Del último post se desprenden dos preguntas: 1) ¿cómo afectan las habilidades socioemocionales al aprendizaje? , y 2) ¿cómo estas se pueden desarrollar? Un interesante artículo en el New York Times resume los hallazgos de la evidencia más reciente y ofrece algunas pistas. A continuación, algunas de las respuestas.
Primera: La escuela es una olla de presión emocional para los niños. En cada minuto de clase que pasa, los niños constantemente enfrentan diversas presiones académicas y sociales. Estas emociones van desde sentirse enojado, molesto, ridiculizado, orgulloso, entre otras, y afectan el aprendizaje porque influyen en la comunicación, la atención y la memoria, y en todo lo que necesitan para manejarlas. Las personas enojadas actúan enojadas, lo cual tiene consecuencias, sobre todo negativas, para el aprendizaje. Si una niña se siente agitada o de mal humor y no sabe cómo calmarse o reorientar sus sentimientos, le resulta más difícil concentrarse en el aprendizaje.
Segunda: Las personas no nacen con temperamentos ni agradables ni desagradables. La capacidad de un niño para afrontar situaciones no es innata; es adaptativa o entrenable, al menos en teoría. La formación específica en habilidades socio-emocionales puede establecer vías neurológicas que hacen que los niños sean menos vulnerables a la ansiedad y les permita recuperarse más rápidamente de experiencias infelices. La formación en habilidades socioemocionales puede hacer que los niños sean más inteligentes a través del desarrollo de una parte del cerebro (corteza prefrontal) que es la responsable de las habilidades académicas importantes como el control de los impulsos, el razonamiento abstracto, la planificación a largo plazo y la memoria de trabajo.
Pasar de la teoría a la práctica no es sencillo. Existen pocos datos concretos que sirvan para estructurar la formación en habilidades socioemocionales, aunque algunos programas prometedores ofrecen una idea. Por ejemplo, parece que el entrenamiento tiene que ser intencional y apropiado para la edad de los niños. Adicionalmente, es necesario canalizar y regular las emociones, no neutralizarlas. También, la interacción de alta calidad entre adultos y niños es clave porque los padres y las escuelas juegan un papel importante. En cuestiones de currículo, la formación docente y las actividades concretas en el aula, la variación es la norma. No hay receta única.
Sin embargo, las recetas no siempre son necesarias. Se puede comenzar con algunos conceptos básicos y ajustar en el camino para adaptarse a gustos y necesidades, y ofrecer una propuesta de educación en habilidades socioemocionales a los demás. Si el resultado final no deja a todos con ganas de más, por lo menos arrojará luces sobre lo que se debe cambiar en la siguiente etapa.
Ligia Valencia dice
Estoy muy de acuerdo con que las habilidades socio-emocionales afectan el aprendizaje. Una niña que está empezando la etapa de la pubertad al encontrase con diferentes personalidades, asumiendo al mismo tiempo muchas responsabilidades que empieza a adquirir en su nueva etapa como estudiante al pasar de la primaria a la secundaria se ve reflejado en la forma como actúan.
Es apenas razonable que se mantienen bajo presión buscando encajar en todos los cambios que se presentan y de ahí que esto influya negativamente en el aprendizaje.Es cierto que a un niño se le puede ayudar a formar su carácter.
Es el adulto el responsable en este caso ya que buscamos siempre una formula estandarizada para todos.
Javier dice
Estoy de acuerdo en que en los niños pasan por muchas emociones durante su época escolar como el enojo, el orgullo, etc., pero también hay que ver que el sistema educativo en la actualidad debe fomentar ciertas habilidades sociales y culturales…en el sistema educativo rige mucho la individualidad, ya que hace competir a todos los alumnos para calificarlos por quien es mejor que otro…sin fijarse en la sensibilidad, motivación o intereses de ellos.
http://javierariasa.blogspot.com/2013/11/la-educacion-en-nuestra-actualidad.html
Stephanie Baena Buritica dice
Buenas tardes, señor Javier.
Estoy trabajando mi proyecto de grado enfocando en la sensibilidad del niño, sería posible que usted se pudiera comunicar conmigo, para asesorarme.
michelle dice
Es importante que como docentes tengamos una observación permanente de los niños,que aprendamos a escucharlos sin juzgarlos y que nos interesemos realmente por lo que les sucede,no solo en la escuela sino en la familia, y que de esa forma reflexionemos sobre nuestra mejor manera de intervención para ayudarlos en la resolución del conflicto o brindarles las herramientas necesarias para que ellos los resuelvan y aprendan a regular su conducta y emociones.
Issa dice
Me parece totalmente coherente que los niños pasan por muchas emociones durante su aprendizaje y no solo los pequeños y no sólo es cuestión del sistema educativo sino también de los colegios que deben estar al tanto de que personas tienen como docentes ya que en ellos recae esa interacción de alumno-profesor y si el maestro no tiene la capacidad de interactuar con cada uno de sus alumnos es cuando comienzan a aparecer los alumnos con problemas. Por ejemplo conozco un caso en que el profesor de matemáticas que por muy bueno que era explicando, no tenía tacto con sus alumnos y hasta se llegaba a burlar de algunos por lo que todos los pupilos no estaban a gusto en su clase y la mayoría tenía un desagrado por las matemáticas. Es toda una cadena que requiere del sistema educativo, las instituciones y los profesores que ante todo deben de tener vocación.
Alejandro Tiznado dice
Cada niño, dependiendo del medio familiar donde se desarrolle, adquirirá un tipo de personalidad que lo ayudará a encarar sus responsabilidades y problemas de forma diferente.
Los padres tienen la obligación de proporcionar las herramientas y habilidades necesarias a sus hijos para que puedan enfrentar de manera adecuada los retos que le depara el convivir con otros seres humanos que piensan y actúan de manera diferente a ellos.
Todos los niños responden de forma distinta a sus emociones, dependiendo de la fuerza de caracter que haya adquirido en su núcleo familiar.
Pero tambien los profesores que conviven gran parte de su tiempo con los niños, deben ser más humanos, estar muy bien preparados para identificar el comportamiento de cada niño, saber como interactuar con ellos y apoyarlos a reforzar sus habilidades para encarar un mundo tan complicado como el que vivimos.
Consideró que la educación se ha enfocado mas en materias que no fortalecen las habilidades socio-emocionales de los niños.
Asimismo, creo que la educación integral de un niño debe ser compartida entre los padres y las escuelas.
Monica I. Gonzalez G. dice
Yo como una de las primeras actividades que realizo con mis alumnos el primer día de clase es enseñarles que tienen derecho a sentirse de diferentes maneras (enojados, celosos, contentos, preocupados, etc.) pero que tienen también la obligación de respetar a sus compañeros independientemente de como se sientan.
Este año en lo particular me han sorprendido mis alumnos de quinto grado, pues los sentimientos, actitudes y situaciones que han manejado durante estos meses en verdad ya son propios de adolescentes (cutting, bullying, acoso) y obviamente se han visto muy afectados en su rendimiento escolar, por lo cual estoy tomando cursos y apoyándome en el departamento de psicología para ayudarlos.