El reto de metodologías innovadoras en la región
El sector público en América Latina y el Caribe (ALC) tiene grandes retos a la hora de innovar. El uso de nuevas metodologías y herramientas para la ejecución de obras de infraestructura social (escuelas, centros de salud, etc.) no siempre es prioridad de los ministerios sectoriales al contar con limitados recursos o grandes necesidades inmediatas como lo son los recursos humanos, insumos, equipamientos y otros aspectos esenciales.
Entre las posibles herramientas que podrían suponer una evolución en la construcción de infraestructura, se encuentra la de Building Information Modelling, una metodología colaborativa de trabajo que centraliza toda la información relacionada a la construcción y gestión de la infraestructura.
A pesar del lento avance de su implentación en ALC en la infraestructura social, El Salvador destaca por sus esfuerzos de aplicar BIM en varios proyectos de salud, abriéndose a la posibilidad de ser ejemplo para otros. En este país, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha venido apoyando al Ministerio de Salud (MINSAL) en la paulatina incorporación de la metodología BIM para algunos proyectos de infraestructura social. Esta iniciativa, liderada por la División de Competitividad, Tecnología e Innovación (CTI) y el Grupo de Infraestructura Social (GIS), comenzó en 2018 y, bajo el liderazgo del MINSAL, se proyecta cada año con nuevos pasos. El proceso de implementación que El Salvador país ha llevado a cabo, sirve de referencia y mapa de ruta para el resto de la región.
Cuatro lecciones de El Salvador para implementar BIM
- Conocer el medio:
En 2021, con el objetivo de conocer el nivel de adopción de BIM en el sector de la construcción nacional, el gobierno salvadoreño, con el apoyo del BID, realizó un mapeo de actores institucionales de la construcción civil. Se identificaron más de 70 instituciones públicas y privadas interesadas en la agenda de transformación digital del sector. La mayoría de los profesionales entrevistados declaró conocer la metodología BIM y estar convencidos de que la misma tendrá una elevada importancia en el futuro. Sin embargo, el 77% de ellos no habían aún desarrollado trabajos en BIM argumentando que las principales limitantes son: la magnitud de las inversiones necesarias (26%), la falta de oferta de capacitación y formación, y la falta de tiempo disponible para desarrollar la implementación (ambas en 18%). Esto es muy similar a lo que ocurre en los países de la región y permitió identificar que el mercado podría ver con buenos ojos la incorporación de la metodología en los proyectos. Solamente sería necesario apuntalar y acompañar este proceso.
- Medir la capacidad institucional para implementar BIM:
En 2020, el BID realizó un análisis de capacidades de la Unidad Ejecutora (UE) del Programa de Redes Integradas de Salud del MINSAL. Se concluyó que para comenzar a utilizar BIM en los proyectos de infraestructura era necesario el acompañamiento metodológico y capacitación al equipo técnico, cambios en los procesos de tomas de decisiones y aprobaciones y la inversión en la renovación de parte del equipamiento tecnológico del MINSAL. En este caso particular, se identificó que el rol principal de los profesionales de la UE se centraba en revisar y aprobar los proyectos y supervisar las obras que eran desarrollados por firmas y contratistas, además su nivel de capacitación y capacidad tecnológica instaladas estaban dirigidas al desarrollo tradicional de proyectos de infraestructura. Pese a esto, existía también interés y compromiso en asumir el reto de la transición desde el método tradicional hacia la incorporación de herramientas y metodologías innovadoras. Esto permitió focalizar la capacitación del equipo en función del rol específico que cumplen en los proyectos.
- Crear un proyecto piloto:
En 2019, el MINSAL, con el apoyo del BID y de la GIZ, se embarcó en la idea de incorporar por primera vez, a manera de piloto, la metodología BIM en el proyecto del nuevo hospital de la zona norte de San Salvador, en el Municipio de Nejapa. Se trata de un nuevo hospital de segundo nivel de atención, con 14.000 m2 de construcción y una capacidad de 155 camas.
Para ello, se realizaron una serie de talleres con los actores involucrados en cada fase del proceso: planificación, diseño, construcción y operación posterior. El objetivo inicial era nivelar los conocimientos, definir los objetivos del uso de BIM y las condiciones necesarias para su implementación. Como resultado se redactaron en conjunto los requerimientos BIM del proyecto, los cuales fueron incorporados al pliego de licitación, tanto de la empresa que realizaría el diseño y construcción del proyecto, como de la firma que realizaría la supervisión. El proyecto fue licitado en 2020 e inició en 2021 con su fase de diseño; a mitad de 2022 comenzó su fase de construcción
Esta experiencia fue una de las consideradas para la propuesta de Guía para la implementación de Building Information Modelling a nivel de pilotos en proyectos de construcción pública.
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- Escalar y replicar:
Luego del trabajo realizado con el proyecto piloto, el equipo del MINSAL continuó requiriendo BIM en algunos proyectos elaborados por firmas y contratistas. Sin embargo, el gran salto fue que por su propia iniciativa avanzó en la incorporación de BIM en diseños realizados por ellos mismos, como el Centro Especializado de Enfermedades No Transmisibles (CENT). El CENT es un edificio de 4.600 m2, ubicado en el norte de San Salvador, que albergará actividades ambulatorias de consulta, diagnóstico y procedimientos, así como capacitación.
Con esta experiencia, el equipo se benefició directamente de la metodología BIM en su diseño, aumentó el grado de eficiencia en el desarrollo del proyecto, obtuvo una mejor coordinación y generó un entorno colaborativo entre el equipo técnico de arquitectos e ingenieros.
Durante el proceso de incorporación de esta metodología, el principal reto fue justamente la transición hacia el uso del BIM. Esta transición implicó un cambio cultural y organizacional dentro del MINSAL, pasando del diseño convencional y en dos dimensiones, a un modelo tridimensional, proceso que ha sido apoyado por el BID. La UE espera sacar mayor provecho, con el objetivo de que la metodología pueda ser empleada para la gestión y operación del CENT y el resto de su cartera de proyectos.
El Banco continúa apoyando al MINSAL de manera permanente, mediante actividades de seguimiento, capacitación y apoyo específico, enfocadas a disminuir la brecha de conocimiento y aprender juntos del proceso de implementación en El Salvador.
¿Qué otros retos crees que puede tener el sector público para avanzar en el uso de BIM en la región?
La utilización del BIM en nuestros principales proyectos de infraestructura ha sido una importante experiencia que esperamos se verá reflejado en las obras en construcción.
Es necesario que esta metodología se vaya diseminando y convirtiendo en un día a día en el trabajo de los contratistas, pues se dificulta cuando en el mercado no se encuentra mucho oferente con estas capacidades o conocimientos.
Agradecimiento especial al BID por su acompañamiento que nos ha posibilitado este aprendizaje y utilización en muestras proyectos.
La estructura administrativa de las instituciones ejecutoras en El Salvador, presenta tres actores fundamentales que deben estar alineados a la metodología BIM, El Ministro, (o Director de autónoma) el Jefe o Gerente de Proyectos y el Administrador de Contratos. cada uno de ellos debe asumir un rol BIM, de lo contrario no se podrá ejecutar un proyecto BIM dentro del Ciclo de Vida del proyecto, Factibilidad, Perfil, Diseño final, Ejecución física, Operación y Mantenimiento, esta última etapa es la más importante y a la que menos le pone atención el Gobierno en turno, se desconoce que un dólar de inversión se convierte en 3 dólares de mantenimiento.