Cuando usted piensa en Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD) como el BID, normalmente piensa en inversiones del sector público. Sin embargo, ¿puede la ventanilla de sector público de un BMD movilizar también inversión privada? La respuesta es sí. He aquí cómo:
Desafíos globales, demografía cambiante y decisiones de inversión
Si tuviera que volver en el tiempo a 1980 y tuviera algún dinero extra para invertir, lo más probable es que decidiera colocar su dinero allí donde rinde los máximos retornos. Si avanzamos en el tiempo hasta nuestro siglo XXI hiperconectado, es muy probable que sea consciente y sensible ante numerosos problemas del mundo actual y de lo que éstos significan para las generaciones futuras, a saber, huracanes, olas de calor, desigualdad del ingreso y refugiados que no tienen dónde ir. Los accionistas también están exigiendo más transparencia a las corporaciones. Sabiendo esto, hoy en día, si tuviera la oportunidad, probablemente decidiría colocar su dinero donde no sólo creciera sino también donde marcara una diferencia.
Si esto es lo que piensa, no está sólo. Los desafíos globales y los factores demográficos cambiantes están influyendo cada vez más en las decisiones de inversión. Los millenials y la generación Z están cada vez más preocupados con las actividades de “impacto” que promueven, por ejemplo, la resiliencia ante el cambio climático, la igualdad y la inclusión. Al mismo tiempo, la visión tradicional de las inversiones del sector privado centradas en maximizar el valor del patrimonio de los accionistas está evolucionando hacia una tendencia emergente y creciente de inversionistas centrados no sólo en maximizar el capital de los accionistas que buscan inversiones que ofrecen altos retornos, sino TAMBIÉN en un impacto mayor.
Los inversionistas en el financiamiento del desarrollo
Se trata de buenas noticias. El logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs) probablemente costará billones de dólares al año, una cifra que el financiamiento público por sí solo no podrá cubrir. La brecha financiera es de miles de millones de dólares al año. Sin embargo, hay una oportunidad: el financiamiento disponible anualmente en mercados privados equivale a cientos de billones de dólares.
De hecho, todos los BMDs, incluido el BID, están aprovechando esta oportunidad y, desde 2016, han acordado una metodología conjunta para calcular cuánto financiamiento privado pueden movilizar individual y colectivamente. La movilización de inversión privada es una actividad natural para la ventanilla del sector privado de los BMDs dado que esto forma parte de su mandato (por ejemplo, BID Invest o el European Bank for Reconstruction and Development (EBRD)). Sin embargo, ¿qué sucede con la ventanilla del sector público tradicional de los BMDs (es decir, las operaciones con garantía soberana, como en el BID o el Asian Development Bank (ADB))?
A lo largo de los últimos años, el BID ha mejorado su capacidad de seguimiento de movilización privada en las intervenciones con garantía soberana al introducir cambios en su sistema de registro interno de operaciones para dar cuenta de actividades de cofinanciamiento. Gracias a esto, en el último informe conjunto, Mobilization of Private Finance by Multilateral Development Banks and Development Finance Institutions 2018 (Movilización del Financiamiento de los Bancos Multilaterales de Desarrollo y las Instituciones de Financiamiento al Desarrollo 2018), se observa que el financiamiento privado que acompaña es el resultado de la ventanilla con garantía soberana del BID y muestra una tendencia de crecimiento que ha alcanzado casi 3.000 millones de dólares, una cifra récord en la historia de la ventanilla del sector público del BID.
Volumen e impacto
Desde una perspectiva del impacto, ¿cuál es el efecto que esta movilización récord está teniendo en las intervenciones con garantía soberana, además del financiamiento adicional? Concretamente, ¿qué ocurre en los proyectos donde las partes o inversionistas privados se movilizan para participar o cofinanciar con el sector público? ¿Son estos proyectos más efectivos que otros donde no están presentes? ¿Tienen estos proyectos un mayor impacto?
No se trata de preguntas fáciles, sobre todo porque nunca hay dos proyectos iguales. Llevamos a cabo un análisis preliminar del conjunto de la cartera con garantía soberana del BID desde 2016 hasta 2018 de todos los proyectos que, por diseño, tenían componentes de movilización. Los agrupamos por sectores y, para establecer comparaciones, los emparejamos con proyectos en los mismos sectores pero que no tenían elementos de cofinanciamiento.
