El río Acaray es el protagonista de una obra de ingeniería muy importante para Paraguay. Sus aguas vienen produciendo energía renovable desde hace mucho tiempo en una planta de generación cerca de Ciudad del Este.
La Represa de la Central Hidroeléctrica Acaray tiene una historia que contar, pues es la primera planta de generación hidroeléctrica del Paraguay construida hace 50 años cuando aún no existían ni Itaipú (hidroeléctrica binacional con Brasil) ni Yacyretá (hidroeléctrica binacional con Argentina).
La primera planta hidroeléctrica de Paraguay
En diciembre de 2018 el Gobierno celebró los 50 años de la puesta en marcha de Acaray, la primera planta de generación hidroeléctrica del país. La construcción de la represa y de la Casa de Máquinas I, se ejecutó en los años 60 con el apoyo del BID. Fue una de las primeras operaciones de financiamiento de este organismo multilateral en el Paraguay. El BID fue creado en el 1959 y Paraguay fue uno de los miembros fundadores.
Esta central, que tiene 216 MW de capacidad instalada, hoy sigue constituyendo la única central 100% de propiedad de la Administracion Nacional de Electricidad (ANDE) que, además de suministrar energía al mercado nacional, ha permitido exportaciones a los mercados de Brasil y Argentina a través de varias interconexiones eléctricas.
La necesidad de modernizar la central hidroeléctrica
Con el apoyo del BID, de expertos y firmas consultoras internacionales, la ANDE realizó un diagnóstico integral de la central, en el que se concluyó de que la planta requiere de una inmediata intervención a fin de detener su creciente deterioro y evitar su futura parálisis.
En los últimos años, algunas de las cuatro unidades han quedado sin operar por días o semanas y en varias oportunidades por muchos meses. Cuando alguna unidad deja de operar, la energía no generada debe ser sustituida con mayor compra de energía a un costo mayor, de las centrales binacionales de Itaipú o de Yacyretá. Esto genera un impacto financiero para la ANDE y para el país.
El apoyo del BID para renovar la central
A 50 años de la construcción y puesta en marcha de la Central Hidroeléctrica Acaray, el BID brinda nuevamente su apoyo crediticio para su rehabilitación y modernización.
Es así como la única central hidroeléctrica enteramente propiedad del Paraguay recibirá USD 125 millones con el fin de extender su vida útil, mejorando su disponibilidad y confiabilidad, e incrementando su capacidad de generación.
El Programa del BID abre la oportunidad para incorporar tecnología moderna, que no existía cuando fue construida hace cinco décadas, tales como la automatización y digitalización de procesos de operación, mantenimiento y gestión.
También es un proyecto de eficiencia energética, porque con el mismo volumen de agua se puede producir más energía, gracias a los avances en el diseño de turbinas y generadores.
Modernizar y extender la vida útil de una central hidroeléctrica es renovar una fuente de energía renovable y limpia. El objetivo es dejar la planta a nuevo para que siga contribuyendo al desarrollo económico y social del país y de la región, por muchas décadas hacia el futuro.
El programa también tendrá impacto en la sostenibilidad del servicio de energía eléctrica, asegurando la continuidad e incremento de la energía renovable generada. Esto también contribuirá a reducir emisiones de CO2, y favorecerá a la integración energética regional a través de las exportaciones de energía renovable del país.
El atractivo turístico de Acaray
La represa de Acaray se puede ver desde la llamada Super Carretera que une Ciudad del Este con la localidad de Hernandarias. Los viajeros que circulan por la ruta ocasionalmente ingresan al predio de la presa con fines recreativos.
Actualmente el terreno adyacente a la presa no cuenta con una infraestructura adecuada para recibir turistas implicando un riesgo contingente no solo para las personas sino también para las instalaciones de la central.
Aprovechando el programa de rehabilitación de la central, se modernizará el sistema de control y acceso a las instalaciones de la presa y de la planta, incluyendo la construcción de accesos iluminados con tecnología LED, zonas de estacionamiento para vehículos y áreas de recreación, instalación de cercos y cámaras de seguridad.
Para el BID es de gran relevancia el apoyo técnico y financiero que se otorga a la ANDE tanto para los estudios técnicos como para la propia rehabilitación y modernización de la central hidroeléctrica que por definición es una fuente de energía renovable.
Similares acciones de renovación y modernización fueron también concretadas en centrales hidroeléctricas en Haití, Costa Rica, Nicaragua, Brasil y Venezuela, intervenciones que contribuirán a que estas plantas continúen generando energía limpia por muchas décadas hacia el futuro.
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