La falta de vivienda digna es uno de los problemas a resolver más urgentes en América Latina y el Caribe. Las tasas de déficit cuantitativo y cualitativo superan el 37 por ciento (datos del 2011), es decir que casi 58 millones de hogares no cuentan con una vivienda o la vivienda donde viven tiene algún problema de tenencia, hacinamiento, infraestructura o de materiales de construcción.
Desde hace mucho tiempo el BID ha estado trabajando en este tema para encontrar soluciones innovadoras e integrales que aseguren a los ciudadanos de la región una vivienda digna. Entre los esfuerzos realizados, hemos buscado soluciones complementarias a las políticas de vivienda tradicionales, entre las cuales la vivienda en alquiler representa una opción válida para atender las necesidades de vivienda de nuestra región.
Según estudios del BID, la vivienda en alquiler es una alternativa de mejor calidad que la vivienda informal y de calidad similar a la vivienda formal; ofrece una mejor localización y flexibilidad porqué el alquiler es más preponderante en áreas centrales donde hay mayor acceso a trabajo, transporte público y servicios urbanos; y es un buen sistema para los hogares que necesitan vivienda solo temporalmente como los solteros, los estudiantes, los inmigrantes y otros residentes temporales. Adicionalmente, es más sostenible fiscalmente que los subsidios a la propiedad.
Mientras que la vivienda de alquiler ha sido ampliamente utilizada en Norteamérica y en varios países europeos y asiáticos con relativo éxito, las políticas de vivienda de alquiler en los países de América Latina y el Caribe no son todavía difusas. En este contexto, el BID está liderando un esfuerzo de promoción del mercado de alquiler en la región y de recomendaciones de políticas para promover su dinamismo a través de estudios analíticos e intercambios de experiencias con países que ya tienen una sólida experiencia en este tema, como Corea del Sur y Francia.

Dentro de este marco, a principios de mayo, el BID llevó a cabo en Sao Paulo, Brasil, un taller internacional de 2 días para discutir innovaciones en las políticas de vivienda, introduciendo soluciones complementarias a las políticas de vivienda tradicionales basadas en la adquisición de la propiedad, tanto en las políticas nacionales como en la producción de vivienda a nivel local. Participaron del taller representantes ministeriales de 5 países de América Latina y representantes de 5 alcaldías de la región, acompañados por expertos coreanos, españoles y franceses.

Durante el taller, además de presentar la situación, los desafíos y las oportunidades de la política de vivienda en Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, y República Dominicana, se exploró el creciente interés de ciudades de los países de la región para desarrollar estrategias locales de vivienda y fomentar la producción de vivienda en el centro. La discusión fue enriquecida por los insumos de las ciudades francesas (Bordeaux, Lille, Lyon) y el instituto de planeación de Cataluña, quienes compartieron sus experiencias en promover viviendas en áreas centrales para realizar ciudades densas, compactas, sostenibles e inclusivas.
Son varias las lecciones aprendidas durante este taller. En primer lugar, la vivienda en alquiler es un tema que está ganando más y más relevancia en los países de la región como solución complementaria de política de vivienda, sobre todo como política enfocada a grupos seleccionados como los jóvenes, los adultos mayores – como en el caso de Chile y de México – o como paso intermedio hacia la compra para permitir a los grupos de menores recursos de acceder a una vivienda digna – como en el caso de Colombia con el modelo de Arriendo con Opción de Compra.
Pero no se trata solamente de vivienda. Durante el taller se resaltó la importancia de la vivienda y del hábitat. Durante décadas se ha considerado la vivienda por separado de su entorno físico, socio-ambiental y económico. Sin embargo, es fundamental que se diseñen políticas que tengan en cuenta la localización de la vivienda – para poder acceder a servicios, trabajos, escuelas actividades recreativas – y que por lo tanto incluyan planes de movilidad, espacios públicos-verdes y de integración con otros usos.
Además, las ciudades de la región han crecido enormemente, expandiéndose incontrolablemente y dejando áreas centrales despobladas y con edificios en ruinas. Reconociendo la necesidad de revertir esta tendencia para poder alcanzar ciudades sostenibles, una de las opciones que se quiere explorar es estimular la oferta y demanda de vivienda en las áreas centrales para promover densificación y así crear un uso intensivo de zonas ya urbanizadas que cuentan con la infraestructura necesaria. Entonces, se estará trabajando en el tema de renovación urbana y reactivación de áreas centrales aprendiendo de la experiencia de las ciudades europeas, en particular francesas.
Otro asunto que surgió durante el taller sobre los esfuerzos de promoción de ciudades sostenibles a través de la vivienda es la cuestión de la gestión de suelo. Uno de los obstáculos principales en las ciudades de la región es la fragmentación del suelo y su manejo. Varias áreas donde se podrían intervenir para empujar densificación y construir vivienda ya están ocupadas y divididas entre múltiples propietarios, lo que implica hacer reajustes de terrenos e intervenciones coordinadas con las partes interesadas. Las ciudades de América Latina y del Caribe están sumamente interesadas en aprender las herramientas para enfrentar estos obstáculos y así transformar sus ciudades y beneficiar a sus ciudadanos.
Corea del Sur tiene una larga y exitosa experiencia en el tema dado que desde los años 80 ha estado utilizando instrumentos legales, mecanismos institucionales e incentivos económicos para promover regeneraciones urbanas que promuevan la participación de las comunidades locales y que se han traducido en una mejora general de la calidad de vida de las personas.
Dado el creciente interés de las ciudades de los países de la región para desarrollar estrategias locales de vivienda y fomentar la producción de vivienda en el centro, el BID estará apoyando a los países a explorar las opciones para aterrizar propuestas a nivel sub-nacional aprendiendo de experiencias de otros países e involucrando al sector privado.
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