Posteriormente, utilizamos una de las herramientas del BID para medir la efectividad en el desarrollo, el Informe de Terminación de Proyecto (PCR, por su sigla en inglés, Project Completion Report), que evalúa los resultados en términos de productos y los resultados alcanzados por un proyecto, su sostenibilidad a largo plazo y las lecciones aprendidas para mejorar el diseño y la ejecución de las operaciones futuras. Los PCRs son una medida objetiva de los resultados porque cumplen con las normas básicas de buenas prácticas de los BMDs y están validadas por una evaluación independiente.
Sin intentar establecer una relación causal, observamos que proyectos relativamente comparables en sectores de impacto clave de la cartera del BID —energía (ODS 7), social (ODS 1), tecnología (ODS 9)— que tienen componentes de movilización, tienden a tener mejores resultados que los proyectos sin ellos en términos de las escalas de calificación del PCR, que refleja la efectividad en el desarrollo alcanzada.
/* La calificación PCR oscila entre 1 (peor) y 6 (mejor).
/**Para mayor sencillez, utilizamos cofinanciamiento/coinversión y movilización como equivalentes, de acuerdo con la metodología para reportar movilización de inversión privada acordada por los BMDs.
/*** Fuente: Base de datos PCR BID, con cálculos de la Oficina de Planificación Estratégica y Efectividad en el Desarrollo.
La movilización como una propuesta en que todos ganan en operaciones con garantía soberana
Además del aumento del financiamiento y un mayor impacto, estas observaciones preliminares que apuntan hacia una propuesta posible en que todos ganan en la movilización en las operaciones con garantía soberana, también se podrían explicar al adoptar una perspectiva diferente, a saber, que la movilización permite a este tipo de intervenciones aumentar su sostenibilidad ambiental y su alcance social, favorecer la introducción de nuevas tecnologías y llegar a regiones más remotas, a clientes más pequeños y poblaciones aisladas, entre otros.
Por ejemplo, la Línea de Crédito Condicional para Proyectos de Inversión en Innovación Tecnológica, de Argentina, permitió a las PyMEs recibir financiamiento de más del 50% de la inversión requerida para desarrollar proyectos de tecnologías limpias y patentes que de otra manera no se habrían producido.
Otro ejemplo es el Programa 3 × 1 en México, que apoyó iniciativas de mexicanos que viven en el extranjero, y les dio la oportunidad de convertirse en inversionistas privados de infraestructura social en sus comunidades de origen, donde por cada dólar que ellos invertían, el gobierno añadía otros tres dólares.
De la misma manera, el Programa de Inversión en Energía Sostenible de Barbados canalizó el cofinanciamiento privado mediante un fondo estructurado para implementar programas de energía renovable y eficiencia energética con el fin de reducir la dependencia de la isla de los combustibles fósiles y las emisiones de carbono.
El potencial de la región
Según el Informe conjunto de movilización de los BMD 2018, los BMDs y las IFDs han movilizado 20.000 millones de dólares en movilización privada total en 2018 en América Latina y el Caribe, un aumento de más del 18% en comparación con 2017. De este monto, el Grupo BID contribuyó con 8.200 millones de dólares, de los cuales 6.700 millones (41% del total) se destinó a infraestructura.
Sin embargo, la gran noticia de 2018 proviene del lado de las garantías soberanas, con casi 3.000 millones de dólares destinados en su totalidad a infraestructura (ODS 9) —el BID emergió como el mayor movilizador regional de la inversión privada que acompaña o es el resultado de operaciones en la ventanilla del sector público. La mayor parte ha sido impulsada haciendo uso del instrumento de garantía flexible del BID, un proyecto en Ecuador y otro en Argentina. A medida que proyectos como éstos alcancen la madurez, informaremos sobre su impacto en próximas ediciones del informe conjunto con los BMD.
Para más conclusiones y resultados, consulte el informe conjunto de los BMDs, y sobre movilización en el Grupo BID en la actualización de la Estrategia Institucional 2020-2023.
Leave a Reply