Hace unos cuatro años, la pandemia trajo consigo una transformación radical en la forma en que trabajamos. De repente, pasamos de las oficinas tradicionales a un mundo virtual de trabajo remoto. Sustituimos los cafés y charlas de pasillo por reuniones de cumpleaños en Zoom y realizando tareas domésticas entre correos electrónicos. El teletrabajo se convirtió rápidamente en la norma, pero con la llegada de las vacunas, ¿realmente anhelábamos volver a la rutina de la oficina?
Con esta pregunta en mente, emprendimos un experimento en línea para explorar las preferencias de hombres y mujeres sobre la flexibilidad laboral en América Latina. Nos propusimos entender hasta qué punto las personas valoraban un puesto de trabajo que ofreciera flexibilidad (en comparación con un trabajo estrictamente presencial), y si existían diferencias entre ofertas laborales completamente remotas y aquellas que combinaban trabajo en la oficina con trabajo remoto. También quisimos saber si estas preferencias varían según el género, el país de residencia, el sector, la edad y las responsabilidades de cuidado en el hogar.
Nuestra investigación aborda las preocupaciones y percepciones que rodean a la flexibilidad laboral, un tema crucial en la era post-pandemia. Como han señalado estudios previos, la flexibilidad en los arreglos laborales no solo puede mejorar la productividad, también está estrechamente vinculada con la satisfacción laboral y la retención de empleados.
A pesar de esta evidencia, persiste una renuencia por parte de algunos empleadores a adoptar estos modelos, posiblemente debido a la falta de comprensión sobre los beneficios que ofrecen. Nuestro enfoque se alinea con investigaciones anteriores, aunque pone el foco en América Latina, llenando así un vacío en la región donde escasean los estudios sobre este tema.
La metodología del estudio “Disparidades de género en la valoración del trabajo a distancia e híbrido”
En nuestro experimento de elección discreta, medimos la disposición a recibir un salario más bajo por tener un trabajo totalmente remoto o híbrido (80 % remoto y 20 % presencial) en comparación con un empleo a tiempo completo presencial. Encuestamos a más de cinco mil participantes en cinco países de la región: Argentina, Chile, Colombia, Perú y México. Cada persona debía seleccionar un sector y una ocupación (en el sector manufacturero: operador y supervisor de operaciones; en el sector TIC: programador e ingeniero). Restringimos el estudio a sectores y ocupaciones masculinizadas porque nos interesaba entender si la diferencia en las preferencias por la flexibilidad laboral podría servir para incrementar la participación femenina en estos sectores.

Descarga el estudio completo aquí
Los participantes del estudio observaban dos anuncios de vacantes laborales hipotéticas que variaban en cuanto al nivel de flexibilidad laboral y el salario, teniendo que seleccionar una opción según su preferencia. El salario ofrecido para la oferta laboral flexible era entre un 0 y un 20% menor que el salario ofrecido para la opción presencial, siendo esta variable clave para nuestra estimación de preferencias y disposición a pagar por esta característica del puesto de trabajo.
Los resultados: dame flexibilidad, toma mi dinero
Encontramos una fuerte preferencia por el trabajo híbrido y remoto sobre el trabajo presencial, lo cual es consistente con los estudios de otros países. Cuando transformamos esto en una medida de disposición a pagar, encontramos que los participantes están dispuestos a sacrificar un promedio de US$ 109 al mes, o el 10% del salario ofrecido, con tal de obtener un trabajo híbrido que les permita trabajar remotamente el 80% del tiempo y en la oficina el 20%. Por su parte, los participantes estaban dispuestos a sacrificar solo US$60 al mes en promedio, o el 6% del salario ofrecido, por un trabajo 100% remoto. Es decir, el trabajo híbrido es preferido sobre el trabajo totalmente remoto.
Entre las mujeres, la preferencia por la flexibilidad laboral es mayor que entre los hombres. Específicamente, las mujeres están dispuestas a renunciar al 13% del salario ofrecido por un acuerdo de trabajo híbrido y a una reducción del 10% en el salario por trabajo remoto. Los hombres también valoran la flexibilidad laboral, pero parecen estar menos interesados que las mujeres, ya que sólo renunciarían a un 8% de su salario por trabajos híbridos y no están dispuestos a recortar su salario por arreglos totalmente remotos. La mayor inclinación de las mujeres al trabajo remoto e híbrido puede derivarse de varios factores, incluido el hecho de que las mujeres suelen tener más actividades y responsabilidades relacionadas con el hogar que los hombres.
Estos hallazgos son consistentes entre países y ocupaciones. Tampoco se ven afectados por factores sociodemográficos como la edad y el ingreso. Los resultados son los mismos aún tomando en cuenta la presencia de hijos menores de edad, lo cual sugiere que las normas de género están muy generalizadas.
Las ofertas laborales de las empresas
La siguiente pregunta que nos hicimos es si las empresas están utilizando estratégicamente las preferencias de las personas por la flexibilidad laboral para atraer a un pool más diverso de talento. En particular, nos preguntamos qué está ocurriendo en el sector de TICs, reconocido por la baja participación de mujeres. Al analizar las ofertas de vacantes de empresas de TICs en tres portales de empleo online vemos importantes diferencias en las modalidades de trabajo entre países. Mientras que en Argentina el 68% de los empleos ofrece oportunidad de trabajo remoto o híbrido, en México sólo un 26% lo hace.
Este estudio muestra que los individuos que valoran la flexibilidad laboral están dispuestos a resignar salario por este tipo de arreglos laborales. Esto que confirma los hallazgos de un trabajo previo del Banco Interamericano de Desarrollo. Los resultados sugieren que la flexibilidad laboral es una consideración importante para los buscadores de empleo al evaluar distintas ofertas de trabajo, y que los empleadores pueden beneficiarse al ofrecer arreglos laborales flexibles para atraer y retener talento, especialmente entre las mujeres.
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