Ciudadanía verde en la Amazonía: el rol de la educación como un camino hacia la sostenibilidad y futuro de una zona biodiversa y culturalmente rica
- 37 millones de personas, siendo tercio de jóvenes, dependen de los recursos naturales de la Amazonía. Para 2030, se estima que la región podría perder 27% de sus bosques.
- La educación para el desarrollo sostenible integra habilidades verdes en el currículo que permiten a las personas ser “agentes de cambio”.
- Ecuador trabaja para integrar saberes ancestrales, la corresponsabilidad y una conciencia crítica en los currículos para fomentar la ciudadanía verde efectiva e inclusiva.
La Amazonía en riesgo y el rol de la educación
La Amazonía es vital para la biodiversidad mundial y un tesoro cultural. Se extiende por 7 millones de km2 y es el hogar de cerca de 37 millones de personas, con un tercio de jóvenes. De los 8 millones en edad escolar, 6% son indígenas y cerca del 60% afrodescendientes. Lamentablemente, la biodiversidad única y el bienestar de las comunidades, que dependen económicamente de los recursonaturaless generados por los recursos naturales de la región, se encuentran amenazados por la degradación ambiental y eventos extremos. De no implementarse estrategias para reducir la deforestación, el BID estima que para 2030 la Amazonía podría perder el 27% de bosques.
La educación para el desarrollo sostenible (EDS) abre, por tanto, un camino hacia la sostenibilidad de nuestro planeta. Sin embargo, no es suficiente que a los estudiantes se les enseñe nociones de sostenibilidad ambiental. Es necesario que la educación tome un rol más activo, que fomente una conciencia promueva valores y actitudes y provea de herramientas, es decir, que impulse una ciudadanía verde.
Ciudadanía verde: formar agentes de cambio desde la escuela
El BID promueve una ciudadanía verde como un conjunto de valores y habilidades a desarrollar en los niños y jóvenes para que sean agentes ambientales de cambio. Esto significa que en la EDS se aprende de sostenibilidad pero, sobre todo, se fomentan ciudadanos críticos, tomadores de decisiones conscientes y corresponsables que construyan comunidades resilientes.
Así, la EDS incorpora la ciudadanía verde en los currículos nacionales, por ejemplo, desarrollando en todo el ciclo escolar conocimientos sobre el medioambiente, biodiversidad y desastres naturales. Pero también baja el currículo al nivel de acciones: empodera a los docentes, impulsa pedagogías activas (e.g., aprendizaje por proyectos, aulas inversas, aprendizaje en servicio, etc.), promueve actividades extracurriculares, involucrando a las comunidades, y potencia los espacios escolares, todo para transformar el sistema educativo de una manera sostenible.
De la política a la práctica: la experiencia ecuatoriana
El desafío radica en ejercer la ciudadanía verde en las aulas. El caso de Ecuador es relevante para la región porque la inserción curricular EDS de 2024, apoyada técnicamente por el BID, fue un paso importante, y es ahora un insumo para la reforma curricular basada en competencias. Sin embargo, se requieren diversas condiciones, como docentes formados en ciudadanía verde y en metodologías activas, materiales pedagógicos y planes escolares que adapten los contenidos a la realidad local e infraestructuras resilientes para la continuidad del servicio educativo en condiciones adversas.
Esto es vital para la Amazonía ecuatoriana, un territorio de gran diversidad cultural y lingüística, en donde en solo seis provincias ecuatorianas conviven 18 nacionalidades indígenas que hablan 15 lenguas. Para que la ciudadanía verde solo sea efectiva en estos contextos, es necesario considerar las condiciones mencionadas y contextualiza las particularidades de este territorio integrando sus saberes ancestrales.


Créditos: Ministerio de Educación, Deporte y Cultura de Ecuador
El Congreso Internacional de Educación para el Desarrollo Sostenible – Amazónico 2025, organizado por el Ministerio de Educación de Ecuador y el BID, representa el primer paso para diseñar una hoja de ruta hacia una política de EDS en Ecuador, fomentando una ciudadanía verde conectada con el territorio. Unió a tomadores de decisiones, actores locales, académicos y expertos internacionales, y afianzó el compromiso del Ministerio de Educación y el apoyo técnico del BID. En los talleres que siguieron se logró identificar objetivos generales para la política de EDS:
- Una visión holística e innovadora que integre diferentes modelos de EDS y se apoye en la gestión escolar
- Fomento de habilidades verdes, así como saberes ancestrales y científicos, desde la educación inicial hasta la transición al mercado laboral
- Fomento de estrategias de enseñanza y aprendizaje que bajen los objetivos del currículo a la vida práctica de los estudiantes y comunidades, generando una conciencia crítica para lograr el accionar y bienestar colectivo y la inclusión social
Priorización de la justicia climática, soberanía alimentaria, economía circular, cultura del cuidado y protección ambiental, cultural y lingüística
Adaptar infraestructura escolar existente y diseñar nuevas resilientes, sostenibles y autosustentables


Créditos: Ministerio de Educación, Deporte y Cultura
Hacia una ciudadanía verde en la región
Ecuador tiene ahora el desafío de seguir avanzando su política EDS, llevándola a las aulas y comunidades para formar ciudadanos comprometidos con la acción y construir un futuro resiliente e inclusivo.
Conoce más de cómo la educación impulsa la ciudadanía verde aquí.