por Julien Hautier*
El próximo 15 de junio, Ecuador iniciará su participación en el tercer Mundial de su historia midiéndose con los mejores equipos de fútbol del planeta. Un año después, Ecuador medirá, por primera vez, los conocimientos y habilidades de sus adolescentes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias mediante el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA – por sus siglas en inglés). ¿En qué se parecen estos dos acontecimientos?
Una respuesta podría ser que, tanto en el Mundial de Brasil como en PISA, algunos elementos podrán favorecer un buen desempeño. Por ejemplo, la lectura fluida del entorno para los pases decisivos y las preguntas de comprensión lectora, el procesamiento rápido y eficaz de la información para los goles y las ecuaciones matemáticas, y la capacidad para adaptar sus destrezas a un contexto cambiante para driblar su oponente y resolver problemas prácticos que implican el uso de conocimientos científicos. De igual modo, tanto en el juego como en la prueba, el hecho de tener la cabeza “cuadrada” o “en la luna”, por ejemplo, podría reducir las probabilidades de éxito.
Otra respuesta más podría ser que los dos acontecimientos son eventos internacionales susceptibles a generar un debate nacional muy apasionado. La efervescencia y el orgullo nacional que provoca la clasificación de “la Tri” del Ecuador para el Mundial 2014 nacen, sobre todo, del agradable gusto que dejaron las participaciones anteriores, incluyendo la más cercana en Alemania en el 2006, a pesar de haber sido eliminados por la mínima diferencia de goles por la Inglaterra del arrollador Beckham. A medida que se acerca el mes de junio, la sociedad civil y los medios ecuatorianos le prestarán cada vez más atención al tercer Mundial del Ecuador y, por primera vez, en su propio continente.
¿Crees que la participación de Ecuador en la prueba PISA 2015 pueda generar tanto debate? Quizás no con esta magnitud, pero de alguna manera, sí debiera pasar. Basta con mirar la impaciencia y solemnidad con la cual todos los países participantes en PISA esperaron sus resultados el pasado 3 de diciembre para darse cuenta de la influencia que tiene PISA en el debate público y en la definición de políticas educativas en los ocho países participantes de la región o en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo).
Por ejemplo, al día siguiente de la publicación de los resultados, el vocero del gobierno francés comentó las palabras del presidente François Hollande durante un consejo de gobierno: “Tomamos muy en serio estos resultados dado que muestran que el nivel promedio de los alumnos ya no mejora y que las desigualdades entre alumnos aumentan”. A su vez, Arne Duncan, Secretario de educación de Estados Unidos, interpretó los resultados de PISA 2012 como la “imagen de un estancamiento educativo” y consideró que EE.UU. “tiene que invertir en educación preescolar, aumentar los estándares académicos, convertir a la educación secundaria en alcanzable para todos y hacer más para atraer y retener a educadores destacados”. En Chile, el país latinoamericano de mejor desempeño, la Ministra de educación, Carolina Schmidt, considera que su país “muestra un perseverante aumento en el desempeño educativo en todas las materias, pero estos resultados no nos dejan satisfechos”. Y solo hace falta colocar las palabras “PISA 2012” en la barra de búsqueda de Google acompañadas del nombre de un país participante para darse cuenta de todas las discusiones de política que genera el estudio en mucho países.
Ahora, para llegar a toda esta efervescencia y para promover debates basados en más y mejor información sobre el nivel de la nación, hay que participar. Como decía Pierre de Coubertin (1863-1937), gran promotor de la actividad física en las escuelas al final del siglo XIX y considerado como el padre de los Juegos Olímpicos en su forma moderna: “Lo importante en los Juegos Olímpicos no es ganar sino participar”. Lo que es menos conocido es que siguió diciendo: “[…] porque lo importante en la vida no es el triunfo, sino el combate; lo esencial no es vencer, sino haber sido valiente”. Participar es también importante para poder medirse de manera objetiva, aprender de sus experiencias y mejorar, para luego volver con más ambiciones. Por lo tanto, a Brasil como a PISA hay que ir con los mismos ánimos, para así vivir experiencias enriquecedoras que permitan crecer como conjunto. ¡Ecuador, sí se puede!
Y, para dar incentivos a otros países latinoamericanos de sumarse a la ronda de PISA 2015 junto con Ecuador, proponemos observar la correlación casi perfecta (aunque absolutamente ficticia) entre la participación de los países sudamericanos al Mundial de Brasil y su participación en PISA (todos participan en los dos eventos a la excepción de Perú). En un próximo blog post, trataremos de buscar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Y cómo le irá a Ecuador en Brasil? ¿Y cómo le irá a Ecuador en PISA?
Por ahora, si quieres ver como le fue a la región en PISA 2012, haz clic aquí.
*Julien Hautier es Especialista en Educación asignado a la Representación del Banco Interamericano de Desarrollo en Ecuador.
Yo quiero ver a los niños de Ecuador en el cuadrante superior derecho de este gráfico
http://www.buzzfeed.com/jakel11/where-in-the-world-you-can-find-the-best-schools-and-the-hap
Esteban: muchas gracias por tu comentario y por el vínculo que complementa muy bien mi nota!
Algo interesante del gráfico resultados PISA – nivel de felicidad declarada es que no habría ninguna correlación entre las 2 cosas, cuando uno podría esperar que la felicidad o la satisfacción con la escuela sea asociada con un mejor desempeño. Obviamente, muchas explicaciones tan diversas como “me gusta la escuela por que mis compañeros se parecen a mí” o “me gusta la escuela por que los docentes me permiten progresar cada día” pueden explicar la respuesta de “estoy/no estoy felíz en la escuela”. A largo plazo y de manera intuitiva, se puede mantener la hipotesis que un niño felíz tendrá un mejor desempeño en la escuela y será un mejor trabajador y ciudadano. Al menos, vale la pena trabajar en este sentido.
Ahora, sobre dónde se ubicaría Ecuador en esta escala, no sería irrelevante pensar que Ecuador se ubicaría en los mismos niveles de felicidad que Uruguay, Colombia, Costa Rica, Perú o México, es decir un nivel de felicidad alto. ?Y en los resultados de PISA? Justamente, este sería el tema de una próxima nota, siguiendo con la analogía del Mundial y tratando de pronosticar resultados.
Espero que tu próxima contribución!
Julien !!!
Un buen y divertido artículo que se redondea al alza con las palabras de Coubertin.
Me encanta la idea de saber que cada vez más trabajamos todo el mundo en un mismo objetivo, ser mejores… personas.
Un abrazo
Muchas gracias Amadeu por tu contribución! Agregaría que nosotros también como equipo MINEDUC-BID sigamos apuntando a ser un equipo finalista!
Para las personas que están basadas en Ecuador y que están interesados en la calidad de la educación y en PISA en particular, el INEVAL está programando una discusión en Quito (el 14 de febrero) y otra en Guayaquil (el 12 de febrero) sobre el ingreso del Ecuador a la prueba y el panorama latinoamericano.
Veáse:
http://www.ineval.gob.ec/images/invitacionuio.jpg
Les felicito por su excelente blog y por este artículo, de igual manera me permito compartirles nuestro sitio por medio del cual vinculamos a la comunidad estudiantil en México a fin de que vivan experiencias extra aula: http://maseducacion.org.mx/
Saludos desde México.
megusto mucho su pnaaa
aji