El servicio eléctrico es fundamental para el desarrollo de la actividad económica de cualquier país. Tener conexión al servicio, sin embargo, es solo una parte de la historia. Su continuidad dentro de parámetros establecidos, y su suministro de forma segura, es necesaria. Atender la emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19 en los hospitales y proveedores de salud y alimentos, y proveer alternativas a las limitaciones de movilidad impuestas a los ciudadanos y empresas en los distintos países, por ejemplo, requiere que la electricidad se tenga disponible en la cantidad requerida, cuando sea requerida, y que sus valores estén dentro de los rangos requeridos.
El costo sería el riesgo de que se “se nos vaya la luz” en la sala de emergencia, cuando un paciente está conectado a un respirador, o que un voltaje anormalmente elevado lo queme, arriesgando la vida del paciente. Por supuesto, el hospital podría (y debería) tener un generador de respaldo para aquellas circunstancias fortuitas. Sin embargo, su uso continuo incrementaría los costos de operación del hospital de manera importante, desviando recursos de otras necesidades críticas, como por ejemplo máscaras, batas, o un nuevo monitor de actividad cardíaca para reemplazar los que tienen varios años en funcionamiento.
¿Qué significa mejor calidad?
Un nivel de calidad razonable surge de la optimización de una ecuación económica, donde se balancean los costos de mejorar la calidad, con los beneficios de tenerla. Una mayor calidad requiere de mayor redundancia de los equipos: en caso de que uno falle, otro entra a operar en su lugar. También requiere que los mismos cuenten con mayor capacidad, para que puedan absorber mayores variaciones en la demanda. Sin embargo, estas inversiones tienen costos que deberán trasladarse a las tarifas, y por lo tanto se afecta la accesibilidad del servicio, especialmente a las poblaciones de menores recursos.
Debido a su característica de servicio público y a que las inversiones maduran en el mediano y largo plazo, factores de distinta naturaleza inciden en la planificación de las inversiones y en la calidad del servicio. El primer grupo se refiere a factores estocásticos, tales como eventos climáticos, que ocasionan interrupciones no programadas, y crecimientos no anticipados de demanda que generan requerimientos de desempeño elevados sobre los equipos. La segunda categoría se refiere a las fallas en los equipos por falta de inversiones en la expansión de los sistemas, que obligan a la infraestructura a operar en rangos por fuera de sus valores de diseño.
Como consecuencia de la obsolescencia, falta de mantenimiento tanto preventivo como correctivo, mala gestión de los procesos de operación de la red, o uso continuo por encima de sus capacidades, los equipos presentan fallas por encima de los valores razonables de diseño, reduciéndose su vida útil y eficiencia operativa, aumentando la probabilidad de falla y, por lo tanto, reduce la calidad del servicio. Esto es de particular importancia, pues una disminución de los índices puede revelar problemas sistémicos de la red.
¿Qué tipo de problemas afectan la calidad del servicio?
El primer conjunto de factores es inevitable. Por ejemplo, un rayo cae sobre una línea, distorsionando la onda de voltaje lo cual es detectado por una protección, y se dispara el circuito. Este equipo de protección debería tener la capacidad de reconectar el circuito una vez el efecto del rayo se disipe. Estos eventos son fortuitos y todos los sistemas están sujetos a que esto ocurra. El segundo conjunto de factores si son evitables. Por ejemplo, cuando este equipo de protección es obsoleto, ha superado el número de veces que opera para lo cual ha sido diseñado, o no ha recibido el mantenimiento requerido, se pierde la capacidad de otorgar un nivel de calidad aceptable. Por tanto, posponer el reemplazo de las inversiones o reducir el mantenimiento de la calidad genera ahorros poco significativos de corto plazo que se pagan de manera importante en el mediano y largo plazo.
En general, una mala calidad del servicio produce costos sociales que son muy importantes. Las interrupciones producen pérdida de valor a un cliente en dos dimensiones temporales: aquellas de corto plazo, y los costos de respuesta adaptativa de largo plazo. Los costos de largo plazo son aquellos en los que incurre una empresa con la intención de minimizar los impactos de interrupciones potenciales del sistema.
