La Amazonía es una de las regiones más biodiversas del planeta y un regulador climático importante para América Latina y el mundo. A menudo se pasa por alto que también es hogar de aproximadamente 50 millones de personas, y una parte importante de ellas enfrenta desafíos críticos en términos de acceso a la energía. Con más de 3.5 millones de personas sin electricidad y millones más dependiendo de fuentes limitadas o ineficientes, esta vasta región necesita soluciones energéticas que impulsen el desarrollo económico y social.
La nueva iniciativa Acelerador de Acceso a Energías Limpia en la Amazonía es un esfuerzo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para transformar este desafío en oportunidad con un nuevo nivel de enfoque. Esta se enmarca dentro de nuestro programa Amazonía Siempre y se estructura como una facilidad regional para canalizar recursos de inversión y cooperación técnica con el objetivo de apoyar a los países amazónicos elegibles a incrementar el acceso a energía confiable, segura y asequible. Con ello se avanza hacia el objetivo general de transformar el panorama energético de la región para liberar su potencial económico.
Esta iniciativa se centra en el acceso universal a una energía resiliente, la diversificación y sostenibilidad de los sistemas eléctricos, las soluciones limpias para cocinar y la expansión de tecnologías y soluciones emergentes y de vanguardia en ciudades y zonas rurales. De cara a 2030, el Acelerador se enfocará en el financiamiento para avanzar en estas cinco áreas: (1) el acceso universal y la energía sostenible, (2) la eficiencia energética, (3) el transporte sostenible, (4) los sectores emergentes de tecnologías energéticas y (5) el almacenamiento de energía.
El desafío energético en la Amazonía
Lograr el acceso universal a energía en la región sigue siendo un gran desafío. Junto con la población sin acceso a electricidad, casi 19 millones de personas carecen de combustibles limpios y modernos para cocinar, lo que genera graves riesgos para la salud y el medio ambiente y representa una barrera crítica para el desarrollo. Reducir esta brecha generaría beneficios sociales y económicos transformadores.
Por ejemplo, la disponibilidad de energía eléctrica permite mejorar la calidad de la educación, facilita el acceso a servicios de salud, reduce la brecha digital y crea nuevas oportunidades económicas para las comunidades tanto en centros urbanos como rurales. Además, el uso de diferentes fuentes energéticas mejora la salud respiratoria y reduce la carga de trabajo para mujeres y niños quienes, a menudo, son los más afectados por la falta de acceso a combustibles modernos.
Un impulso económico y creación de empleos
El acceso a energía confiable, segura y asequible no solo es un motor de desarrollo económico, sino una prioridad del trabajo que el BID apoya en los países en los que opera.
El Acelerador buscará incrementar el acceso a energía asequible a las cadenas de valor locales y promover la bioeconomía, potenciando a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), generando un mayor desarrollo económico para la región. Adicionalmente, al expandir el acceso a energía, el programa buscará generar empleos de calidad en sectores emergentes, como la fabricación y mantenimiento de tecnologías nuevas, la instalación de microrredes y el desarrollo de soluciones inteligentes para la gestión energética.
El componente del sector privado va más allá, abriendo la puerta a nuevas oportunidades para expandir el acceso a la energía en la Amazonía. Esto se logra al reducir riesgos tecnológicos y financieros, creando mercados para atraer inversiones mediante el uso de fondos concesionales. Además, incluirá proyectos innovadores que van desde sistemas solares y biomasa, hasta soluciones de movilidad sostenible y tecnologías emergentes para ciudades amazónicas.
Construyendo resiliencia ante desastres naturales
El acceso a energía confiable es también un pilar fundamental en responder eficazmente a desastres naturales. Este programa reforzará la capacidad de la región para adaptarse a las condiciones climáticas extremas, protegiendo tanto a las comunidades como a los ecosistemas críticos a través la eficiencia energética de fuentes diversas.
Las inversiones en tecnologías como sistemas descentralizados, almacenamiento de energía y microrredes inteligentes ayudarán a crear redes energéticas más robustas y resilientes, capaces de soportar fenómenos meteorológicos adversos y de garantizar la continuidad del suministro energético. Esto no solo mejora la seguridad energética, sino que también permite una recuperación más rápida después de un desastre, manteniendo operativos hospitales, centros de evacuación y sistemas de comunicación.
Fortaleciendo alianzas para expandir el acceso a la energía en la Amazonia
Con cada panel instalado, cada microrred activada y cada tecnología instalada, se fortalecen las comunidades y se impulsan nuevas oportunidades económicas.
Esta iniciativa cuenta con el respaldo de múltiples socios con los que el BID colabora, y que también creen en el potencial transformador que buscamos impulsar. Se destacan entre ellas el Fondo de Inversión para el Clima (CIF, por sus siglas en inglés), que ha contribuido con US$210 millones en recursos reembolsables para financiar la inversión y US$5 millones en fondos no reembolsables para asistencia técnica. Adicionalmente, se cuenta también con recursos de la Alianza Global de Energía de Bajo Carbono para la Gente y el Planeta (GEAPP, por sus siglas en inglés), equivalentes a US$25 millones.
El BID mantiene además un diálogo activo con otros potenciales socios para aumentar la escala e impacto del Acelerador con el objetivo de presentar resultados específicos en COP30. Este diálogo constante con países y socios representa un paso crucial hacia un futuro más próspero para la Amazonía y sus habitantes.
Conoce más en nuestro video:
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