Hoy en día, la distribución de las tareas de cuidado recae principalmente en los hogares, con una carga desproporcionada sobre las mujeres. La oferta de servicios públicos y privados sigue siendo limitada y fragmentada. En México, el trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados equivale al 26,3% del Producto Interno Bruto (PIB), superando a la industria manufacturera (20,3%) y al comercio (18,6%).
En esta entrada de blog comparto un recorrido por los principales temas abordados en la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, celebrada en la Ciudad de México, donde la región reafirmó su compromiso de construir una sociedad del cuidado como base para el desarrollo sostenible y la democracia.
Principales ejes temáticos abordados
- Economía del cuidado: Se propuso un nuevo paradigma económico centrado en la sostenibilidad de la vida, con políticas públicas que valoren el trabajo de cuidado como motor de desarrollo y bienestar.
“El cuidado es una inversión inteligente para los Estados porque permite el desarrollo económico y da más bienestar”. — ONU Mujeres
- Datos y gobernanza: Se relanzó el Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), fortaleciendo la capacidad regional para monitorear avances y diseñar políticas basadas en evidencia.
“Lo que no se mide, no se transforma. Necesitamos datos con enfoque de género e interseccionalidad”. — Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
- Compromiso de Tlatelolco: Los Estados miembros de la CEPAL adoptaron el Compromiso de Tlatelolco, un documento político compuesto por 80 acuerdos que delinean una hoja de ruta para el período 2025–2035. Este compromiso busca transformar los sistemas de cuidado en la región, promoviendo la corresponsabilidad social y la redistribución del trabajo no remunerado, como pilares fundamentales para avanzar hacia la igualdad y el desarrollo sostenible.
“El Compromiso de Tlatelolco marca un antes y un después en la forma en que concebimos el cuidado: como un derecho, una responsabilidad compartida y una condición para la justicia social”. — CEPAL
- El cuidado como derecho humano: Se reconoció el cuidado en tres dimensiones: cuidar, ser cuidadas y el autocuidado. Esta visión fue respaldada por la Opinión Consultiva 31/2025 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“El cuidado no es una carga individual, es un derecho colectivo y una responsabilidad compartida”. — Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
- Diversidad e interseccionalidad: La participación activa de mujeres indígenas, afrodescendientes, rurales, jóvenes, con discapacidad y de otros grupos diversos enriqueció el debate y visibilizó las múltiples desigualdades que deben ser abordadas de forma integral.
“Las políticas de cuidado deben incluir de forma real a mujeres indígenas, afrodescendientes, rurales, con discapacidad, migrantes, jóvenes, adultas mayores y de la diversidad sexual, reconociendo sus saberes y su papel protagónico en la defensa de la vida, la paz, el medio ambiente y la democracia”. — Secretaría de las Mujeres
Rol del BID hacia una sociedad del cuidado
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) intervino en paneles clave sobre financiamiento de políticas de cuidado, inclusión económica de las mujeres y fortalecimiento institucional, aportando evidencia, herramientas y experiencias para avanzar hacia sistemas integrales de cuidado en la región.
Asimismo, el BID contribuyó activamente al desarrollo del Pabellón de los Cuidados, un espacio multiactoral impulsado por la Alianza Global por los Cuidados. Este Pabellón reunió más de 50 iniciativas de sensibilización, diálogo y reflexión colectiva visibilizando la agenda global de cuidados desde una perspectiva interseccional y territorial, y fue sede de la primera Asamblea General Híbrida de la Alianza.
“Desde el BID, impulsamos soluciones que reconozcan el valor económico del cuidado y promuevan la autonomía de las mujeres” — Diana Rodríguez Franco, Asesora Especial en Género y Diversidad para el Presidente del BID
La construcción de una sociedad del cuidado no es solo una respuesta a las desigualdades históricas, sino una apuesta por un modelo de desarrollo centrado en las personas. En este contexto, el BID se posiciona como un socio estratégico de los gobiernos de la región, impulsando políticas públicas que fortalezcan los sistemas de cuidado.
A través de la iniciativa BID Cuida, lanzada en 2025, el BID promueve inversiones, asistencia técnica y generación de conocimiento orientados a:
- Fortalecer la gobernanza y el financiamiento de sistemas integrales de cuidado.
- Expandir la cobertura y calidad de servicios para niños, personas mayores y personas con discapacidad.
- Fomentar la corresponsabilidad social y familiar del cuidado
Avanzar hacia sociedades del cuidado en América Latina y el Caribe exige fortalecer el diálogo regional entre actores clave. Solo mediante la colaboración multiactoral y el intercambio de experiencias podremos construir sistemas de cuidado integrales, inclusivos y sostenibles, que reconozcan el cuidado como un derecho, promuevan la equidad y contribuyan al desarrollo centrado en las personas.
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