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Por Emiliana Vegas.
Todos podemos nombrar aquel cuento que nos encantaba cuando éramos niños. Seguramente también podemos recordar a aquel maestro que, desde muy pequeños, marcó nuestra manera de ser y pensar. Aparte de la familia, puede ser la influencia de una escuela o incluso una idea innovadora en la etapa preescolar lo que marque a un niño por el resto de su vida.
Hasta ahora, se ha reunido evidencia suficiente para tener la certeza de que las intervenciones de calidad en el desarrollo infantil temprano tienen efectos y beneficios hasta la vida adulta. Dichosamente, he tenido el gusto de descubrir iniciativas inspiradoras de este tipo a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe a través de los Premios ALAS-BID, concurso que este año tiene fecha de cierre el 31 de julio de 2016.
Estos premios son una iniciativa conjunta entre el Banco Interamericano de Desarrollo y la Fundación ALAS, dirigida por la artista internacional Shakira, que reconocen el incansable compromiso de individuos y organizaciones que trabajan por el desarrollo infantil temprano en nuestra región. De esta manera, buscamos promover la suma de voluntades e intervenciones de calidad para el desarrollo de niños de 0 a 7 años y premiamos a individuos e instituciones en cuatro categorías: Mejor docente, Mejor centro, Mejor innovación y Mejor cuento infantil.
Entre las 1.700 nominaciones que recibimos el año pasado, un excelente ejemplo es la Fundación Canguro en Bogotá, ganadora de los Premios ALAS-BID 2015 en la categoría de Mejor Innovación. A través del Método Madre Canguro (MMC), la Fundación atiende a bebés prematuros que, de otra manera, tendrían que permanecer en incubadoras durante sus primeros días de vida para poder sobrevivir. Los bebés de la Fundación permanecen aferrados al cuerpo de su madre envueltos con una manta especial las 24 horas del día, alimentándose sólo de leche materna hasta ser dados de alta.
Los resultados de esta intervención son impresionantes: bebés que han participado en el programa tienen el doble de posibilidades de sobrevivir que aquellos que nacen con bajo peso y son tratados en incubadoras. Incluso un año después de su nacimiento, los bebés MMC han demostrado tener un cociente intelectual más alto que sus pares expuestos al tratamiento convencional.
Si hay algo especial acerca de estos esfuerzos dedicados al desarrollo infantil temprano es la manera tan especial y profunda en la que influyen en niños que se encuentran en condiciones adversas. Tuvimos el placer de descubrir y reconocer con una Mención Honorable en la categoría Mejor Docente a Daniel Ortiz, un maestro que trabaja con niños en Bogotá desplazados por la violencia y que viven en vecindarios inseguros en la ciudad.
Montado en sus zancos y con alegría circense, Daniel lidera el proyecto Circo del Sol Solecito en el que apoya a los alumnos a escribir sus propios libretos y componer su propia música, recibiendo una estimulación invaluable que les permite expresar sus historias personales y trabajar juntos para reconciliarse con las tensiones de su entorno.
Instituciones e individuos como la Fundación Canguro y Daniel Ortiz lideran con su admirable trabajo el área de educación y desarrollo temprano en sus comunidades. Estos héroes locales renuevan el compromiso de quienes trabajamos para que los más pequeños reciban la educación que se merecen y nos recuerdan lo crucial que resulta apoyar a entes públicos y privados en esta labor, especialmente en nuestra región, donde el acceso a estos programas todavía es muy limitado: sólo 3 de cada 4 niños asiste a un centro de preescolar y muchos de estos no ofrecen intervenciones de calidad.
Entonces, ¿qué esperas? Si calificas o conoces alguna iniciativa de desarrollo infantil temprano que merezca reconocimiento nomínala a los Premios ALAS-BID. Así reconoceremos a los superhéroes de 2016.
Emiliana Vegas es la jefa de la División de Educación en el Banco Interamericano de Desarrollo.
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