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Por Alexandra De Filippo y Lindsay Moore.
La organización Sesame Workshop y el Comité Internacional de Rescate (IRC por sus siglas en inglés) se asociaron para ofrecer a los niños sirios refugiados oportunidades de aprendizaje temprano que necesitan y merecen en estos momentos críticos de su desarrollo.
El Behavioral Insights Team (BIT – equipo de análisis del comportamiento) se unió a esta colaboración, aportando su experiencia en comportamiento humano, toma de decisiones y evaluación rápida y rigurosa. A continuación, reproducimos una versión en español de partes del artículo publicado originalmente en inglés por el BIT.
Si aspiramos a llevar los beneficios de Plaza Sésamo a los hogares y las vidas de los niños refugiados, debemos buscar respuestas a preguntas difíciles acerca de cómo utilizar los contenidos y materiales para el aprendizaje temprano o hacer que funcionen en entornos frágiles. Debemos asegurar que sean implementados utilizando estrategias costo-efectivas, incluyendo plataformas digitales, a fin de llegar al mayor número posible de familias y niños afectados. Debemos asimismo asegurar que sean entregados en formatos atractivos y fácilmente comprensibles de modo que los usuarios finales se entusiasmen con ellos y, como resultado, puedan apoyar de mejor modo a los niños.
Por ejemplo, si los cuidadores involucrados en la vida de un niño —se trate de padres, abuelos u otros miembros adultos de la familia responsables de su cuidado— no acogen contenidos de desarrollo apropiados y los muestran a los niños, incluso los mejores programas no lograrán tener impacto.
Tenemos que esforzarnos para entender en términos operativos cómo inciden en la participación en un programa de esta naturaleza los diferentes contextos, culturas y tradiciones. El comportamiento humano —y las suposiciones, predisposiciones e historias individuales —está en el corazón de estas interrogantes.
El BIT aborda las cuestiones del comportamiento utilizando un enfoque centrado en el factor humano para entender las motivaciones de las personas y crear estrategias de difusión que se adapten al contexto.
Un proyecto reciente con poblaciones de refugiados en Líbano y Jordania, por ejemplo, demostró un impacto significativo de la contextualización de mensajes de texto pues se logró incentivar a los padres de los refugiados a utilizar contenidos digitales que podrían contribuir al desarrollo de sus niños. En asociación con el IRC, el BIT envió mensajes a 12 000 padres o cuidadores y descubrió que:
“compartir la investigación científica sobre el desarrollo infantil es una manera más eficaz de canalizar los contenidos que privilegiar la gratificación o el entretenimiento inmediatos que el cuidador pudiera experimentar al utilizarlos, un hallazgo que contradice lo que habríamos esperado intuitivamente.”
Esta investigación no solamente evidenció el impacto que se puede lograr con la creación de mensajes para un contexto de refugiados, sino que fue uno de los primeros ensayos controlados aleatorizados (ECA) de su especie con esta población. De este modo, el proyecto allanó el camino para que se realicen experimentos rápidos y rigurosos de este tipo en contextos de crisis humanitaria.
Además de usar el análisis del comportamiento para promover comunicaciones digitales, la experiencia de las ciencias del comportamiento podría ayudar a mejorar la efectividad de otros recursos y servicios que están a disposición de los cuidadores de refugiados, tales como los programas de visitas domiciliarias o las operaciones de capacitación del IRC.
También el personal local puede cumplir un papel en la provisión exitosa de los contenidos a las familias a las que atiende. El trabajo del BIT en este tema ha demostrado que un cambio en la interacción entre capacitadores y clientes desempleados para hacer el apoyo más personalizado, centrado en la planificación avanzada y dedicado a levantarles la moral, puede hacer que la gente retorne más rápidamente al trabajo. Y este es un resultado que históricamente parecía estar más allá del control de una agencia individual y más bien a merced de factores económicos tradicionales.
Adaptar la ciencia del comportamiento a un contexto de población desplazada será crucial para maximizar los beneficios programáticos en un entorno nuevo e incierto. Al probar y comparar diferentes estrategias, podemos responder a preguntas que dependen del contexto acerca de qué estrategias funcionan en múltiples entornos, bajo qué condiciones y para quiénes. Esto permitirá a Sesame Workshop y al IRC continuar diseñando y construyendo programas basados en investigación y evidencia de punta, con el conocimiento de lo que es más efectivo en cada etapa de un programa y con el objetivo de magnificar y expandir su impacto hacia el mayor número de personas necesitadas.
Esta asociación intenta, con audacia, llevar recursos y programas cruciales de desarrollo infantil temprano a uno de los entornos geopolíticos más complejos de la tierra, y al mismo tiempo de evaluar minuciosamente los impactos contextuales y los resultados inmediatos del proyecto. Con esta iniciativa podemos prometer que apuntaremos incansablemente el objetivo de que todos los niños crezcan, exploren y aprendan, independientemente de sus circunstancias.
¿Qué otras historias conoces de iniciativas que han contribuido al desarrollo infantil en entornos hostiles? Cuéntanos en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Alexandra De Filippo es Asesora Senior en BIT Norteamérica.
Lindsay Moore lidera el portafolio emergente del BIT Norteamérica en los temas de educación, niñez, juventud, familia, entre otros.
HECTOR Durán dice
Que triste que se atiendan las consecuencias y no las causas