo un movimiento que empieza en 1973 tras la crisis del petróleo, a raíz de la decisión de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo de no exportar más a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur. Estados Unidos para aliviar esta situación y disminuir su consumo de combustible, creó los HOV (High Occupancy Vehicle) en español carril de alta ocupación, es decir, carriles para 3 pasajeros o más a lo largo de la Interestatal 395 (I-395), un ramal de 20 km que inicia en el cruce con la Interestatal 95 en Springfield, Virginia y termina en el cuadrante noroeste de Washington D. C. Su implementación hace ya 38 años vino acompañada por una alternativa de transporte creada por los usuarios, llamada slugging, sin intervención de nadie y regulada mediante el respeto por un código definido por los mismos usuarios. Hoy hay más de 25 lugares de recogida, y más de 10.000 usuarios.
Es un ejemplo de economía compartida, mucho antes de Uber, Tappsi y también una adaptación del transporte a una necesidad/interés. El conductor necesita a otros pasajeros para llegar más rápido, y el pasajero se ahorra tiempo. Y el tiempo es dinero. Los autos suelen ser de alta gama y esto está asociado al alto valor del tiempo de los conductores. Es imposible olvidarse de un tercer beneficiario de esta medida: el medio ambiente, menos autos, menos consumo de gasolina.
¿Cómo funciona realmente? Un día cualquiera a las 5:30 de la mañana parqueo mi auto en Mine Rd en Stafford. Me acerco a la fila, ya hay unos 20 – 30 pasajeros. Los “sluggers” esperamos pacientes la llegada de autos consecutivos para llegar a Washington. Llega el primero. El conductor abre la ventanilla y anuncia sus coordenadas al primero de la fila: “New York Avenue con la calle 14”. Si el primero está interesado se sube y pasa la voz hasta encontrar al menos a un pasajero más.
¡Sí! me interesa, me subo: “Good morning!”, digo, y al ser mujer si es posible paso detrás –una de las reglas del protocolo es nunca dejar a una mujer sola en la cola, y dentro del auto ni maquillarse ni hablar por teléfono- Nada es perfecto. Una hora después llegamos “Thank you!” y eso es todo lo que decimos.
Con mi auto no solo hubiera tardado casi dos horas, el doble de tiempo, si no que habría gastado $20 ida, 20$ vuelta. Es probable, que sin este sistema de desplazamiento, seguro y gratis, hoy no estaría compartiendo esta historia en Moviliblog.
¿Creen que sería posible poner en marcha un sistema parecido en América Latina y el Caribe? ¿Tienes ideas para reducir la congestión en nuestras ciudades? ¡Cuéntanos si conoces algún sistema parecido en tu ciudad!
* Ilustración de Marc Rosenthal
Leave a Reply