Ser manager en el siglo XXI exige más que nunca la habilidad de prestar atención a distintos frentes. Y el que con más frecuencia se suele olvidar, es el del cultivo de las redes de apoyo. Gran error.
Error común en las carreras profesionales de las mujeres en particular. Hace unos meses, publicamos en ESADE Business School nuestro estudio Gender Monitor, enfocado en los avances y barreras que perciben las directivas españolas en su camino hacia la alta dirección. Al preguntar la importancia de las redes informales de apoyo para llegar a puestos de alta responsabilidad en las empresas, el 67% las consideró esenciales (el 32% importantes y el 1% nada importantes). Sin embargo, sólo el 15% de ellas afirmó dedicarles el tiempo necesario. Al hablar de redes me estoy refiriendo a las redes offline, a las que de verdad son “de contacto”. Las online son necesarias como apoyo pero no sustitutivas.
Existen tres tipos de redes profesionales offline: la operativa, la personal y la estratégica. La mayor parte de los managers maneja muy bien la primera, que implica relacionarse con personas que son vitales para que el trabajo del día a día salga adelante: equipo, pares, clientes, jefe directo, recursos humanos.
Las dificultades, y también el camino que marca la diferencia, llegan con las otras dos.
Las redes personales son las más fáciles de eliminar de la agenda al acabar una agotadora jornada laboral. Son la reunión con antiguos alumnos de la maestría, la cena con compañeras de yoga, participar en un grupo de teatro, etc. Son fuente de diversidad, de intercambio con profesionales de otros sectores, de desarrollo de ideas y habilidades que difícilmente surgen en nuestros micro-mundos diarios. Son además clave para ayudar en momentos profesionales complicados.
Y finalmente está la red estratégica, la más abandonada y a la vez la más necesaria para llegar a la alta dirección. Aquí se ubican las relaciones con pares y con altos directivos, tanto dentro como fuera del sector. Este es el entorno que permite ampliar la visión del mercado, negocios, política, entablar relaciones con personas clave, generar proyectos comunes. Es un puente para pasar de la invisibilidad a la visibilidad.
En las culturas latinas entre el 70 y el 80% de los trabajos, ya sean nuevos o promociones internas, se consiguen a través de contactos. Pero las mujeres tendemos a pensar que el trabajo duro, en la función que tenemos asignada, basta para que se acuerden de nosotras. Y por eso acabamos de trabajar y salimos volando a casa (poco ligeras porque nos suele acompañar una buena mochila de culpabilidad). Pensamos además que es poco correcto generar redes persiguiendo un interés personal.
Es imprescindible, si queremos liderar las organizaciones junto a los hombres, que cambiemos esta perspectiva. Las redes son un intercambio, donde doy y recibo, sin prisa, con generosidad, de un modo genuino. Son una maratón, nunca una carrera de velocidad, donde en realidad lo que se construye son relaciones humanas.
Para empezar a correr tu maratón podrías preguntarte:
- ¿Almuerzo al menos una vez por semana con alguien distinto a mi círculo habitual de compañeros?
- ¿Me acuerdo de mis amigos y conocidos no sólo cuando necesito algo de ellos?
- Si tuviera que definirme en una frase ante alguien que me interesa conocer profesionalmente, ¿qué le diría sobre mí?
- ¿Voy a conferencias sobre mi sector u otros sectores con cierta frecuencia?
- ¿A cuántas personas interesantes y que me inspiran para mi crecimiento profesional nuevas he conocido en el último mes?
- ¿Dónde podría conocer a nuevos profesionales interesantes (dentro o fuera de mi organización)?
- ¿Qué tengo yo para ofrecerles?
Si tienes la inquietud sobre cómo colocarlo en tu agenda con todo lo que ya tienes que hacer, piensa que se trata de generar relaciones de calidad y no cantidad. Planifica pocos eventos pero bien elegidos, trabaja en tu marca personal y, si aún no lo tienes, crea también tu perfil profesional en LinkedIn. Quizás hasta te animes en Twitter. Solo recuerda que el online no sustituye al offline.
Si te interesa saber más sobre cómo formar y nutrir tus redes offline para tu desarrollo profesional, no te pierdas el webinario que Patricia Cauqui dará para las usuarias de la Red PROLID el 10 de abril del 2018. Síguenos en Twitter y en Facebook para saber más detalles.
Este post fue previamente publicado en RedPROLID.
Me ha gustado el artículo, pero debo indicar que con un titular “en que fallamos las mujeres” nos estámos culpando a nosotras en varios aspectos que están dentro del sistema patriarcal, coincido en que tenemos mucho que mejorar, pero nosotras no somo las únicas culpables