Entre estos costos encontramos: a) los costos por la adquisición de generadores de respaldo o equipos de bombeo para reducir el impacto de futuras interrupciones; b) la pérdida de ingresos o costos adicionales asociados a los cambios permanentes que debe hacer la empresa para ajustar su proceso de producción y mitigar sus efectos durante los períodos con mayor probabilidad de interrupción; c) los gastos en capital para dotar de flexibilidad a los procesos de producción y la habilidad de reaccionar ante una interrupción del servicio.
La calidad del servicio se mide básicamente por medio de dos categorías: la calidad de la onda (o que distorsionada se encuentra con respecto a una onda sinusoidal) y la continuidad del servicio (es decir, cuánto dura una interrupción, o cuantas veces ocurre en un período de tiempo). A su vez, la calidad de la onda se mide por dos parámetros: la frecuencia y la tensión. Recientemente, los reguladores han comenzado a considerar una tercera categoría, y tiene que ver con la atención al usuario, determinando la satisfacción que reportan en términos del valor de la tarifa, tiempo que demora en reconectarse el servicio, errores en la factura, y tiempo en atender sus quejas.
La relación calidad del servicio y nivel de ingresos
La calidad del servicio en América Latina y el Caribe (ALC) se relaciona con los ingresos de la región. Ver Gráfico 1. Los países de altos ingresos tienen interrupciones muy cortas y de muy baja frecuencia. Los países de ingresos medios: ALC y el sureste asiático tienen mayor duración y ocurren con mayor frecuencia. Mientras que los de bajos ingresos -países del sur de Asia y Sub-Sahara, son los que tienen las interrupciones con duraciones más elevadas y ocurren con mayores frecuencias.
Gráfico 1. Duración y número de interrupciones a lo largo del mundo
Fuente: Elaboración de los autores con información de Enterprise Surveys (2016)
Por el otro lado, los países de LAC tienen grandes diferencias entre ellos. Ver Gráfico 2. Mientras unos países se acercan a estándares de los países de altos ingresos, otros muestran espacio para mejoras.
Gráfico 2. Interrupciones y el valor perdido asociado a estas.
Fuente: Elaboración de los autores con datos de los Indicadores Mundiales de Desarrollo, Banco Mundial
Calidad y confiabilidad de los servicios eléctricos en América Latina
Esta información se analiza con mayor detalle en nuestro estudio recién sobre Calidad y Confiabilidad de los Servicios Eléctricos en América Latina, donde realizamos un diagnóstico de la situación de la calidad del servicio eléctrico en la región a partir de un análisis de sus principales indicadores. El estudio abarca aspectos relacionados con la disponibilidad, la calidad del voltaje, la calidad comercial del servicio. Lo acompañamos con un análisis de los marcos regulatorios de los países participantes.
Un factor que motivó la elaboración del estudio fue la actualización de los datos. En América Latina sólo se contaba con un estudio que ha evidenciado la situación de la calidad de los servicios eléctricos, con información de diez años de antigüedad. Otra característica en términos de datos fue la posibilidad de contar con una muestra amplia de empresas y países y la evolución en el tiempo de estos, así como la búsqueda y resumen de la normativa y fundamentos que justifiquen las tendencias que se observan.
Muy interesante lo que hacen desde BID. Para realizar estudios de ese tipo, es fundamental contar con información precisa de los indicadores en materia eléctrica de los países de la región de Centroamérica y el El Caribe. Muchas veces esa información es complicado obtenerlas desde los entes gubernamentales de cada país por lo cual la tecnología pasa a ocupar un rol importante para la extracción de tal información. En ese sentido, scrapinlabs surge como un emprendimiento emergente para desarrollar soluciones Data Scraping para obtener de forma automática y precisa todos los datos que su negocio necesita. No sólo nos mueve una relación económica; contribuir con el desarrollo de una región que se ha visto afectada por diferentes situaciones y factores; para nosotros también es una motivación adicional que guía las acciones que pretendemos llevar a cabo de la mano con el BID
muy buen post interanste esto