Nuestras creencias y convicciones sobre la educación y el aprendizaje influyen notablemente en las opciones que impulsamos para su mejora. Examinemos si son ciertas o falsas cinco de las premisas más frecuentes.
① Loro viejo no aprende a hablar: los primeros tres años de vida determinan el potencial de desarrollo y éxito en la vida
Los primeros años de vida son, sin lugar a duda, críticos para el aprendizaje, la formación de conexiones cerebrales y un importante precedente para el desarrollo socio-emocional de un individuo. Sin embargo, investigaciones recientes muestran que el cerebro humano es más plástico de lo que anteriormente se pensaba. Hoy sabemos que tenemos la capacidad de desarrollar conexiones (o sinapsis) a lo largo de la vida y, por lo tanto, de aprender cosas nuevas. Existen evidencias de que los adolescentes están en capacidad de aprender habilidades socioemocionales que son esenciales para identificar y regular nuestras emociones, entender las de los demás, mostrar empatía, desarrollar y mantener relaciones positivas, establecer metas y tomar decisiones responsables (ver post ¿Y por qué las habilidades socio-emocionales?). Asimismo, estas habilidades son fundamentales para el desempeño en un empleo y para insertarse exitosamente en la sociedad, como lo detalla Desconectados, una publicación del BID que muestra la importancia de la enseñanza de las habilidades socioemocionales y cómo estas son demandadas por el mercado laboral.
② Para poder aprender, los estudiantes deben repetir y memorizar los conceptos adecuadamente
La memorización es una herramienta crítica del cerebro humano que le permite guardar y recabar información para utilizarla en el momento que se requiere. Por otra parte, la repetición es una estrategia poderosa para lograr el dominio de cualquier habilidad intelectual, deportiva, musical, entre otras. Sin embargo, los sistemas educativos han abusado de la memorización y de la repetición como estrategias de enseñanza y, en muchos casos, estas han tomado el lugar del pensamiento crítico y de la profundización en los temas.
Esta publicación El camino hacia el éxito en matemáticas y ciencias: Desafíos y triunfos en Paraguay muestra hallazgos de un programa del BID que busca fortalecer el pensamiento crítico desde preescolar y primaria.
③ Los malos resultados educativos se deben exclusivamente a los malos maestros
¿Sabía usted que en el mejor de los casos sólo un promedio del 30% de la diferencia entre los alumnos que aprenden más y los que aprenden menos es atribuible a la escuela y al maestro? La investigación en la materia indica que los factores individuales, familiares y socioeconómicos son responsables de al menos un 70% de estas diferencias. La salud física y mental del estudiante, su coeficiente intelectual, su entorno familiar y cercano, el capital cultural al que está expuesto, las expectativas de su familia y muchos otros factores pesan de manera importante en los logros académicos. Aunque los maestros, ni lo pueden todo, ni son los culpables de todo, su efectividad es uno de los pocos factores que se pueden influenciar desde el sistema educativo. Por esa razón, las políticas educativas se enfocan en gran medida en mejorar la calidad de los docentes.
Si quieres más información sobre cómo afecta el nivel socioeconómico a los aprendizajes estudiantiles, puedes revisar la siguiente publicación: Inequidad en el logro estudiantil en América Latina: Análisis Multinivel de los resultados de SERCE de acuerdo con el estatus socioeconómico de los estudiantes (solo en Inglés).
④ Las niñas son mejores en lenguaje y los niños en matemáticas
Aunque los resultados de las pruebas nacionales e internacionales en la región muestran, en general, ventajas para las niñas en las pruebas de lenguaje y para los niños en matemáticas, los resultados en otros lugares del mundo no confirman que esto sea una tendencia universal. De hecho, los puntajes de la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) no reflejan brechas de género en 23 de los países participantes e, inclusive, en Islandia, Jordania, Malasia, Catar y Tailandia, las niñas superan a los niños en matemáticas. Para más información sobre este tema, puedes acceder a este reporte de la OECD.
Los resultados diferenciados por sexo no derivan de una predisposición genética o fisiológica, sino de patrones de socialización o sesgos culturales que fomentan y valoran habilidades diferenciadas para cada sexo. Por ejemplo, la nota del BID titulada Desigualdad de género, el currículo oculto en textos escolares chilenos presenta evidencia de Chile sobre cómo los textos escolares, sobre todo los de asignaturas tales como matemáticas y ciencias, dan un tratamiento diferente a los personajes femeninos y masculinos.
⑤ La tecnología educativa va a mejorar la educación
A pesar del enorme potencial de la tecnología en la mejora de los resultados educativos, por sí misma no es suficiente. Las investigaciones que hemos realizado desde el BID muestran que para que la tecnología cumpla su promesa, muchos otros factores deben estar alineados. Algunos de estos son: maestros capacitados, currículos apropiados, software adecuado y frecuencia de uso definida. La tecnología es una herramienta y la manera en cómo se utiliza es lo que va a determinar su efectividad.
La publicación del BID titulada: El BID y la tecnología para mejorar el aprendizaje: ¿Cómo promover programas efectivos?, muestra que los programas más exitosos son aquellos en los que participan maestros o facilitadores capacitados como guías para orientar a los estudiantes en cómo utilizar la tecnología para el aprendizaje.
Cuéntenos qué otros mitos cree usted que pueden estar afectando nuestras estrategias para mejorar la calidad de la educación.
Claudia Uribe: Me dirijo a usted en nombre del Comité Editorial de INMANENCIA, Revista del Hospital Interzonal General de Agudos Eva Perón. Es una publicación periódica semestral, cuyo objetivo es difundir y compartir saberes teóricos, prácticos y productivos. Admite en sus contenidos material científico, técnico, profesional y humanístico y está dirigida a
profesionales del arte de curar (médicos, odontólogos, psicólogos, farmacéuticos, bioquímicos, kinesiólogos, nutricionistas, fisioterapeutas,
enfermeros) y a todo miembro de la comunidad interesado en cuestiones sanitarias. La publicación en papel acompaña a la versión idéntica en línea, que puede consultar en http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/inmanencia/ .
He consultado el blog https://blogs.iadb.org/educacion/2015/06/02/5-mitos-recurrentes-en-el-discurso-educativo/ y su contenido me interesó sobremanera. Aunque el próximo número se ocupará puntualmente de Equidad y justicia en la distribución de recursos sanitarios y el subsiguiente se dedicará a analizar cuestiones relacionadas con las adicciones y sus consecuencias indeseables para la salud pública. Toda opinión fundada sobre educación, sin duda tiene peso sobre ambas cuestiones, al relacionarse, directamente con la vida.
Sería un gusto recibir aportes o comentarios en [email protected] o en [email protected]
La saluda, en nombre del Comité Editorial
Dr. Jorge Luis Manrique